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AGREDE EJERCITO AL PRESIDENTE DEL CONGRESO DE GUERRERO

Chilpancingo.— La agresión que el presidente del Congreso local, Faustino Soto Ramos, denunció haber recibido por parte de elementos del Ejército la madrugada del domingo, en Tecpan de Galeana, se ubica en una lista de vejaciones y atropellos cometidos en contra del Poder Legislativo de Guerrero y sus integrantes, por lo menos durante los últimos cuatro años.

El recuento abarca desde agresiones físicas o verbales, hasta el asesinato de dos de sus integrantes, aunque en legislaturas diferentes.

De acuerdo con la denuncia hecha ante medios de comunicación por el diputado perredista, alrededor de las 5 de la mañana del domingo, cuando abandonaba las instalaciones de la Expo Feria de Tecpan, acompañado del profesor Jesús Tapia, intentó abordar su unidad y llegaron los militares, que al principio solamente se disponían a hacer una revisión de rutina, la cual consideró normal, porque es algo que sucede a diario en el estado de Guerrero, “eso no es ningún problema”.

Pero el problema –dijo-, comenzó después, “cuando descendió una persona de tipo militar vestido con bermuda y playera negra, que era notorio que los demás militares se subordinaban ante él”.

Agregó que ese civil llegó junto a él con lujo de violencia, azotando la puerta de su coche y hablándole con un lenguaje altisonante, exigiéndoles su documentación, sobre la cual dijo que los militares se llevaron todas sus credenciales, incluidas la de diputado y la del Instituto Federal Electoral (IFE).

El diputado contó que al pedir una explicación, fueron amedrentados con disparos al aire, “me aventaron dos o tres patadas, era con el ánimo de amedrentarme porque si hubieran querido me hubieran pateado, pero sí me tiraron un golpe a la cara”.

Al respecto, anunció que presentará la demanda correspondiente ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, así como una queja ante la Procuraduría General de la República.

Entrevistado en un noticiero local, Soto Ramos informó que también llevará el asunto a la tribuna del Congreso del Estado, “porque ya es preocupante, alarmante, el desquiciamiento por parte de la milicia, no creo que tenga precedente en la historia reciente del estado, hay un ambiente que la ciudadanía siente bastante adverso por parte de los militares”.

En la sesión de este martes, Faustino Soto pretende presentar un exhorto para que el Ejército “se conduzca de manera respetuosa y se rescate la actividad prioritaria de la milicia, porque deben estar para cuidarnos y no para lo contrario”.

A pregunta expresa sobre si considera que la agresión está relacionada con sus actividades como legislador, Faustino Soto recordó que hace unas dos semanas publicó un artículo en el diario La Jornada Guerrero en el sentido de que revisen las estrategias que el gobierno federal está aplicando en el combate al crimen organizado, “no sé si por ahí venga”.


El Legislativo, vejado

De cuatro años a la fecha, la primera agresión que recibió de manera directa el Poder Legislativo de Guerrero, ocurrió el 4 de enero de 2007, cuando fue asesinado el diputado panista José Jorge Bajos Valverde, entonces presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, amigo de la infancia del exgobernador Zeferino Torreblanca Galindo. Pese a cuatro años de iniciadas las investigaciones, el crimen no fue resuelto por el gobierno anterior, y sigue en la impunidad.

El 14 de noviembre de ese mismo año, mientras intentaba evitar que elementos antimotines de la Policía Estatal siguieran agrediendo a jóvenes normalistas, -durante el desalojo violento sufrido en el Congreso local donde se manifestaron en demanda de plazas-, el presidente de la Comisión de Justicia de la 58 Legislatura, Ramiro Solorio Almazán, fue golpeado por los elementos policíacos.

Ese mismo año, el diputado Fermín Gerardo Alvarado Arroyo fue “levantado” en Acapulco cuando salía de una tienda. De acuerdo con la información que fluyó a cuentagotas, varios hombres se lo llevaron en su propio automóvil, un Volkswagen Jetta negro, lo pasearon por varias calles de la ciudad porteña, lo llevaron a algunos cajeros automáticos de los que el ahora diputado federal retiró dinero que entregó a los captores, quienes minutos después lo dejaron en libertad.

El martes 28 de julio 2009, fue secuestrada la diputada priísta Aceadeth Rocha Ramírez. Permaneció plagiada tres días, hasta que se pagó el rescate que pedían los captores, de lo cual no se proporcionaron detalles.

La misma diputada denunció haber sido víctima de un secuestro exprés el 30 de enero pasado, en plena jornada electoral por la gubernatura de Guerrero. Dijo que en el crucero a la comunidad de Cochoapa, del municipio de Ometepec, fue retenida durante varias horas por hombres armados y encapuchados, pero el asunto no tuvo mayor trascendencia, porque se le relacionó con el proceso electoral que se estaba desarrollando.

La mañana del 20 de agosto de 2009 fue asesinado el presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, el perredista Armando Chavarría Barrera, líder del extinto Polo Guerrerense de Izquierda, corriente del PRD desde donde se le ubicada como el más fuerte candidato a la gubernatura del estado.

El crimen tampoco se resolvió en el anterior gobierno de Zeferino Torreblanca, a quien incluso perredistas como el actual secretario de Desarrollo Social, David Jiménez Rumbo, ahijado político de Chavarría, han acusado de haber sido el autor intelectual, por el marcado revanchismo político que tuvo con el malogrado legislador.

El 13 de julio de 2010, el coordinador de los diputados locales del PRI, Héctor Vicario Castrejón, fue atacado a balazos cuando viajaba en su camioneta sobre el tramo carretero Chilpancingo-Tixtla.

De acuerdo con lo que se dio a conocer, ese día Vicario regresaba de la ciudad de Tixtla en una camioneta Gran Cherokee blindada, cuando observó que sobre la carretera había varios troncos de árbol atravesados y que su chofer aceleró la marcha y pasó encima de los obstáculos. Luego, escuchó varios balazos y su camioneta recibió dos disparos en la parte posterior, pero gracias al blindaje no pasó a mayores.

Un año antes, Vicario Castrejón estuvo a punto de ser secuestrado o “levantado” por desconocidos que lo interceptaron cuando transitaba en un automóvil sobre la Autopista del Sol, cerca de Cuernavaca, y también esquivó el ataque gracias a que su chofer aumentó la velocidad del vehículo.
(tomado de SILLA ROTA EN TWITER)

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