Ocho de cada 10 Nini?s son mujeres. De los 7.5 millones de jóvenes que en nuestro país no estudian ni trabajan, cerca de seis millones son mujeres, previno la presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la ALDF, Beatriz Rojas Martínez, al añadir que de la población nacional seis millones son analfabetas; es decir, no saben leer ni escribir.Igualmente, sostuvo, 10 millones no han concluido la primaria; 17 millones truncaron la secundaria; durante 2009 y 2010 unos 700 mil niños y jóvenes tuvieron que dejar la escuela por razones aunadas a la pobreza, lo cual acrecienta la desigualdad de género, porque 70 de cada 100 personas que no saben leer ni escribir son mujeres.Las brechas de desigualdad en México, tanto en discriminación como en acceso a oportunidades educativas no han mejorado. El panorama es desalentador una vez más para las mujeres y las niñas.En el marco del Día Mundial de la Alfabetización a celebrarse este 8 de septiembre, la legisladora del PRD expuso que cifras del Censo de Población y Vivienda (Inegi) 2010, revelan que en nuestro país hay 33 millones de analfabetas o que padecen analfabetismo funcional; pues para la Unesco, la alfabetización no sólo es saber leer y escribir, sino donde la educación es uno de los medios por excelencia para potenciar las capacidades humanas.La desigualdad de género está presente en México tanto en el acceso a la educación, como en la pobreza. Aquí prevalece el fenómeno conocido en el orbe como la feminización de la pobreza: 60 de cada 100 personas que viven en extrema pobreza son mujeres y niñas; lo cual se traduce en desnutrición, analfabetismo, falta de oportunidades y violencia de todo tipo.En el caso concreto de la educación -aduce la diputada local-- 11.3 por ciento del total de mujeres mayores de 45 años en el país no sabe leer ni escribir; porcentaje que se eleva al 33.7 cuando son ancianas de 75 años o más.Y acusa: aún vivimos en un país en donde la sociedad prioriza el acceso a la educación de los niños por encima del de las niñas; pues, si bien las cifras de matriculación en la educación básica es casi igual entre niños y niñas, el número de niñas que desertan es mucho mayor."Nos enfrentamos a que si una familia no tiene el dinero suficiente para mantener a todos sus hijos en la escuela, se privilegia al varón; porque el rol de género para la niña será casarse y tener hijos, al considerar innecesario invertir en su educación".Lo cual se agudiza con el gran problema social del embarazo en adolescentes que afecta directamente a nuestras jóvenes. Por esta causa, del año pasado a la fecha, el número de alumnas matriculadas entre 15 a 24 años disminuyó en 40.1 por ciento
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