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MAESTRO DE LA PLUMA


Un Referente Para Periodistas

por Rodrigo Huerta Pegueros*

‘Esta es la última vez en que nos encontramos. Con esa convicción digo adiós’.
Fueron las últimas líneas que el periodista Miguel Ángel Granados Chapa* escribió en su columna Plaza Pública la cual diariamente apareció por muchos años en varios diarios y revistas a nivel nacional y de provincia. Era, fue, es, un maestro de la pluma que se adelantó al camino sin retorno que todos algún día vamos a tener que transitar.
Lo inaudito es que supo hasta el último instante cuándo y cómo iba a despedirse de todos los que lo seguimos en los medios y de que no iba a ver otra oportunidad para encontrarnos. Su lucidez se apagó con él, nunca esta lo abandonó cuando tenía algo que escribir, que tenía que comunicar. Lo malo es que se fue sin duda con un mal sabor de boca causado por los mentecatos que lo acusaron y trataron de desprestigiar por los señalamientos que hizo en su natal estado de Hidalgo contra funcionarios y gobernantes.
No se lo perdonaron y le abrieron juicio el cual todavía estaba en proceso. Ni siquiera por haber sido galardonado con la presea más prestigiada que se otorga a un mexicano, como lo es la Belisario Domínguez, sus detractores se detuvieron. Querían verlo declinar, pedir perdón, disculpas por lo escrito. No les dio esa satisfacción y con orgullo, con pundonor y con estoicismo, siguió defendiendo su libertad de expresión, de prensa, de comunicación. Esta libertad de que fue defensor y que si bien le dieron muchos dolores de cabeza le ofertó muchas mas satisfacciones.
Miguel Ángel Granados Chapa será desde ahora un referente de antes y después, como lo fue también su instructor, el ultimado periodista más destacado de México en el Siglo XX, Manuel Buendía Téllezgirón. Incansable promotor del diálogo. Interesante analista de la política. Crítico del poder y particularmente del abuso de quienes lo ejercen. Fue maestro e inspirador de generaciones. Lo mismo tecleó las duras máquinas de escribir como las suaves teclas de las computadoras. Transitó con éxito del viejo periodismo al nuevo periodismo. Entendió los tiempos y se acopló a ellos.
Difícil ver en el ámbito del periodismo de hoy un sucesor de Granados Chapa. No es un hombre que se hizo de la noche a la mañana sino que le tomó tiempo hacerse así mismo. Destacó en todo lo que hizo y supo salir airoso de todas las pruebas a las que fue sometido en diarios, revistas, radio, televisión. Infatigable a pesar de todo.
Sus últimos años los pasó sin mostrar nada de lo que sufría. Transcurrieron los días hasta el momento de su adiós, este adiós que nunca hubiésemos querido que llegara. Sin embargo, esperemos que ahora que está donde esté pueda seguir disfrutando como lo hizo en la tierra de una Plaza Pública.

Breve Semblanza

*El periodista mexicano Miguel Ángel Granados Chapa murió la tarde de este domingo a los 70 años de edad.  Miguel Ángel Granados Chapa, fue promotor de la incursión de periodistas indígenas en el gremio Originario de Hidalgo, donde nació en 1941, el maestro Granados Chapa ejerció el periodismo durante cuatro décadas. En ese periodo contribuyó a la fundación de algunos de los principales medios impresos del país —el semanario Proceso o los diarios La Jornada y Reforma—, colaboró en programas de radio y televisión y, desde 1977, redactó la columna de análisis Plaza Pública.

Conocido por un estilo sobrio y vestido siempre de traje, algunos colegas lo describían como uno de los periodistas más sobresalientes del México contemporáneo: riguroso con las fuentes de información, inmerso en el contexto de la noticia, crítico hacia el poder. Su columna Plaza Pública comenzó a publicarse en Cine Mundial. “Esta es la última vez en que nos encontramos. Con esa convicción digo adiós”, escribió, este viernes.

Estudió en la UNAM la carrera de Derecho y fue profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Ocupó la subdirección editorial de Excélsior, fue director del semanario Proceso y fundador y subdirector de La Jornada. Asimismo, fue jefe de noticieros de Canal Once, director general de Radio Educación y dirigió la revista Mira. También fue conductor en Radio UNAM, con su "Plaza Pública". En 2008 recibió la medalla Belisario Domínguez del Senado, y en tres ocasiones ganó el Premio Nacional de Periodismo. En 1981 por artículo de fondo, en 2004 en reconocimiento a su trayectoria y en 2006 por su columna Plaza Pública.

Granados Chapa fue autor de varios libros, entre los que sobresalen: La Banca nuestra de cada día (1982), Alfonso Cravioto, un liberal hidalguense (1984), Votar, ¿para qué? manual de elecciones (1985), Comunicación y política (986), ¡Nava sí, Zapata no!: la hora de San Luis Potosí: crónica de una lucha que triunfó (1992), ¡Escuche Carlos Salinas! (1996), Constancia hidalguense (1999) y Fox & Co. biografía no autorizada (2000). Se desempeñó entre 1994 y 1996 como consejero ciudadano en el Consejo General del Instituto Federal Electoral. En 1999 compitió bajo las siglas del PRD para la gubernatura de Hidalgo.



Periodista y Analista Político*



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