El ex gobernador de Guerrero, el perredista Zeferino Torreblanca Galindo, salió hoy de su ostracismo político, ante las acusaciones de desviación de recursos durante su administración y la inhabilitación de funcionarios de su gobierno, enderezadas por el actual gobernador de la entidad, el también perredista, Ángel Aguirre Rivero.
Torreblanca cumplió al presentarse esta tarde en un hotel de la costera Miguel Alemán, rodeado por sus amigos cercanos y beneficiarios de su gobierno como Gloria Sierra, Abelina López, David Augusto Sotelo, Fernando Donoso y hasta su hermana la ex directora del DIF Roxana Torreblanca y a pesar de un intento de boicot a su conferencia, por parte de supuestos campesinos de la organización gobiernista Antorcha Revolucionaria.
Ahí el ex mandatario acusó a su sucesor de encabezar las "difamaciones e infamias" y le advirtió que "el que se lleva se aguanta", al mismo tiempo que señaló de ineptos a quienes hoy están al frente de la Secretaría de Salud estatal, área en la que lo acusan de malversar fondos.
Acusó también de que Rommel García, subsecretario de salud, tiene instrucciones, ante notario, de no recibirle a la ex titular de ese cargo, la zeferinista Magali Salinas.
Por otra parte lamentó que la política en Guerrero tuvo una involución de 20 años, pese a que él quiso combatir "la política de la falsedad a pesar de pagar un costo político.
Aseguró que el gobierno actual es un "controlador" y que tiene a medios de comunicación y plumas (editorialistas) pagados o comprados.
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