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El procurador debe renunciar por lo de AYotzinapa

Conspiraciones  

  Ayotzinapos solo obtuvieron mártires,

 pero Aguirre debe aclarar crimen o pagar 

 alto costo político; se espera escalada 

 

Por Jorge Romero Rendón

 

     Hoy lamentamos la muerte a tiros de dos jóvenes presuntos alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa, pero hay que decir que

la responsabilidad no es solo de policías ministeriales descontrolados, sino que gran parte de la culpa es de los propios dirigentes estudiantiles de esa escuela que han usado como carne de cañón a sus compañeros en un movimiento callejero abusivo, politizado, que de ninguna manera se justifica.

     Esos líderes son los que

han querido tomar a la brava el control político de su escuela, y luego de varios días de abusos y agresiones contra la ciudadanía, desataron ayer por fin una balacera que se cobró dos muertos y al menos 18 detenidos.

     Los dirigentes de Ayotzinapa

llevaban varios días secuestrando camiones, tomando la caseta de Palo Blanco en la Autopista del Sol, cerrando calles y carreteras, asaltando autobuses para "ordeñarles" diesel y saqueando camionetas distribuidoras de alimentos y bebidas. Es decir, acciones que constituyen

delitos, ante la complacencia de las autoridades, sin que se les hubiera detenido en forma alguna. y allí están las consecuencias.

     Hay que decir que

en realidad los ayotzinapos no tenían NINGUNA razón válida para protestar. Hace menos de un mes, el gobernador

Ángel Aguirre les entregó un autobús para sus viajes de prácticas, un tractor para sus prácticas agrícolas, les anunció el incremento del presupuesto para becas y comidas, lo que significa que todas aquellas demandas que presentaron para favorecer su condición de alumnos de un internado habían sido ya satisfechas.

     La propia secretaria de Educación estatal,

Silvia Romero Suárez había dispuesto una mesa de negociación entre sus funcionarios y los dirigentes estudiantiles, para tratar otras demandas de los ayotzinapos, pero estos prefirieron seguir haciendo presión en las calles, sin razón válida, pues

de hecho sí se les ha atendido, con todo y que son verdaderos privilegiados de la educación pública en Guerrero.

 

Provocación, delitos flagrantes y muerte.

 

     De manera que la marcha y el intento de bloqueo que hicieron los de Ayotzinapa fue

un exceso. Su pretensión de cerrar la autopista y tomar de nuevo la caseta de cobro,

armados como iban de piedras, palos y bombas Molotov no habla de una manifestación pacífica, sino de una agresión contra la ciudadanía y una provocación contra los elementos policiacos. A más, el hecho de haber intentado incendiar una gasolinera al arrojar una

bomba Molotov contra una estación despachadora de gasolina revela una irresponsabilidad y un potencial criminal que debe ser castigado.

     De modo que al final, los ayotzinapos y sobre todo

sus líderes son en gran medida responsables de la muerte de dos de sus compañeros, en su intento de presionar al gobierno estatal para bajar el promedio de ingreso de 8 a 7 en su escuela, y de tratar de imponer a un director del plantel ajeno a la planta docente.

Demandas por demás mediocres y abusivas, pues de por sí controlan el ingreso de nuevos alumnos a su escuela con criterios netamente políticos.

     Sin embargo,

lo que sí hay que lamentar son dos cosas: Primero, la infausta muerte de dos jóvenes que en medio de la confusión fueron alcanzados por disparos de armas largas, presuntamente de polícías ministeriales, de acuerdo a lo difundido en un comunicado oficial de la Secretaría de Gobernación federal, que está coadyuvando para

atender la crisis política y de seguridad pública derivada de los hechos de ayer.

     Y segundo,

que elementos policiacos haya perdido el control y disparado en contra de los jóvenes sin ton ni son, cuando siempre existen otros medios de disuasión y de dispersión de multitudes. Allí sí no hay de otra que promover una investigación transparente para

fincar responsabilidades, pues la muerte de los jóvenes -por más que hayan cometido abusos-

no debe quedar impune.

     De manera que hay que ser claros, la muerte de los jóvenes tiroteados ayer tendrá un costo político importante, y

solo podrá saldarse con la renuncia del procurador General de Justicia del Estado, Alberto López Rosas, si se confirma que sus agentes ministeriales fueron los autores de los disparos homicidas. Tema que también

hace responsable al secretario de Seguridad Pública, Ramón Almonte, pues su segundo de a bordo estaba ayer coordinando el operativo anti-ayotzinapos. A menos que quieran que el costo lo pague el gobernador. ¿Se acuerdan del caso Aguas Blancas, cuando Rubén Figueroa cayó defendiendo a sus colaboradores?

     Además, ¡cuidado!

lo que podríamos ver a partir de hoy es una escalada de movilizaciones de ayotzinapos y organizaciones políticas en protesta por la represión policiaca que van a utilizar como bandera,

poniendo por delante a los muertos como mártires de un movimiento que puede provocar grave inestabilidad política y social en el estado. Eso querían los líderes estudiantiles, mártires para fortalecerse y ya los tienen. Solo es deseable que el gobierno estatal no les ponga en bandeja de plata la escuela para taparle un ojo al macho, porque tampoco se vale. Mucho ojo.

     Correo electrónico:

rendon59@gmail.com 

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