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ESPN ya tiene spot del nuevo estadio en Acapulco

 
MexsportNavarrete fue forzado a irse a Cancún
MÉXICO -- Hace tiempo leí que lo peor que puede hacer una persona es dar malas noticias. Apegado a esa idea, a partir de ese momento, decidí abstenerme de hacerlo; sin embargo, por cuestiones laborales, obvias, en los últimos días, me ha tocado realizarlas con jugadores o familiares de los mismos, quienes desconocen que sus allegados, cual piezas de ajedrez, son removidos de un club a otro, sin permiso alguno.
No es nuevo en nuestro futbol, pero sí lamentable y reprobable a todas luces. No es posible que los futbolistas sean los últimos en enterarse de su situación laboral. Diría hace tiempo un reconocido jugador: "Parecemos costales de papas que cuando estorban, nos quitan a patadas". Es así... Tristemente.
Sucedió hace unas semanas con Armando Navarrete. El joven guardameta, ahora en el Atlante, tenía la esperanza de revertir la mala temporada que tuvo con América, pero en medio de sus vacaciones, una timbrazo en su celular cambió sus planes. Había muchas posibilidades de que se fuera a Cancún. Ah, no, no era consulta. Era un aviso, que más bien tenía tintes de orden. Era tal su sorpresa que del otro lado de la línea, cuando me tocó hablar con el arquero, escuché una persona muy desconcertada e impactada de la noticia...
Es más, ni siquiera sabía quién iba a ser el técnico del cuadro azulgrana. Más tarde una llamada a mi celular confirmó la información de su ida a Cancún, con un agregado: Navarrete ya había preparado su maleta para reportarse con su nuevo y súbito equipo. ¿Y la familia? ¿Dónde está la Comisión del Jugador que debería defender los derechos de sus agremiados?
No se critica el fondo, pero sí la forma. Los jugadores podrán ganar mucho dinero, pero este tipo de sinsabores, deben ser tragos amargos, no sólo para la persona, sino también para sus familias, quienes deberán mudarse de ciudad, sólo porque en la "negociación" van por delante los intereses del equipo, aplastando los derechos familiares. ¿Qué fácil, no?
Lo dijo hace poco Francisco Palencia, cuando anunció su retiro, ante la pregunta sobre lo que más había sufrido en el futbol durante sus 17 años de carrera. Paco no dudo un ápice: "El traslado de mis familia de una ciudad a otra, porque teníamos que adaptarnos a otras costumbres".
No, no fueron las derrotas o los fracasos futbolísticos de Francisco, sino la incertidumbre de saber si su gente más cercana se acomodaría a las nueva ciudad y sus costumbres. No todo es miel sobre hojuelas... Lo último que le vi a "Nava", hace poco, en una entrevista que hicimos en ESPN, es un rostro con un cierto desaliento, aunque lo conozco y sé que se repondrá de este duro golpe (no por el equipo, más bien por el hecho), la desazón sobre el futuro, lo hizo rehén durante varias horas.
Hace apenas unos instantes... Nueva llamada. Fresca sorpresa. No me gustaría delatar a mi interlocutor. Sólo atisbó a aclarme: "No sé nada... Desde ayer me han hablado varios medios de comunicación y desconozco la información sobre mi pase al...".
Uno más. Nervioso y ávido de la noticia que tenía en mis manos, se apresuró a preguntarme... ¿Qué sabes? Una vez que le notifiqué que deberá dejar su ciudad para trasladarse a provincia, hubo dos minutos de silencio, casi sepulcral, que se rompieron con un "¡¡Me lo estas diciendo en serio!!". Sí, le respondí, a lo cual me soltó: "No sé que decirte. La directiva no ha tenido la oportunidad de decirme nada. En verdad me dejaste helado... Si es así en este momento tendré que avisar a mi familia y decirle que nos mudamos".
¡Ops! creo que había dado otra mala noticia. Se lo hice saber y le ofrecí una sincera disculpa. "Es que no sé si es buena o mala noticia, pero sí sorprendente", concluyó mi entrevistado, quien colgó con una voz muy apagada.
El caso de Paul Aguilar es rápido. Simuló no saber nada de su traslado al América, hace una temporada, cuando ya todo estaba concretado. Me juró y perjuró desconocer la especie, hasta que en vivo en ESPN Radio Fórmula, Jaime Ordiales, entonces vicepresidente delas Águilas, habló para confirmar que sí sabía Paul, pero la orden era que rechazara cualquier pregunta sobre el tema... Otra historia ¿no?
Sé que esto es parte del futbol, pero mi insistencia es que los clubes y agentes de jugador deben pensar en la persona, antes que el negocio, si en realidad desean que su "pieza" rinda como desean en el equipo donde jugará. Sé que es un sueño, pero ojalá alguien ponga un hasta aquí a este tipo de arbitrariedades. Los derechos humanos pasan a segundo término en este circo llamado futbol. Los que me sigue rebotando en la cabeza es aquella idea de no dar las malas noticias...
EXCLUSIVO
Para estrenar mi blog en ESPNdeportes.com, a quienes agradezco este espacio otorgado, lo cual para mí es un honor, les dejo este video de lo que era o es la campaña de los Soles de Acapulco, ahora que próximamente anunciarán la construcción de su nuevo estadio.
Sólo para rematar. Les comento a los aficionados acapulqueños, que seguramente tendrán pronto equipo de Primera División. El sueño comienza a cristalizarse y la primera piedra ya comenzó a rodar...
Ah, perdón, se me olvidaba que no deseo dar "malas noticias" a los seguidores del equipo que ya no tendrán en el máximo circuito... Mejor ¡Disfrútenlo!
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