Ciudad de México.- La poesía como un producto, como objeto de consumo para las masas pero a la vez como crítica a este modelo de vida, es la premisa de "Que me sepulten recostado en la palabra" poemario de Jorge Manzanilla que presentó la noche de ayer en la Casa Guerrerense de la Ciudad de México.
Para Xitlalitl Rodríguez, originaria de Guadalajara y que ha colaborado con sus trabajos para revistas como "Tierra Adentro" y "Punto de Partida" dijo que en el caso del trabajo de Manzanilla "el amor es la sustancia fundamental y hay que guardarlo como el único bien que nos diferenciará de otros".
Fernando Reyes, escritor y poeta becario de la Sogem (Sociedad General de Escritores de México) quien se ha presentado en festivales de poesía en Cuba y Estados Unidos, elogió el trabajo de Manzanilla, afirmando que este poeta guerrerense "sepulta la palabra antes que ella lo sepulte, por medio de imágenes lúdico-ontológicas".
Ante el auditorio que se dio cita en la Casa Guerrerense en la Ciudad México, Jorge Manzanilla leyó algunos de sus versos contenidos en "Que me sepulten recostado en la palabra"
"Quieras o no, soy el aire que recorre tus venas para callarte; cuéntales a todos de nuestro silencio" fueron algunos de los versos que leyó ante el público que se dio cita en la Casa Guerrerense, así como el que da título a su libro: "que me sepulten recostado en la palabra, que hagan de mí un sustantivo, un cuerpo caminando, un cuerpo solo, una caída transparente".
Sobre esta publicación, Jorge Manzanilla explicó que los poemas que lo comprenden, son adheribles a cualquier persona porque se inspiran en las cosas más comunes y cotidianas que cualquiera lo puede consumir con facilidad.
Sobre lo que el lector encontrará al abrir las páginas de este libro, precisó que serán las vivencias y la cercanía con las emociones así como las cosas que la sociedad consume con lo cual, podrá saber que la poesía es un producto que
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