La disputa por la candidatura
a la alcaldía de Acapulco por la coalición Acapulco nos une (PRD-PT-MC) entre
el legendario Luis Walton y el joven Evodio Velásquez, es más seria que lo que
muchos suponen: es la continuación de la guerra por el partido entre las dos grandes corrientes nacionales del PRD, entre Nueva Izquierda y los grupos que siguen a López Obrador; es pues, una lucha nacional.
La mayoría de analistas
suponen que eso ya está resuelto y que Walton será candidato, luego de un estira
y afloja en donde Velásquez sólo busco sacar más raja para su grupo político a
cambio de cederle el paso al empresario. En ese tenor, la encuesta que
levantarán tres encuestadoras durante tres días (sábado, domingo y lunes del 21
al 23 de abril) sería sólo un trámite para legalizar el acuerdo de que el
naranja sea el candidato y el negro amarillo obtenga la sindicatura y las tres
regidurías que pidió. Es posible que así sea, la información que poseo es
insuficiente para descartar de plano esa posibilidad, sin embargo, los
elementos de análisis con que cuento me indican que las cosas no son tan
simples. Que la lucha por la candidatura es real, aunque atrás de ella se pueda
ir tejiendo propuestas para el perdedor, no sólo de la encuesta, sino, sobre
todo, de los acuerdos políticos entre los grupos perredistas y Movimiento
Ciudadano.
Y es que hace tiempo que en
la política no es cuestión de intentos y de a quien le toca, sino de
correlación de fuerzas en la coyuntura de que se trate y en esta coyuntura, si
bien se podría decir que le toca a Walton, también se puede decir que la
fortaleza de Evodio es tal que si no fuera por un acuerdo civilizado, si se le
intenta imponer algo, podría conducir a un verdadero sisma en el PRD.
Walton tiene su fortaleza en
que tiene un alto nivel de posicionamiento en el pensamiento de la gente de
Acapulco. Trae tres campañas para alcalde y una para diputado federal. Por otra
parte ser el presidente del partido Movimiento Ciudadano, le da también
envidiables privilegios para acordar al más alto nivel con los más encumbrados
dirigentes del PRD y del PT. Es más, se puede decir que una alcaldía, aun
cuando sea la del municipio más importante de Guerrero, le queda chica a un
líder nacional de su talla.
Pero Evodio no desmerece en
nada frente a esas prendas. Es cabeza estatal de una de las tres corrientes más
importantes del PRD de Guerrero, alfil del gobernador, que ya le mandó a sus
más importantes personeros (Sofío Ramírez) a reforzarlo justo dos días antes de
la encuesta para mandar el mensaje a los aguirristas que no son pocos, de con
quien deben jugar, y, el elemento clave de este asunto que puede ser a la vez
su mayor fortaleza y su mayor debilidad, es que tiene el respaldo del grupo
Nueva Izquierda, que dirige hoy el PRD a nivel nacional.
Su juventud no juega en
contra de su aspiración, al contrario, hoy es el tiempo de la juventud, por eso
Enrique Peña Nieto tiene la popularidad que tiene y por eso muchos creen que
Marcelo Ebrard habría sido mejor candidato que López Obrador. Su juventud le da
empuje y hace cierta su frase de que él representa a los jóvenes tratando de
abrir nuevas oportunidades.
En ese equilibrio de fuerzas
la candidatura se va a definir en México,
por la dirigencia nacional y el resultado de la encuesta puede no ser
determinante. Lo verdaderamente determinante es hacia donde se inclinen “los
chuchos” de NI y ellos no han dado aún visos de que lo harían por su muchacho
acapulqueño o por su aliado naranja.
“Los chuchos” no son
gandallas, son buenos estrategas, no actúan sólo en función de beneficios para
su grupo o en base a la coyuntura, son los mejores intelectuales orgánicos que
hay en el país, por eso creo que su decisión se tomará en función del futuro,
en función de qué le conviene más a la izquierda mexicana, lo que buscarán
amarrar con acuerdos precisos con Walton y con Evodio.
Se inclinarán por Walton si
aprecian importante mantener en el país las alianzas con MC y a cambio de que
éste último partido les ceda algo importante a futuro, podría ser el compromiso
de no pelear la candidatura a la gubernatura del 2015 y el respaldo en este año
a alguien más de NI por parte de MC y, preponderantemente, si AMLO ejerciera la
presión que puede hacer por su aliado naranja.
Se inclinarían por Evodio si
hubiera algún acuerdo importante con el actual gobernador Ángel Aguirre y le
pudieran ofrecer a cambio alguna pieza o posición importante a MC en el
escenario nacional o estatal y si el partido naranja, siguiera ligando su
suerte a AMLO.
Y es que Walton y Evodio son piezas
en ese enfrentamiento AMLO-NI, de los dos PRDs, pero Walton puede responder por
él, Evodio no, por él lo hará Zambrano.
Si NI ya hubiera definido su
preferencia, a las presentaciones públicas y masivas de Evodio ya habría venido
uno de los Chuchos, cosa que no ha ocurrido, señal de que no han decidido.
Por eso creo que la moneda
está en el aire y que las cosas se van a definir en el marco de negociaciones
nacionales, en la ciudad de México y que mientras tanto, tanto Evodio como
Walton, están preparando su plan B.
En ese sentido no se prevé
ninguna ruptura en la izquierda sea cual sea el candidato.
De todos modos quien gane de
esa confrontación no tiene aún nada seguro, pues aún tendrá que medirse con el
candidato del PRI, Fermín Alvarado, que hasta ahora se ha mostrado poco osado y
ha generado comentarios de que no quiere arriesgar, en una campaña que sólo
podrá ganar precisamente si está dispuesto a apostar fuerte, a jugar a ganar,
cosa que en estos días no se le ve.
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