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Clamor popular: detener abusos de CETEG y se les aplique sanciones

 
Por Jorge Romero Rendón
 
     Luego de semanas de una movilización innecesaria de militantes de la CETEG, sus acciones llegaron al colmo luego de que bloquearon la Autopista Chilpancingo-Acapulco, cerraron calles y edificios públicos, a tal punto que la población afectada empezó a reclamar públicamente al gobierno del estado que detenga los abusos de los disidentes y les aplique sanciones ejemplares.
     Ya lo hemos dicho en este espacio: las marchas, plantones y bloqueos de cetegistas no tienen razón de ser, porque su principal demanda -que en sí misma ya es una estupidez- es la suspensión de la llamada Evaluación Universal del magisterio, tema que es por completo del orden federal, y debe dirigirse a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y no a las autoridades estatales.
     Pero como el fondo real de las movilizaciones cetegistas es político y responde a la lógica del movimiento que encabeza la CNTE en el DF, sus acólitos en Guerrero, Michoacán y Oaxaca -únicos estados en los que tienen presencia- tienen un solo propósito: la agitación, la desestabilización política y social como mera demostración de una fuerza que es muy limitada.
     De manera que las movilizaciones de la CETEG no dependen de la atención que les dé o no el gobierno de Ángel Aguirre Rivero, ya que aún cuando la secretaria de Educación Guerrero, Silvia Romero Suárez los ha atendido una y otra vez y ha dispuesto mesas de trabajo para analizar los pocas demandas concretas -meramente laborales- que presentan, los dirigentes Gonzalo, Minervino y Meinardo se van por la libre, tomando como pretexto el tema de la Evaluación Universal, para seguir dando lata en calles y carreteras.
     Así es que ya sabemos que se les ha atendido; ya se sabe que los puestos que el mandatario le otorgó a cetegistas en su gobierno no han servido para convertirlos en aliados políticos del régimen; y ya sabemos que los cetegistas están buscando provocar una represión policiaca tipo Ayotzinapa -con mártires, de preferencia-, para prenderle fuego al estado.
     En esas condiciones, lo único que resta es hacer efectivas las órdenes de aprehensión que se deriven de las denuncias que la autoridad estatal ha presentado contra dirigentes y militantes cetegistas por delitos como el robo, daños en propiedad estatal, ataques a las vías generales de comunicación, y lo que resulte. Y sobre todo, que se les descuenten los días y semanas laborales que no han trabajado, porque han mantenido más de cien escuelas y oficinas cerradas, dejando a miles de niños sin clases.
     Es ya un clamor general: que el gobierno de Aguirre no le tema a aplicar la ley, que no piensen sus funcionarios que serán menos "democráticos" si detienen a delincuentes disfrazados de maestros. Y que por fin sepamos en Guerrero que hay un gobierno del lado de los ciudadanos.
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