No cabe duda que no hay ambiente mejor que
el que se respira en las vacaciones, ya que nadie se preocupa por qué
día será el siguiente y sólo se busca divertirse y olvidarse de los
problemas, y eso aplica a todos, incluyendo a los deportistas, tal es el
caso del futbolista Braulio Luna, quien vino a su casa de Acapulco
aprovechando que tuvo unos días de descanso antes de iniciar nuevo
torneo. Una de esas noches, dejó a su esposa a cargo de sus hijos y,
acompañado de un grupo de sus amigos, se fue de parranda hasta altas
horas de la madrugada. Aunque estuvo muy bien portado, no dejaba de
bailar en su mesa, eso sí, las chicas que lo reconocían no perdieron la
oportunidad de tomarse la foto del recuerdo, por lo que al día siguiente
fue común verlo en las redes sociales muy sonriente y disfrutando de la
fama que el futbol le ha dado.
Los que aprovechan muy bien sus
vacaciones para comer y consentirse son la pareja formada por Cecilia
Galliano y Mark Tacher, pues ellos se la pasaron comiendo mariscos y
pescado a la talla durante los días que pasaron en Acapulco.
Vale
la pena mencionar que esta pareja estuvo en el puerto pasando unos días
en familia, pues vinieron con Valentina y Santiago, hijos de la
conductora, y en verdad que se la pasaron muy bien, pues se reunieron en
varias ocasiones con la familia de Paco Ayala, uno de los integrantes
de Molotov, y con ellos disfrutaron de las bellezas naturales del puerto
y, sin querer se convirtieron en promotores turísticos, subieron varias
fotografías a sus redes sociales comentando lo que comían y lo que
estaban haciendo.
Por otro lado, me llamó la atención ver cómo han cambiado las cosas en la vida de algunas personas que fueron famosas.
Es
el caso de Toño Mauri, quien pasó de ser un cantante a un personaje
que, gracias a la familia a la que pertenece su esposa, sale a la calle
rodeado de seguridad, motivo por el que llama la atención y no porque la
gente lo recuerde por su paso en el grupo Fresas con crema. Pero bueno,
así es la fama, ¿no? Antes de despedirnos, me dio mucho gusto ver a
María Antonieta de las Nieves, mejor conocida como la Chilindrina,
disfrutando de una tarde de café con su esposo en este puerto. Ya tenía
un buen rato que no la veíamos por acá, pues su esposo había estado un
poco enfermo, pero en verdad que es de admirar cómo a pesar de los años
la gente la sigue reconociendo, por lo que es común ver desde niños y
hasta personas ya entradas en años tratando de obtener un recuerdo que
demuestre que tuvieron la suerte de conocer en persona a la Chilis.
Nos leemos la próxima semana y, como siempre les pido, hablen bien de Acapulco, se lo merece.
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