Francisco Javier
Flores
Con el pretexto
de andar buscando a los presuntos responsables de los hechos sangrientos
ocurridos el pasado 26 de junio en la comunidad de Huehuetán, municipio de
Azoyú, en donde según reportes oficiales, resultaron cuatro muertos y varios
heridos, varias familias de esa comunidad han sufrido allanamientos de morada,
saqueos y agresiones por parte de elementos de corporaciones policiacas.
Estreberto Marín
Espíndola, padre de Santos Marín Figueroa –a quien diversas versiones ubican
como uno de los atacantes, denunció que
desde el mismo día de los hechos su domicilio fue allanado por elementos
presuntamente de la Policía Ministerial del Estado, quienes sin presentar
ninguna orden de cateo se introdujeron violentamente causando destrozos y
sustrayendo algunos objetos de valor.
Para justificar
su acción, los uniformados expresaban que llevaban órdenes directas del
gobernador Angel Aguirre Rivero, lo cual según el señor Estreberto “no puede
ser así, porque nosotros conocemos a Layo y sabemos que él no actúa contra la
gente pacífica”, al tiempo de comentar que en el supuesto de que su hijo
resultara responsable, la autoridad debe proceder en contra de él y no de sus
familiares.
En ese sentido,
el campesino señaló que los policías no solamente allanaron su casa y se
llevaron pertenencias, sino que además agredieron físicamente a sus hijos,
entre ellos a Verónica Marín Figueroa, una muchacha de 20 años que no escucha
ni habla (sordomuda), a quien “a fuerzas la querían hacer hablar que les dijera
dónde estaba su hermano, siendo que está enfermita”, dijo.
Asimismo, a su
hijo de 14 años, otro policía lo colocó frente a una pared como tiro al blanco
apuntándole con su arma al tiempo que le decía “te voy a matar”, acción que no
consumó porque otro de sus compañeros le dijo que no lo hiciera, sin embargo
desde ese día el menor quedó traumado por el susto.
Dijo que
similares agresiones han sufrido en sus domicilios dos de sus hermanas y otros
familiares, quienes no tienen nada que ver en esos hechos; incluso dijo que su
hijo Santos desde que se casó hace más de nueve años “ya no está bajo mi
responsabilidad, él tiene hecha su vida aparte, y si él tiene alguna culpa que
lo castiguen a él, que no molesten a gente inocente”.
También pidió
respeto para la esposa de su hijo, esposa del presunto implicado, Viridiana
Magallón Castañeda, así como para los tres menores hijos de ésta, “porque
tampoco ellos tienen nada que ver”, dijo.
Estreberto Marín,
entrevistado en este puerto, señaló que quienes han cometido estos abusos son
policías ministeriales adscritos a Marquelia y Ometepec, así como municipales
de Azoyú, por lo que pidió a las autoridades frenar esa situación, a la vez que
anunció que el próximo lunes acudirá ante la Comisión de Defensa de los
Derechos Humanos del Estado a hacer la denuncia correspondiente.
Finalmente, dijo
que en uno de esos allanamientos los policías encontraron un rifle calibre 22
que utiliza para sus labores del campo, y que tiene registrado ante la
Secretaría de la Defensa Nacional, por lo que se deslindó de cualquier mal uso
que puedan darle a esa arma.
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