CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- Al menos cinco hombres ejecutados, tres
de ellos decapitados y desmembrados, fueron encontrados anoche en distintos
puntos de Acapulco, indican reportes oficiales.
La jornada de violencia en el principal destino turístico de la entidad
comenzó a las 21:00 horas de ayer, cuando se reportó el hallazgo de dos hombres
ejecutados en el interior de un taxi que estaba abandonado en el fraccionamiento
Fuentes del Maurel.
Las víctimas fueron identificadas como Héctor Manuel Serrano Ávila y Hermenegildo Cruz Valente, refieren los informes.
Luego, a las 23:00 horas se reportó un cuerpo desmembrado dentro de un auto que fue abandonado en la calle Fortín de la colonia Miramar.
En el lugar también había un mensaje escrito que dice: “Esto me pasó por no querer secuestrar. Atte. El cartel del Cida”.
Enseguida, fueron encontrados otros dos hombres descuartizados, también dentro de un auto que fue dejado sobre la carretera Cayaco-Puerto Marqués, casi frente a la planta embotelladora del refresco Yoli.
La incesante ola de violencia que se vive en la entidad y en particular en Acapulco, obligó ayer al gobernador Ángel Aguirre Rivero a decir que los graves índices de criminalidad son “algo terrible que no quisiéramos que se diera ya”.
No obstante, el mandatario estatal no hizo referencia alguna a la indolencia gubernamental, ya que desde octubre del año pasado se mantiene el Operativo Guerrero Seguro en este puerto, el cual se ha extendido hacia otras regiones de la entidad, sin poder frenar la violencia e impunidad.
Las víctimas fueron identificadas como Héctor Manuel Serrano Ávila y Hermenegildo Cruz Valente, refieren los informes.
Luego, a las 23:00 horas se reportó un cuerpo desmembrado dentro de un auto que fue abandonado en la calle Fortín de la colonia Miramar.
En el lugar también había un mensaje escrito que dice: “Esto me pasó por no querer secuestrar. Atte. El cartel del Cida”.
Enseguida, fueron encontrados otros dos hombres descuartizados, también dentro de un auto que fue dejado sobre la carretera Cayaco-Puerto Marqués, casi frente a la planta embotelladora del refresco Yoli.
La incesante ola de violencia que se vive en la entidad y en particular en Acapulco, obligó ayer al gobernador Ángel Aguirre Rivero a decir que los graves índices de criminalidad son “algo terrible que no quisiéramos que se diera ya”.
No obstante, el mandatario estatal no hizo referencia alguna a la indolencia gubernamental, ya que desde octubre del año pasado se mantiene el Operativo Guerrero Seguro en este puerto, el cual se ha extendido hacia otras regiones de la entidad, sin poder frenar la violencia e impunidad.
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