Filo Mayor
Jaime Irra Carceda
Ya he dicho en entregas anteriores que la puja para la sucesión en el Gobierno de Guerrero ya comenzó y que es notorio que el mandatario Angel Aguirre Rivero tiene como su carta fuerte al ahora senador Socorro Sofío Ramírez Hernández, un perredista de nuevo cuño.
También he referido que Ramírez Hernández es un gallo muerto por aquello de que será soltado al redondel del palenque con las navajas romas, sin punta ni filo; porque no tiene alzada, ni músculo, ni la suficiente experiencia en las lides de la política.
Vaya, Sofío sería un candidato "de las izquierdas" muy a modo para que quien sea el abanderado o la abanderada del PRI a la gubernatura lo deje tirado en la arena ¿Acaso se trata de un acuerdo para regresar al PRI al Gobierno de Guerrero?
Veamos: aun con semejante debilidad el ex alcalde de Tlalixtaquilla de Maldonado (Municipio de la región de La Montaña) es perfilado como el futuro candidato de las izquierdas, a pesar de que en los peldaños de la prelación están, antes que él, personajes como Lázaro Mazón Alonso, secretario de Salud estatal y ex senador de la República; Armando Ríos Piter, actual escañófilo en la Cámara alta del Congreso de la Unión; Luis Walton Aburto, próximo alcalde de Acapulco; Beatriz Mojica Morga, secretaria de Desarrollo Social en el Gobierno aguirrista, así como Filemón Navarro Aguilar, ex diputado federal y ahora titular del despacho de Asuntos Indígenas en la misma administración gubernamental.
La única prenda con la que cuenta Socorro Sofío es la que significa contar con el apoyo a granel desde el Gobierno de Aguirre Rivero, algo que parece insignificante ante "el nuevo PRI", el de Enrique Peña Nieto, quien, dicho sea de paso, es rete cuate del mandatario guerrerense. Las líneas de comunicación entre estos últimos personajes está permanentemente abierta, según se reveló días después de las elecciones presidenciales del pasado primero de julio.
En este escenario en el que resalta la debilidad de Socorro Sofío, aparecen las figuras del próximo alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, ex diputado federal y, en Guerrero, un activo político importante para el peñanietismo, y la de Claudia Ruiz Massieu Salinas, también ex legisladora federal y recién integrada al primer círculo de colaboradores del próximo mandamás de Los Pinos, de entre quienes surgirá el abanderado (o abanderara) del PRI por la gubernatura de Guerrero en los comicios del primer domingo de julio del 2015.
En la contienda interna priista se quedarían en el camino "cartuchos quemados" (así les dicen) como Manuel Añorve Baños, hoy diputado federal, y Héctor Astudillo Flores (legislador local y coordinador de su bancada), ex alcaldes de Acapulco y Chilpancingo, respectivamente, y ex candidatos a la gubernatura, derrotados, cada quien en su tiempo, el primero por Aguirre Rivero y el segundo por Zeferino Torreblanca Galindo.
Tanto Moreno Arcos como Claudia no son políticos a los que se les podría calificar como desconocidos en Guerrero. El primero será por segunda ocasión presidente municipal de Chilpancingo, lo que le da empaque suficiente. Ella fue candidata a senadora en fórmula con el ex gobernador René Juárez Cisneros, lo que le permitió posicionarse en la memoria del electorado guerrerense, aun cuando no logró su propósito porque el PRI perdió ante las izquierdas la elección para el Senado. Como el tricolor fue la primera minoría, sólo a Juárez Cisneros le alcanzó para ocupar un escaño. Claudia se quedó en el camino, pero ahora regresa a los intensos reflectores.
Así es que por eso aquí y allá a Socorro Sofía ya le dicen "el gallo muerto". Se augura que frente a los espolones de los priistas tiene, de antemano, perdida la pelea. Ya se verá.
Subiendo la cuesta
Hace casi una semana que el gobernador Aguirre Rivero esbozó un plan para comercializar aquí blanquillos a precios accesibles para la gente de escasos recursos económicos. En Guerrero "hay que echarle muchos huevos", dijo coloquialmente el mandatario, pero resulta que, al menos hasta el jueves pasado el anunció no se concretó y ese producto escasea y, si hay en el mercado, se vende hasta en 3 pesos la pieza o más. Si compramos 3, la suma en dinero sería igual a lo que tenemos que pagar por un bisteck. Jaimei.carceda
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