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Protestas 'light' en las calles y el Congreso


Cuando el senador Carlos Alberto Puente, del PVEM, abrió su discurso con “mexicanas y mexicanos, México tiene presidente electo: Enrique Peña Nieto”, un sector de la bancada perredista lanzó una sonora rechifla.
Ciudad de México • El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, entregó anoche el sexto y último Informe de gobierno de Felipe Calderón al Congreso General, cuya sesión de apertura del periodo ordinario transcurrió en calma, pese a la protesta en tribuna de unos 40 legisladores identificados con el movimiento de Andrés Manuel López Obrador y manifestaciones sin incidentes fuera del recinto y en calles de la capital.
En un acto protocolario de 5 minutos, Poiré depositó en manos de los presidentes de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo, y del Senado, Ernesto Cordero, un ejemplar del Informe y expresó la disposición del Ejecutivo a responder a los llamados para desahogar el análisis del documento.
“La rendición de cuentas y la transparencia son características esenciales de una democracia plena, que funcione, y permiten, a su vez, garantizar que el estado de derecho tenga su ejercicio de cara a la ciudadanía. Es por ello que también quiero subrayar que los integrantes del gabinete presidencial quedamos al pendiente y a disposición de los integrantes del Poder Legislativo para el desahogo del análisis de este documento”, dijo el responsable de la política interna.
Bajo custodia militar, cuatro vehículos de carga ingresaron al palacio de San Lázaro para hacer entrega de los tomos del Informe para la totalidad de los legisladores.
Con una asistencia inicial de 416 de los 500 diputados federales y 112 de los 128 senadores, Murillo declaró abierta la sesión de Congreso General a las 5:17 de la tarde y, después de ordenar la entonación del Himno Nacional, dio paso a los posicionamientos de los siete grupos parlamentarios respecto al último año de la administración federal.
Los representantes de Nueva Alianza, Mónica Arriola; de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal, y del PT, Ricardo Cantú, fijaron las posturas políticas de sus respectivos partidos, sin interrupción alguna.
Pero cuando el senador Carlos Alberto Puente, del PVEM, abrió su discurso con la frase “mexicanas y mexicanos, México tiene presidente electo: Enrique Peña Nieto”, un sector de la bancada perredista lanzó una sonora rechifla desde las curules.
El diputado presidente llamó al orden y el orador tomó nuevamente la palabra en tribuna.
Los turnos siguientes correspondieron a los respectivos coordinadores de los diputados del PRD, Silvano Aureoles, y del PAN, Luis Alberto Villarreal, sin incidente alguno.
Fue entonces a la tribuna la joven diputada priista Adriana Hernández para fijar el posicionamiento de su partido y, de manera simultánea, un grupo de legisladores de las izquierdas se colocó en la parte baja de la tribuna y mostró pancartas de protesta contra la declaratoria de presidente electo a favor de Peña Nieto: “La democracia ha muerto”, “El destino de México no tiene precio” y “Es una victoria pírrica de cinismo y corrupción”.
Hernández comenzó su intervención con un reconocimiento al desempeño de las instituciones electorales y acto seguido remarcó: “Saludamos el fallo emitido por la sala superior del Tribunal Electoral y la oportuna declaración que reconoce a Enrique Peña Nieto como presidente electo de todos los mexicanos”.
En sus curules, los diputados y senadores del PRI comenzaron a ondear múltiples banderitas nacionales de papel y a corear “¡Pe-ña, Pe-ña, Peña!”, mientras las bancadas del PRD, PT y MC lanzaban sus arengas de “¡frau-de, frau-de, frau-de!” y “¡no a la imposición!”
Murillo intervino una vez para silenciar a unos y otros, así como para pedir respeto a la oradora en turno.
Legisladores perredistas afines a López Obrador como Alejandro Sánchez Camacho, Martí Batres, Gloria Cuevas, Gerardo Villanueva, Javier Orihuela, Alejandro Carbajal y María del Socorro Ceseñas, acompañados de algunos petistas, guardaron silencio, pero se mantuvieron en la tribuna hasta el final de la intervención de la priista.
Ni los coordinadores del PRD, senador Miguel Barbosa y diputado Silvano Aureoles ni los legisladores de las corrientes mayoritarias del partido participaron en las protestas de sus correligionarios durante la sesión de Congreso General.
Sin embargo y por acuerdo previo al comienzo de la asamblea, los diputados y senadores de las izquierdas se colocaron en la solapa dos listones entrelazados, uno tricolor y otro negro, en señal de “luto por la democracia”.
Tanto el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, como el senador Barbosa y el diputado Aureoles reafirmaron la determinación de conducirse con “responsabilidad institucional” y actuar en el Congreso como segunda fuerza política, sin automarginarse de las negociaciones y de los acuerdos.
Por separado, los priistas Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, así como los panistas Ernesto Cordero y Luis Alberto Villarreal, expresaron su respeto a las acciones de las izquierdas, pero también refrendaron su acatamiento a las resoluciones de las instituciones electorales y a los mandatos de ley.
Así, en dos horas y siete minutos, el Congreso General dio cumplimiento a la apertura de la 62 Legislatura y recibió formalmente el sexto Informe de Calderón.
Claves
Sin novedad
► Bajo la coordinación de la Dirección General de Resguardo y Seguridad de la Cámara de Diputados, alrededor de 800 policías capitalinos y 500 policías federales custodiaron el recinto.
► El operativo de resguardo y protección se instaló desde las 5 de la mañana y se retiró poco después de las 7 de la noche, al concluir la sesión de Congreso General.
► La Dirección General de Resguardo y Seguridad de la Cámara de Diputados, encabezada por Carlos Gómez Arrieta, concluyó la jornada con un reporte “sin novedad”.

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