Para progresar, Acapulco tiene dos grandes necesidades: Agua y Turismo, la primera porque cada día es más complicado atender las necesidades de una población que no deja de crecer -pese a que las bandas de criminales soltadas por la guerra fallida del expresidente Felipe Calderón, se empeñen en diminuir día a día el número de vivos- y donde políticas erróneas llevaron a la quiebra técnica de la CAPAMA de tal modo que sin ayuda externa no se podrá resolver y, la segunda porque sin turismo no hay ingresos y sin ingresos todo se tambalea, hasta la seguridad y la vida.
En ambos terrenos Acapulco está en el piso: Deficiente servicio de agua potable y poca afluencia de turismo, sobre todo del de alto poder adquisitivo que hizo florecer este bello puerto y en ambos, repito, ningún gobierno municipal podrá salir adelante sólo.
Para fortuna de Acapulco, hay una cierta esperanza de recibir ayuda en ambos aspectos:
En el del agua porque llegó a dirigir la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en donde se mueven los recursos federales a ese hídrico elemento, nada menos que David Korenfeld, un experto en agua que ha estado muchos años en la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS), -a diferencia del anterior José Luis Luege que era un político que o sabía nada de agua- donde ha coincidido también muchos años con otro experto hidráulico: El director de CAPAMA, Francisco Velasco Islas y con el cual ha trabado amistad, sobre todo a partir de un amigo común que fue gobernador de Puebla y que forma parte del círculo cercano al presidente Enrique Peña Nieto.
En turismo, porque aunque la actual secretaria de turismo federal Claudia Ruiz Massieu no es de Guerrero y los hoteleros de Acapulco no la ayudaron mucho en su reciente campaña para senadora por esta entidad, ella es la mejor seguidora de su padre José Francisco Ruiz Massieu, él sí ex gobernador de estas tierra sureña y, el recorrido que hizo en la pasada campaña federal le hizo conocer la grandeza de las posibilidades turísticas de Guerrero y la calidez de su gente y sabe, lo sabe bien, lo debe de haber vivido en su recorrido por la entidad, que el recuerdo de su padre genera simpatías y que eso a la larga le puede significar un nuevo logro político en su carrera. Sabe pues que ya hay priistas que piensan en ella para recuperar la gubernatura para el PRI. Eso hace a Guerrero y a Acapulco en particular, tener esperanzas de que fluirá la ayuda federal, como nunca antes.
En ambos casos sin embargo, la ayuda no llegará de manera automática por hay ciertos escollos que se deben librar: Por un lado el alcalde Acapulco, Luis Walton, es aliado político del más importante impugnador del presidente de la República y no es un aliando cualquiera, es una alianza tejida a los más altos niveles de dirección nacional partidista donde se ha movido, por eso es más notable y, por otro lado, en materia de agua potable ha dado la impresión de recurrir a sus amigos -vgr José Luis Gallegos Peralta, despedido como asesor jurídico externo- para presionar la salida de Velasco Islas, para colocar en su lugar a un político amigo suyo: Efraín Ramos, ex alcalde, que no ha estado relacionado con el agua en ninguna faceta de su vida, como no sea para beberla o bañarse en ella y que legalment está imposibilitado de asumir la dirección. Y aún más, se dice que maneja un plan B (con un gris asesor que ya toma decisiones en materia acuática), porque lo que importa es apoderarse de la CAPAMA para dar empleos a sus incondicionales que aún no coloca.
Para ello ha enfocado sus baterías en el Consejo de Administración, pues siendo un organismo paramunicipal no puede ordenar el cambio de director sin el aval del consejo y en el actual no tiene mayoría.
Simón dice: Tener a la CAPAMA quebrada y sin apoyo federal no le servirá de nada a Walton, antes al contrario, le servirá de ancla, como le sirvió a Manuel Añorve, y en cambio, sí obstaculizaría el apoyo federal que podría fluir entre los amigos Velasco y Korenfeld. Veremos si puede mas la prudencia que los malos consejos de algunos cercanos al alcalde que solo quieren chamba y ni se imaginan el tigre que se sacarían.
En turismo el asunto es más sencillo, si bien el titular de Sefotur Javier Aluni no tiene ninguna relación con Ruiz Massieu, esta si la tiene con el nada leal gobernador Aguirre que hasta le ayudó un poco en la pasada campaña y como éste está seriamente interesado en que Acapulco se levante, como lo han demostrado las obras que ya gestionó y lo sigue demostrando la intensa actividad de su hijo Aguirrito abriendo casas de campaña al por mayor en las zonas populares para hacer gestoría...de su candidatura a la alcaldía; no hay duda que en ese rubro fluirán recursos federales a menos que ocurra algo muy malo como lo que flotó en el ambiente en la firma del convenio de "seguridad".
El secretario de turismo municipal por su parte, si bien no es de altas miras, es un buen y amable acompañante y no estorba al trabajo de la Sefotur y menos de la Sectur, quienes en última instancia le van a hacer la chamba y sólo se la tiene que llevar de muertito, incluso si quiere sólo puede ir a su oficina a cobrar cada 15 días y presentarse a los eventos de foto cada que sea necesario.
En conclusión, Acapulco tiene al alcance de su mano la posibilidad de bajar recursos suficientes en agua y turismo a partir del 2013, sólo hay que esperar que el alcalde ayude y deje que los recursos lleguen a Acapulco.
SIMON DICE:
Es todo por hoy y recuerde: Agua que no haz de beber, déjala correr.
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