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• Las debilidades del PRI

El voyerista
Por Alfredo Guzmán

Las campañas adelantadas, en busca del poder, que no se tiene, pero que aspiran algunos que lo han perdido, hace suponer, a sus promotores, que agrediendo al camarada, al colega, al militante de su propio partido, lo hará crecer. Cuando eso actúa en detrimento de todos quienes pertenecen a una organización política, en este caso al Partido Revolucionario Institucional (PRI). La falta de unidad, golpea cualquier aspiración.
Argumentar que las debilidades y la mala imagen del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado de Guerrero, deriven de las derrotas recientes, de Manuel Añorve Baños y la de hace 6 años, de Héctor Astudillo Flores, como candidatos a gobernador, es simplista y acomodaticio. Añorve y Astudillo juntos, no son ni la milésima parte del priismo en el estado de Guerrero.
El poder de los Figueroa, aunque disminuido, al interior del PRI pesa y determina, aún muchas cosas. Luego entonces, el grupo de los Figueroa, es más poderoso, se entiende, por sus relaciones de poder y sus negocios, más fuerte que los antes mencionados. La imagen de los Figueroa, es deprimente, es detestada y son en mucho, responsables de lo que hoy vive el PRI. Y de sus propias derrotas. Las imposiciones, la corrupción de muchos de sus ediles, de sus funcionarios y de su pasado nefasto, tienen que ver con la mala imagen del tricolor en el estado de Guerrero.
La candidatura o la imposición de Manuel Añorve y que derivó en derrota contra uno de sus ex militantes, Ángel Heladio Aguirre Rivero, fue en parte, porque Figueroa Alcocer, no quiso al actual gobernador como candidato del PRI e inclinó la balanza, hacia Manuel Añorve.
Las circunstancias que promovieron las derrotas de los antes mencionados, son diversas y las circunstancias igual. Y a ello abonaron infinidad de elementos, que sin duda ligan a los Figueroa a ello, entre otros elementos.
La mala imagen del político corrupto en México, es un san Benito que les han colgado al priismo, cuando hoy, que han gobernador, tanto el Partido Acción Nacional (PAN), como el Partido de la Revolución Democrática(PRD), en concreto, no hay ni a quién irle. No hay diferencias.
La mala fama que han establecido, los Figueroa, no es de ahora, viene desde la revolución, cuando traicionan a Zapata. Pero, en ese momento, no había PRI, por ende eso es harina de otro costal. Es parte de la historia, pero no del PRI, sino de un pasado ligado a intereses caciquiles.
Para bien o para mal, el PRI en los estados del país, crece y se fortalece con los cacicazgos que los sustentan. No hay base social, sino sólo para ser manipulada y utilizada por los poderosos, para el beneficio de ellos mismos. El ingreso de las clases medias, es en un sentido, parte de su fortalecimiento, cuando integran la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP). Los trabajadores son la carne de cañón en la Confederación de Trabajadores de México, al igual que los campesinos en la Confederación Nacional Campesina (CNC).
La matanza de Aguas Blancas en el estado de Guerrero, marca de por vida a la familia Figueroa. Aunque ya antes, como parte de la guerra sucia de los años 70s y 80s, los mancha de sangre, cuando molestos por el secuestro del Ingeniero Rubén Figueroa Figueroa, por el profesor Lucii Cabañas Barrientos y a su rescate, claman venganza y apoyan y fortalecen la desaparición y muerte de muchos guerrerenses en la sierra de Atoyac y al interior de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
Luego entonces, salir en este momento a culpar a dos personas, a las que se acusa de responsabilidades que el acusador, no presenta ninguna prueba, ni argumento, es una estrategia fallida. Si Rubén Figueroa Smutny tuviera vergüenza, tendría que ser más responsable y presentar pruebas de sus dichos, ante las autoridades, no ante los medios informativos, porque con ello, sólo busca mediatizar las denunciar y desviar la atención de sus propósitos.
Por lo pronto, hoy, Rubén Figueroa Smutny presentó su plan de trabajo para el municipio de Acapulco, cuando todos creían que presentaría pruebas, sobre las supuestas fechorías del ex edil de Acapulco, Manuel Añorve Baños.
Y si hay un Acapulco destruido, no hay que imaginar mucho, sólo hay que revisar los endeudamientos que dejaron Zeferino Torreblanca Galindo, Alberto López Rosas y Félix Salgado Macedonio, quienes en conjunto, siguen sin ser liberados de sus deudas, de cuando fueron presidentes municipales. Y si Manuel Añorve robó, pues que se presenten las pruebas y que juntos, todos, los responsables vayan a la cárcel. Y con ello se termine esta diatriba de mentiras a medias e informaciones, sin sustento. Gracias. Comentarios; subalterno1234@hotmail.com Y voyer54@yahoo.com.mx

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