Gallery

header ads

¿Cómo modernizar a Pemex?

  Opinión de
  (Manuel Añorve Baños*)

A Jesús Zambrano, por su firme convicción de que México requiere grandes acuerdos para lograr las grandes reformas que ayuden al crecimiento económico.

En la víspera de la celebración del 75 aniversario de la Expropiación Petrolera realizada por el presidente Lázaro Cárdenas del Río el 18 de marzo 1938, el líder nacional del Partido de la Revolución Democrática, Jesús Zambrano, teniendo como telón de fondo el emblemático Monumento a la Revolución, fijó la postura de esta fuerza política respecto a la discusión que se generará en torno a la reforma energética: "Sí, hay que modernizar Pemex, pero modernizar sin privatizar, porque Pemex no se vende, se defiende".

Prácticamente ése fue el mismo planteamiento que realizó el presidente Enrique Peña Nieto durante el evento que tuvo lugar en Salamanca, Guanajuato, el pasado domingo, con motivo de la misma conmemoración. El titular del Ejecutivo federal fue muy enfático: "Pemex no se vende ni se privatiza, se transforma". Es claro que como ha sucedido con los acuerdos y consensos del Pacto por México hasta ahora cristalizados, las coincidencias fundamentales de las principales fuerzas políticas, pero sobre todo el bienestar de las familias mexicanas, serán los pilares que guiarán la discusión de la reforma energética que tendrá lugar en el Congreso de la Unión.

Que no haya dudas: la defensa del petróleo no está a discusión. El espíritu nacionalista que tenemos todos los mexicanos en torno al petróleo -sin distinción ideológica ni posición social- surge y se reafirma por el decreto presidencial del 18 de marzo de 1938. Desde entonces, el sector energético, con Petróleos Mexicanos como la empresa paraestatal más importante de este ramo, es el principal  motor del progreso nacional y así continuará siéndolo.

A Pemex todos los mexicanos le debemos nuestra educación y la de nuestros hijos, los servicios de salubridad que gozamos, así como los de vivienda y prácticamente todas las grandes obras de infraestructura que permitieron el tránsito de un México con un rostro rural a uno urbano. Ciertamente ningún mexicano podría atentar, ni lo permitiríamos jamás, en contra de la empresa más generosa de nuestra vida republicana.     

En 1938 la soberanía del país estuvo entre dicho frente a las empresas petroleras extranjeras y por ello el Presidente de la República tomó la histórica decisión de la expropiación, misma que ha beneficiado la vida de tres generaciones de mexicanos. Sin embargo, en la actualidad vivimos circunstancias muy distintas que nos exigen miras de altura. Se deben tomar decisiones que nos permitan transformar la industria petrolera del país, sin el desarraigo nacionalista que la caracteriza.

Es claro que el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto de modernizar a Pemex es firme, así como el respaldo de todos aquellos que quieren que esta paraestatal se transforme para beneficio de todos los mexicanos. Hoy sabemos qué tenemos que hacer, pero muy pocos explican cómo hacerlo posible.

Fue así que el Presidente de la República ha explicado las seis líneas de acción que permitirán realizar una auténtica reforma energética, es decir, que sea amplia, integral y para el beneficio de todos los mexicanos. El primero será establecer una nueva estructura organizacional que mejore la toma de decisiones y haga más eficiente y transparente la operación de Pemex. El segundo será alentar la ética corporativa y la responsabilidad social de la paraestatal. El tercero buscará  promover el crecimiento verde y el desarrollo de energías renovables. El cuarto potenciará a la industria con el desarrollo de cadenas de proveedores nacionales. El quinto tenderá a orientar las inversiones en la empresa y, finalmente, el sexto eje fortalecerá su capacidad de inversión y el desarrollo tecnológico.

En definitiva, la Estrategia Nacional de Energía (2013-2027) apunta hacia ese sentido. Los senadores de la República ya la han aprobado, es tiempo que los diputados del PRI, con el liderazgo de nuestro coordinador Manlio Fabio Beltrones, analicemos su contenido y demos impulso a los cambios necesarios que hagan posible que Pemex continúe siendo una empresa pública y propiedad del Estado, como siempre lo ha sido, pero que al mismo tiempo tenga la  capacidad de ser tan competitiva como cualquier otra empresa de clase mundial.

*Diputado priista
Enviado desde mi oficina móvil BlackBerry® de Telcel

Publicar un comentario

1 Comentarios

  1. si fuese en la opinion de MAB creo que no tiene moral para decir todo esto, al dejar un ayuntamiento con una deuda insostenible y un acapulco pisoteado y por los suelos en cuestion de imseguridad, viniendo de un clan de dinosaurios que solo quieren enriqueserce ellos mismos como el viejo Pri, yo me pregunto quien es Mab para opinar. la relidad es que pemex dejara de ser de los mexicanos y el dia 18 de marzo tendra que dejar de conmemorarse y poner un dia en que el viejo pri revivio solo para privatizar al pais. pero la historia y el tiempo son sabios : NADA ES PARA SIEMPRE algun dia los dinosarios se extinguiran.

    ResponderEliminar

¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?