El voyerista
Por Alfredo Guzmán
• ¿La sombra del artículo 76-V?
La sociedad guerrerense está molesta con su gobernador y con sus
autoridades educativas. Sobre todo la que habita en la capital,
Chilpancingo.
Los ciudadanos, se preguntan, hasta cuándo. ¿Qué tiene
que suceder, para que la autoridad actúe, no para reprimir a nadie,
sino para permitir a la sociedad chilpancingueña, vivir en sociedad?
En Chilpancingo, capital, pareciera que no hay gobierno. Es la
percepción que tiene la gente y que reclama de sus autoridades, respeto.
Que no se malentienda. Lo que quieren los capitalinos, es poder
transitar, por la ciudad, sin que ésta se encuentre tomada, taponada o
bloqueada, por nadie.
Las leyes establecen, que el gobierno debe ser
quien permita que los ciudadanos, transiten libremente, y sin que haya
nada que se los impida. Cierto, que desde que llegó el gobierno de Ángel
Heladio Aguirre Rivero, las condiciones de vida, de inseguridad y de
caos social, se han elevado.
En las actuales circunstancias
políticas y sociales del país, todos los gobernantes, se encuentran ante
el ojo escrutador de la ley y del poder. Nadie por encima de la ley, no
a la corrupción, colusión, ni omisión.
En el estado de Guerrero,
hay un gobernante omiso, que no ha hecho su trabajo y que espera que
todo se lo resuelva la federación.
El estado de Guerrero, a
diferencia de otros del país, ha tenido en su historia tormentosa, la
mayor cantidad de aplicación del artículo 76, capítulo, Inciso V. La
desaparición de poderes.
Cuando hay un gobernante omiso,
irresponsable, incapaz y promotor de situaciones caóticas, el Senado de
la República, puede actuar, para restablecer las garantías
constitucionales, restablecer el libre tránsito y el orden público.
La desaparición de poderes es un proceso legal, mediante el cual se
declara que por distintas causas, que pueden ser políticas o sociales,
han dejado de existir como tales los poderes públicos de un estado de la
federación, y por lo tanto el Senado de la República, interviene por
sobre la soberanía de un estado, para designar nuevos poderes que
sustituyan a los desaparecidos.
Nadie quiere que ocurra una
situación más en el estado de Guerrero, luego de las muchas ya
ocurridas, por circunstancias diversas.
Por lo tanto, el gobernador
del estado de Guerrero Ángel Heladio Aguirre Rivero, debe aplicarse,
debe hacer la tarea que no ha hecho y deberá actuar, no contra la
integridad de nadie, sino para que la autoridad, pueda trabajar en
función de la sociedad.
La Cámara de diputados, no puede funcionar.
El gobierno del estado, se encuentra igual. La tareas judiciales, si
ocurren, pero poco falta para que no sea así. No hay ingobernabilidad,
pero los capitalinos y en parte los de Acapulco, dos principales plazas
en el estado de Guererro, viven en una condición crítica.
La
pregunta que se hacen los ciudadanos, es de qué nivel es el trabajo que
desempeña este gobierno, que no logra imponer un orden, para que quienes
quieran manifestarse, lo hagan pero sin afectar a terceros, con
bloqueos, que ocasionan daños severos, no sólo al comercio, tránsito,
escuelas, hospitales, enfermos, en fin, ciudadanía en general.
Un gobernante que no sirve a su sociedad, debe considerar qué está haciendo, para que las cosas salgan tan mal.
Si no pueden renuncien y habrá, sin duda quien si pueda gobernar, no
con mano dura, sino con inteligencia, capacidad, orden, respeto y
aplicando la ley. Un pueblo sin ley, es una sociedad a la deriva. ¿O
esperarán a que venga la Federación a solucionar, lo que no han querido
hacer? Gracias, comentarios; subalterno1234@hotmail.com Y
voyer54@yahoo.com.mx
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