Muerte en el Cobach y fracaso de autoridades de Guerrero

Simón Blanco
 

El hallazgo de los cadáveres de un maestro y una alumna del plantel 7 del Colegio de Bachilleres, en el camino a Pueblo Nuevo, en la zona alta de la colonia Santa Cecilia, demuestra palmariamente el fracaso y la incapacidad de las autoridades policiacas del estado de Guerrero para combatir el crimen y ni siquiera para investigarlo, pero lo que sigue demostrará una vez más la estupidez con que se gobierna al estado.

Debe saber el lector que el camino a Pueblo Nuevo está relativamente cerca de la Santa Cecilia, donde está la escuela de donde fueron privados de su libertad. Pueblo Nuevo está cerro arriba de la Santa Cecilia. Ahí han ido mandatarios y funcionarios federales a dar banderazos de diversos programas ecológicos en diversas etapas, casi siempre fracasados.

Los delincuentes no tenían allí muchas salidas, estaban prácticamente copados y no era difícil  dar con ellos, pues esa zona no está muy poblada y la gente se conoce entre sí. Una mínima investigación policiaca, con entrevistas a testigos hubiera dado de inmediato la ruta de escape y por ende la ruta donde debían buscar. Pero no estaban buscando a los secuestrados y sólo fueron cuando se enteraron que había tirados dos cadáveres, sin tener siquiera la idea de que eran los jóvenes secuestrados.

Porqué no los buscaban? ¿por qué no eran españoles o canadienses o hijos de políticos o funcionarios las víctimas? O simplemente porque las autoridades no hacen su trabajo y sólo simulan. Como cuando la víctima de algún delito ha ido a denunciarlo y le dicen los propios agentes que mejor no le busque, que los responsables han sido de "la maña". "La maña" que se ha convertido como el "coco",  que a todos espanta y que tiende con ese temor un manto de impunidad sobre los delitos y una pasmosa inactividad en los cuerpos policiacos.

Pero lo que se avecina es de toda lógica. Los maestros paran labores apra exigir seguridad, porque saben que así como fueron sus compañeros, cualquiera puede estar expuesto a que vuelva a ocurrir. Nadie está seguro. Pero la respuesta de las autoridades ya se puede también anticipar. Les dirán que vuelvan a clases, que de no hacerlo les descontarán su salario. Ya lo dijo el gobernador Ángel Aguirre, el no trabaje no cobra, qué le importa al gobernador que no vayan a trabajar porque peligra su vida, primero está su autoridad.

En dado caso qué podría ofrecer el gobernador, si él también está atado de manos?

Lo que han hecho hasta ahora las autoridades es ponerse duros con el débil, con el ciudadano y doblar las corvas ante la delincuencia. Como ocurrió el día de la marcha magisterial, en que el gobernador envió a más de mil granaderos, listos para desalojar a los maestros de la Costera, pero no hizo lo mismo el día que unos 20 encapuchados bloquearon 9 horas la Costera atravesando camiones.

A esa autoridad ¿para qué la queremos?

Organizarnos en autodefensas ciudadanas no es una salida porque rompe el orden democratico, si bien es una necesidad ante la ausencia de la autoridad, pero si tomáramos esa vía tendriamos que dejar tambien de pagar sus sueldos, es decir, dejar de pagar impuestos, implicaría caminar hacia algo peor.

Por eso una nueva constitucion nos debe dar herramientas para que cuando la mayoria crea que un gobernante no funciona, lo podamos quitar porque nunca se van a ir por su gusto dejando los millones que manejan.

En este caso particular no somos los ciudadanos quienes le tenemos que decir qué hagan y cómo lo hagan pues ellos cobran por ser autoridad (y cobran muy bien) y eso incluye darnos seguridad. Si no pueden o si no saben cómo, entonces que renuncien y que permitan que gobierne alguien que si sepa como hacerlo. No creen.

 

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