Es completamente
irrelevante que Convergencia y el PRD hayan abdicado a formalizar querella
contra la CETEG por el delito de incendio en sus sedes domiciliarias. Para que
lo sepan, quienes sacan las manos del fuego, el de incendiario es un delito
grave que, no necesita de la querella del agraviado para que el Ministerio
Público integre la averiguación, pues atañe al Fuero Común, de oficio,
satisfacer el orden legal e impedir que estos hechos criminales, por impunidad,
vuelvan a repetirse.
Ningún
delito está sujeto al ánimo político de los partidos. La clasificación de una
transgresión se valúa en base al daño
que implica su cometido.
El perdón
previo, que los políticos anuncian como una prevención para evitar mayores
confrontaciones, es contrario a la exigencia general de que se aplique la ley a
los infractores.
En teoría
hablan los líderes del PRD Y PC, porque la Procuraduría, en su calidad de
fiscal penal, debe realizar sus pesquisas sin necesidad de que se lo pida la
sociedad o la limiten a actuar los institutos políticos.
Sabemos
que es debido a su ignorancia jurídica que los políticos intervienen en una
supuesta intención de no echarle más leña al fuego pero, esa actitud de
entorpecer la acción de la justicia y tratar de bloquear las de por sí lentas
actuaciones del Ministerio Público, es parte de la tradición guerrerense, de
que no se implique ninguna pena a los delincuentes y se mantenga incólume la
impunidad.
Con la
gestión anti ley del PRD y el PC se está prodigando el abuso, el libertinaje y
la arbitrariedad, como ha sido históricamente con Aguas Blancas -donde uno de
sus retoños es diputado local-, y la
matanza de los copreros, a cuyo autor Raymundo Abarca Alarcón, el desmemoriado
y actual secretario de Salud, Lázaro
Mazón Alonso le puso de sanguinolento nombre
al hospital Tierras Prietas de Chilpancingo.
La
justicia es una obligación del Estado, no una concesión graciosa de los
partidos. Si queremos que prevalezca el Estado de Derecho en Guerrero, debemos decirles a esas chachalacas -adjetivo
izquierdista-, que se callen.
PD:
“Sócrates bebió la cicuta, por acatar la Ley”: Platón.
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