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Merced Valdovinos




Juan López
    El sector educativo no se circunscribe a los reclamos callejeros de los maestros -¿maestros?-.  La matrícula magisterial es un universo de múltiples asuntos. La Secretaría de Educación Pública  almacena enormes funciones en sus facultades administrativas y docentes. Existen dos cabezas que compiten en el Contrato Colectivo de Trabajo. Es bicéfalo el sindicato. Por un lado el SNTE: Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Por el otro la CNTE: Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Lo mismo pero más rijoso y más intransigente. Ambos núcleos humanos, gozan de la misma impopularidad poblacional. No hay sector social que los aprecie y defienda.
    Existen dos corrientes laborales que se desprecian, pero son iguales en sus chantajes al gobierno y semejantes en sus reclamos ensordecedores.
    No están de acuerdo con: la reforma educativa, con el horario de verano, con el pacto por México de todos los partidos. Se cuenta como chiste que cuando un profesor se desmaya no vuelve en sí, sino que recobra el conocimiento en no. Cualquier modificación en reformas y cambios  en la enseñanza  o disciplina, los enfada, les ofende y saltan como perjudicados por la mano del autoritarismo de un gobierno que no los consiente  y mima.
    Por lo mismo estos son tiempos para erradicar a los flojos:  aquellos que no cumplen con su destino y por  ende escatiman  el de los demás.  Un nefasto no sólo impide el armonioso crecimiento en su entorno, afecta de modo inmediato a quienes forman parte de su equipo humano y de sus relaciones colindantes. Está claro: no necesitamos a los indolentes, a los patanes, a los inadecuados, a los que contaminan con su ineficacia. A los que no les pagan a los ausentes y tampoco a los asistentes.
    En la Secretaría de Educación Pública erró quien debía de mantener la ecuanimidad administrativa. Hizo que justos pagaran por pecadores agarrando parejo. Impidió que la nómina llegara a profesores que cumplieron con su deber de asistir a las aulas y los confundió con la turba que salió a la calle a realizar sus desmanes. Y no corrigió a tiempo su pifia. Se mantuvo soberbio cometiendo el error.
    Despedido de su cargo de Contralor  el  dubitativo equivocado, el gobernador Ángel Aguirre optó por un Caballero de la Política para que del incorregible,  corrigiera las fallas. Tocó a Merced  Valdovinos Diego   ser el indicado para  cauterizar  tanta impericia.
    La convulsión en los apriscos educativos. La vigilancia exacta que requiere el Magisterio en sus intereses y derechos. El profesionalismo de los funcionarios que atienden tan conflictivos cobertizos. La capacidad humana para el manejo de los problemas  educativos. La paciencia como un elemento de concordia. La armonía, sustento de la política de  cordialidad. De estas indispensables rutinas sabe el nuevo titular de la Contraloría de la Secretaría de Educación en Guerrero. Lo que garantiza que será un aliado  de los acuerdos que se turnen en esta temporada de ajustes  educativos en Guerrero.
    Estas líneas tienen un sincero comentario laudatorio, porque la designación del nuevo Contralor de la SEG es un acierto del gobernador Ángel Aguirre. No sólo deben ser contenidas las hordas que tratan de impedir el ritmo de trabajo de los guerrerenses, en todas sus actividades productivas, sino que también debe dársele las gracias a los funcionarios que, impedidos por su escasa inteligencia para servir a las causas  más ingentes del Guerrero, son también parte de las penurias
    PD: “Un inepto puede arruinar a un gobierno”:  Aristóteles.

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1 Comentarios

  1. Tienes una idea érronea la CNTE no funciona como sindicato, el SNTE sí lo es, yo te pregunto cuando un sindicato dentro de aus statutos tiene la línea de seguir y obedecer todo lo que su patròn diga, se supone que debe defender todo lo que lacere en cuanto a derechos laborales de sus trabajadores, y sin embargo el SNTE no lo hace como tal. El maestro(a) trabaja con las herramientas que la SEP le dá, plan y programas de estudios, libros para el maestro y libros de texto, el maestro planea su clase y acenta calificaciones de acuerdo al aprovechamiento de los alumnos. Y ahora resulta que estas herramientas no sirven, ahora resulta que el maestro no sirve , ahora resulta que cuando fallan las politicas publicas educativas no encuentran a otros culpables mas, que los maestros.

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