Este lunes los azorados visitantes recibieron nadamenos que a la secretaria de salud federal, Mercedes Juan López, una mujer vestida con ropa de diseño y hablar afresado que sólo tom+ó el micrófono para decir que agradecía "la compañía de quienes me acompañan" y que aún las cosas no se han hcho lo bien que se quisiera, pero que "ahí va, por lo menos para ampliar este centro de salud", luego de un recién pintado y remodelado caserón que sirve de centro de salud y de observar un malecho baile, que según la presidenta del DIF estatal sirve para bajar de peso.
A más de 34 grados de temperatura, bajo el rayo del sol, porque el tendido sólo daba sombra a los invitados especiales, la gente y escolares llevados hasta allá, aguantaban, del lado del pavimento, algunas con pesadas botas de caucho, propias para humedales y que algunos terminaron por quitarse.Algunos se apretujaban a una pared descarapelada para medio librarse de los inclmentes rayos solares, otros empujaban hacia el frente ´para robarle espacio al presidium y entrar bajo el tenderete de los VIP.
La secretaria de salud, Mercedes Juan López y el secretario de salud del | estado, | Lázaro Mazón. |
El alcalde Lui8s Walton en su calidad de anfitrión dio la bienvenida a los visitantes y habló con franqueza de los distintos Acapulcos que existen por estas tierras, "yo creo que más que los tres Acapulcos que se dicen, el Diamante, el Dorado y el Tradicional, yo creo que sólo existen dos: El de la Costera y este, donde se tienen todas las necesidades" dijo al expresar su esperanza de que realmente lleguen todos los recursos comprometidos por el gobierno federal, en la Cruzada Nacional contra el hambre.
A la que no fue tan bien, fue a la señora presidenta del DIF, Laura del Rocío de Aguirre, que a duras penas leía un pequeño escrito que le prepararon sus asistentes, adecuado al momento, presumiendo sus grupos de baile, que ha creado y promovido por el estado -lo que le valió, eso sí, un reconocimiento de la secretaria federal de salud-, mientras entre el público, una mujer con un niño en los brazos murmuraba que todo era "puras promesas que nomás no cumplen" y mencionaba que tenían un mes limpiando el arroyo y que "nomás se la pasan sentados".
Tenía razón esta mujer, pues Trasfondo pudo tomar imágenes, a unos pasos del presidium, atrás de ellos, un tiradero de basura a cielo abierto, aguas negras escurriendo por el cauce del arroyo, con basura además, lámparas de las luminarias prendidas a pleno sol y restos de basura quemada, que además de contaminar el ambiente, es una huella inequívoca de que no pasa el servicio de limpia.
Esa parte no la vieron los invitados VIP pues había unos maderos que lo cubrían , si lo vieron en cambio, empleados de Salud, que se mantuvieron arriba de su camioneta refrescándose con el aire acondicionado.
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