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Luis Walton, en evidencia: oculta gastos y roba en sus gasolineras

Palabras Mayores

 Por Jorge Romero Rendón

Dos hechos han revelado la falta de probidad del alcalde acapulqueño Luis Walton: los regidores se rebelaron y abandonaron dos sesiones de Cabildo en demanda de que el alcalde informe y transparente gastos de su gobierno municipal; mientras inspectores de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) clausuraron las bombas expendedoras de una gasolinera propiedad de Walton, pues robaban 200 mililitros por cada litro…
Sobre los hechos, algunos defensores del alcalde y millonario empresario gasolinero, han dicho que los regidores de Acapulco “reventaron” las sesiones de Cabildo para presionar a Walton por razones financieras; mientras que sobre el tema de las gasolineras argumentan que fueron “vendidas” antes de que tomara posesión de la presidencia municipal.
Sin embargo, ambas disculpas son falsas. Primero, porque en el tema del Cabildo, ya en diversas ocasiones los regidores acapulqueños se han quejado de que Walton NO ha transparentado el uso que le da a los dineros del presupuesto, pese a que fue una de sus principales promesas de campaña.
Lo único que ha presentado el gobierno naranja de aquel puerto son “cortes de caja” mensuales en los que se menciona el gasto de millones de pesos en rubros globales que presenta el secretario de Finanzas municipal, pero que no desglosa para conocer exactamente cuánto se gasta en cada caso, cuánto en salarios y prestaciones de funcionarios y personal de confianza, gastos personales y de representación de esos funcionarios, gastos administrativos, por viajes, por viáticos, por celulares, por gasolina –y sobre todo en qué gasolineras se compra-, en fin.
Como ejemplo, los regidores mencionan las páginas de internet del gobierno federal priista, que SÍ desglosa todos los gastos hechos incluso por la Presidencia de la República.
En ese sentido, los ediles de Acapulco le dijeron a Walton que NO quieren más “cortes de caja”, pues es solo una forma de aparentar una transparencia que en realidad NO existe, y por lo tanto reclaman un desglose que compruebe de verdad cómo se gastan los recursos públicos, que se haga en sesión de cabildo, y que se difunda a la población, para que la gente participe en un verdadero escrutinio público del gasto.
Al respecto, Walton respondió que “no hay problema”, pero el tiempo pasa y no se ven los informes desglosados por ningún lado. Y si el alcalde sigue ninguneando al Cabildo, la rebelión de los regidores simplemente no le permitirá gobernar…

Gasolineras, fuente de la riqueza de Walton…

En una entrevista periodística hecha por quien esto escribe durante la jornada electoral de octubre del 2005, Walton dijo dos cosas sobre el origen de su fortuna: la gestión de los negocios de la familia del expresidente Miguel Alemán Valdés, y las gasolineras, sobre todo las gasolineras que posee en Acapulco, que le han permitido gozar de una vida holgada, mantener un yate y un avión particular, y llevar un tren de vida con gastos “mínimos” de casi un millón de pesos al mes.
Sin embargo, luego de haber ganado la elección municipal del año pasado, Luis Walton dijo que vendería sus gasolineras para evitar un conflicto de intereses entre sus negocios y su gestión como alcalde.
Sin embargo, una fuente de la propia gasolinera ubicada frente a la glorieta de La Diana en plena Costera Miguel Alemán –donde Walton ha tenido siempre sus oficinas corporativas- afirmó que dicha venta fue simulada, pues solo se cambiaron los nombres al hacer una nueva escritura legal frente a notario, con lo que solo se triangulan los ingresos de esa y otras gasolineras propiedad de Walton, quien aún toma decisiones sobre sus operaciones.
Por esa razón algunos regidores de Acapulco quieren saber si el ayuntamiento está adquiriendo combustibles a las empresas de Walton, pues como mencionó en otra entrevista el exalcalde Félix Salgado Macedonio:
Dijo que “me encontré al inicio de mi gobierno que Walton tenía un contrato con mi antecesor –Alberto López Rosas- de adquisición de gasolina, y cuando investigué supe que se repartían los beneficios de la compra de miles de litros de a 750 mililitros, imagínate toda la flotilla del ayuntamiento más grande de Guerrero poniéndoles gasolina a diario por más de dos años, un negociazo de los dos…”
En ese contexto, no extraña que la gasolinera de La Diana –propiedad de Walton- siga siendo sancionada por el mismo pecado de toda la vida: por vender litros incompletos, o lo que es lo mismo, por robarle a miles de turistas y de acapulqueños durante tantos años, impunemente. Tanto que logró labrarse una imagen pública de político honrado que lo llevó al poder.
¿Se dejarán comprar los regidores de Acapulco o revelarán todo lo que saben…?
Correo electrónico: rendon59@gmail.com

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1 Comentarios

  1. Ya nunca vuelvo a cargar gasolina en la Diana y la mera verdad todas las pinches gasolineras de acapulco son como los partidos politicos "no hay a quién pendejos irles" todos chingan al pueblo mexicano y todos representan lo mismo (robar).

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