Gallery

header ads

¿A los transportistas todo, al pueblo nada?

TRASFONDO

Por JULIO ZENON FLORES SALGADO*
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, ha anunciado todos los privilegios para los transportistas de la entidad. Primero los ha dejado hacer y deshacer por las calles de la ciudad. Un automovilista o peatón no puede ni soñar con que un camión urbano de pasajeros o un taxi, no pueda invadir áreas peatonales, recoger pasaje a media calle, jugar carreritas entre ellos, traer música por arriba de los decibeles permitidos, cargar combustible con pasaje a bordo o que anden bien vestido y que sean educados. Todo ello gracias a la protección de la autoridad estatal, que en Guerrero se representa por la Dirección Técnica de Transportes.
Pero aunado a eso que le da toda la libertad y que los hace los dueños de las calles, con los que da miedo toparse, hace algunos días el gobernador les prometió 5 mil concesiones más, a contrapelo del proyecto del mismo gobernador Aguirre, del Acabús, según el cual se retirarían unidades y por supuesto concesiones.
Al mismo tiempo que les prometió esas concesiones, las cuales, inclusive, según los auténticos transportistas que tiene muchos años dedicados a esa actividad, no les será de ningún beneficio pues en realidad las entregan a los líderes, los cuales las venden a 70 mil pesos cada una; el gobernador también les ofreció 30 mil pesos a cambio de sus automóviles actuales de la marca Volskwagen Sedan, que son prácticamente chatarra y cuyo valor real no supera los 15 mil pesos y, por si fuera poco, les prometió también construirles casas habitación y oficinas para sus gremios.
¿Por qué tanto repentino cariño por los transportistas, que son tan mal vistos por la sociedad?
Bueno, como el gobernador no es taxista, sino ganadero de Ometepec, no se le puede atribuir un espontáneo brote de amor por sus colegas. No. el fondo es, sin duda, el interés.
¿Qué interés? A decir verdad, al respecto sólo se puede suponer. Interés ¿económico? Puede ser. Si multiplica usted 70 mil pesos de cada concesión que venden los líderes, por 5 mil, son 350 millones de pesos. Sí, es un buen negocio. Pero se supone que se tiene que repartir entre líderes y funcionarios, y ya repartido no parece tanto, para un gobernador que maneja mucho más que eso.
Interés ¿Político? Puede ser. Si usted multiplica 5 mil concesiones nuevas sumadas a las 20 mil ya existentes, por cuatro personas, en un solo viaje esos transportistas corporativizados por líderes venales pueden movilizar a 100 mil personas, el día de la elección. En cuatro viajes habrían movilizado a una cantidad tal que puede hacer ganar cualquier elección al personaje que él decida apoyar. Y aún hay más. Si se ejerce pleno control del transporte, el día de la elección se evita a los “acarreadores” de los contendientes, que puedan llevar votantes a las urnas.
Eso, en un estado como Guerrero, donde la compra y acarreo de votos han sido factor determinante para ganar o perder elecciones es una mina de oro.
¿Es entonces control político de las elecciones venideras lo que busca el gobernador? Me atrevo a suponer que sí. Ahora bien, ese mecanismo de movilizar votantes no es infalible y ya ha sido neutralizado en el pasado. Fue el poder presidencial de Calderón, el que lo neutralizó en la elección de gobernador pasada, por lo cual puede resultar una mala inversión de Aguirre, muy costosa, además, para el pueblo de Guerrero, que observa cómo se compromete su tranquilidad, apapachando a un gremio de verdaderos patanes.
Xxxx
*El autor es analista político, periodista, escritor y marketer digitalTu opinión es importante, Comunícate con nosotros a: trasfondoinf@hotmail.com

Publicar un comentario

0 Comentarios