04TRASFONDO
Por JULIO ZENON FLORES*
Una cuenta superficial de los personajes de Guerrero, que
dicen aspirar a ser candidatos a gobernador y que tienen un partido que los
respalda y por el cual pueden llegar a cumplir su sueño, arroja al menos 16
personas, de las cuales solo tres son mujeres.
Empezaremos por las tres damas. Una es Delfina Olivia Pérez,
una diputada local del PAN, prácticamente desconocida, que muy probablemente
llegó a ese puesto por “cuota de género” (esa regla absurda que permite a las
mujeres obtener puestos de representación popular sin más esfuerzo que su
género, pasando por encima de los derechos de otros, que se capacitan,
trabajan, operan y, al final se quedan fuera, por la atrocidad de ser hombres)
y por la misma razón es coordinadora de la pequeña fracción blanquiazul en el
congreso local.
La otra es la Secretaria de Desarrollo Social del estado,
Beatriz Mojica Morga, de origen de izquierda, con estudios de maestría y que a
diferencia de la primera, se ha ganado con trabajo sus espacios, porque, al
contrario, a ella el ser mujer le ha significado un obstáculo para hacer
política. Tiene sin embargo la debilidad de ser parte de una corriente que no
está en el ánimo del gobernador, que es hoy el que acuerda con la dirigencia
nacional y, el que pese a su trabajo sólo es conocida regionalmente.
La tercera es la priista secretaria de Turismo, Claudia Ruiz
Massieu, una mujer peso pesado de la política nacional, por su relación
familiar con el poderoso ex presidente Carlos Salinas de Gortari y por ser hija
del ex gobernador reformador guerrerense, José Francisco Ruiz Massieu. Por
supuesto es ampliamente conocida, aunque se le considera desarraigado del
estado, ya que su vida la hizo prácticamente fuera de la entidad y sólo regresó
a hacer presencia en una mediana campaña por una senaduría hace unos dos años.
De los 13 hombres que dicen querer esa candidatura,
empezaremos a mencionar a algunos que probablemente no se les haya escuchado
mucho, como el diputado federal Sebastián de la Rosa Peláez, que tiene una
larga historia de cabildero, como operador político, pero no de lealtades. Es
muy poco conocido en el estado y se dice que realmente lo que busca es que lo
volteen a ver para hacer presencia y ver qué puede sacar.
Otros de medio pelo son los panistas Jorge Camacho Peñaloza
y Marcos Efrén Parra, que tienen muy poca actividad política que los respalde,
ni siquiera tienen un grupo fuerte en el PAN que los impulse y parece más que
en realidad buscan alguna alcaldía de sus lugares de origen.
Otros que han tenido poco arrastre son Alberto López Rosas,
que arrastra consigo el caso de Ayotzinapa, del cual ha tratado de deslindarse,
y una fallida precampaña para senador. Es un político de izquierda, que ha
actuado con valentía como legislador, pero no se ha rodeado de las gentes
adecuadas, en sus cargos de decisiones ejecutivas.
En ese mismo tenor se mueve el presidente del PRI en el
estado, Cuauhtémoc Salgado Romero, priista de muchos años, con simpatías
regionales y algunos apoyos nacionales, que pueden contar en el momento de
definir, pero que no ha logrado penetrar en el gusto de la población y las
encuestas que se conocen lo colocan con pocas posibilidades.
Por razones de espacio únicamente enumeramos al resto: el
senador Sofío Ramírez Hernández, el presidente municipal de Acapulco, Luis
Walton Aburto, el presidente municipal de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, el
diputado federal Manuel Añorve Baños, el diputado local Héctor Astudillo
Flores, el titular de Copladeg, Víctor Aguirre Alcaide, el secretario de salud
estatal, Lázaro Mazón Alonso y el senador Armando Ríos Piter.
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*El autor es analista político, periodista, y marketer
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1 Comentarios
Porque todos quieren robar al pueblo y quieren tragar con manteca hasta hartarse y si no preguntenle al jr como esta de gordo, o al muñeco diábolico que no se cansará hasta ser gober
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