Se los dije

TRASFONDO

JULIO ZENON FLORES

Un día antes de la elección interna del PRD escribí en esta columna que esa contienda sería una guerra de estrategias, donde los más ingenuos o menos maleados, serían avasallados por aquellos que tienen la experiencia y el costal de mañas, en fraudes electorales o el dinero para comprar los votos.

Es un poco penoso escribir ahora “se los dije”, pero no me imaginé que las cosas llegaran al grado de impedir el voto a gente de reconocida militancia en el PRD como el ex alcalde, ex primer diputado federal de ese partido, ex procurador y actual secretario del trabajo en el gobierno perredista, líder de una de las corrientes que hacen vida al interior del sol azteca, Alberto López Rosas.

El argumento de los funcionarios de casilla, debidamente insaculados, por el INE, fue contundente, el destacado abogado laborista no estaba en el padrón perredista. ¿Quién lo diría? Y sin embargo, el vocal ejecutivo del INE remarcó: los perredistas no revisaron su padrón. ¿Pero será sólo eso?

Lo de los tres municipios, Juchitán, Ayutla de los Libres y Metlatónoc, donde se suspendieron las elecciones, que se suman a los 10 en los cuales de por sí se anunció que no habría elecciones, pudiera ser lo de menos ante las recurrentes quejas de compra de votos, y acarreo de votantes en Tierra Caliente, Chilpancingo y Acapulco, casi todas en contra de la recientemente creada corriente de Izquierda Progresista Guerrerense (IPG), digamos que los que tienen la maleta llena de dinero y que al no haber hecho la afiliación oportunamente tenían necesidad de recurrir a esas acciones, como si no supiéramos que las otras corrientes, Grupo Guerrero, por ejemplo, también tiene lo suyo en cuanto a experiencia de cómo conseguir votos cuando falla la propaganda.

Quizá los perredistas de la cúpula nacional tuvieran buenas intenciones y quisieron hasta innovar en este proceso electoral, con el fin de lanzar un buen mensaje a la sociedad, de cara a la elección constitucional de 2015, al solicitar que fuera el Instituto Nacional Electoral (INE) quien les llevara a cabo su proceso, pero lo que los “Chuchos” no pueden controlar es el manoseo en los estados por los caciquillos de las corrientes que buscan o mantenerse en el control del partido u obtenerlo, como es el caso del choque de trenes en Guerrero, entre el gobernador que creó a su IPG para apoderarse del partido y con ello de las candidaturas para el proceso que viene en seguida y, el Grupo Guerrero, de David Jiménez Rumbo, que ha mantenido la hegemonía y pretende seguir así para ser quien se despache con esas candidaturas. Un proceso donde las otras corrientes quedan como la carne del sándwich o en la obligación  de decidir con quien se alían, o a quien se subordinan para evitar ser avasalladas.

Pero además de que no pudieron controlar a esas corrientes rupestres, los líderes de la cúpula no confiaron del todo en el INE, lo limitaron pues, al no permitir que existiera PREP y al hacer ellos mismos la afiliación y su revisión, que resultó en un burdo rasuramiento de los indeseables de las corrientes.

Finalmente el mensaje que se manda es un cochinero, pero falta aún, que se canten las victorias y las respectivas impugnaciones, todo lo cual queda fuera del INE, y cae en la estructura interna del partido, es decir en la comisión de garantías y vigilancia del PRD, con lo cual todo parece que el INE sólo fue utilizado para intentar darle una embarradita de transparencia. Ese es el PRD real, de carne y hueso, y así va a las elecciones del 2015.

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