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TURISTEROS DE GUERRERO, EQUIVOCADOS

Los turisteros de Acapulco están lanzando una campaña que intenta linchar mediáticamente al movimiento reivindicativo de normalistas, maestros, padres de familia y diversas organizaciones sociales, con el pretexto de que les están afectando en sus ingresos.

Incluso el líder microhotelero Javier Saldivar ha advertido prácticamente de convocar a una guerra civil en el estado de Guerrero, al pedir "tregua" a los manifestantes que insisten en pedir el regreso con vida de sus 43 compañeros desaparecidos por la policía de Iguala, el pasado 26 de septiembre de este año y amenazar de que por el contrario ellos -se entiende que los hoteleros-, también podrían tomar acciones contra los estudiantes que se manifiestan. Nada más equivocado.

Vivimos en un país democrático, donde existe la libertad de manifestación, máxime cuando ésta tiene un origen justo, como el de aquellos que muestran su indignación por la desaparición de sus compañeros y piden su regreso con vida y, donde la libertad de empresa está garantizada, sobre todo si, como en este caso, generan miles de empleos y una millonaria derrama económica que perméa a todo el estado. Entonces lo que hay que buscar es que ambos derechos se garanticen y no entren en confrontación, sino que convivan.

En realidad a los hoteleros no se les ha afectado por las movilizaciones más de lo que su propia desidia, ,junto con la pereza e incapacidad del gobierno que se acaba de ir, le ha provocado desde hace meses o años, al carecer de una política adecuada para el sector turismo. No se les ha afectado directamente, en su infraestructura, el daño está en otra parte y no es tanto responsabilidad de los manifestantes.

Me explico: A los hoteleros o al turista, incluso a la propia población en general, no les afecta que destruyan y quemen las oficinas del PRI o del PRD, o del congreso o del gobierno estatal o del registro civil o que tomen los palacios municipales o que se apoderen de las casetas de peaje, o que se declaren en paro en las escuelas. Eso en realidad afecta al gobierno, al que está dirigido el ataque, pues se le responsabiliza de la desaparición de los jóvenes y se le presiona para que actúe y los regrese con vida.

Si el turista quisiera venir a Acapulco podría transitar libremente por las carreteras desde la ciudad de México y que cuando mucho podrá encontrarse con las casetas tomadas, más no bloqueadas, donde dan una cooperación voluntaria, que no les afecta pues si no estuvieran tomadas de todos tendrían que pagar el peaje.

Los hoteleros se ven afectados más por la excesiva difusión de sus acciones por parte de las televisoras que tienden a exagerar el daño para ablandar a los gobiernos y sacarles dinero en jugosos convenios. Esa imagen negativa que trasmiten las televisoras, es lo que hay que contrarrestar con acciones positivas, no con retos a los estudiantes.

¿A poco no es cierto que las playas están tan agradables como siempre, tan seguras como siempre, sin manifestantes como siempre? ¿A poco no es cierto que los hoteles y tiendas no han sido tocados, salvo por un pequeño y simbólico bloqueo a algunas plazas comerciales y al aeropuerto?

Pues eso es lo que debieran estar difundiendo los hoteleros, para que la gente venga y disfrute y deje derrama económica. Si no conocen una buena empresa, me ofrezco como marketer que soy, a cobrarles tarifas bajas para ayudarles a diseñar una campaña de posicionamiento de marca y de manejo de crisis. Una campaña segmentada, por cada una de las zonas y a los segmentos que viajan en este puente y los fines de semana. Y ahí es donde debieran unir esfuerzos con el gobierno para multiplicar recursos de promoción. Eso haría un empresario que ve las crisis como oportunidades.

El problema es que en Acapulco tenemos a empresarios mediocres y rapaces, que en vez de lanzar una agresiva campaña para traer turismo en mdio de la crisis, buscan, como un mendigo, que le gobierno ls de dinero, pobrecitos, para pagar su nómina, pero eso sí, ellos amenazan con no pagar los servicios, ni los impuestos, con el argumento de las manifestaciones. Es los pinta más bien como oportunistas..



Julio Zenón Flores. Comunicólogo y marketer digital




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