Entrampados, PRI y PRD en Guerrero

TRASFONDO

Por Julio Zenón Flores

Los partidos más importantes de Guerrero, el PRI y el PRD se entramparon en la definición de sus candidatos a gobernador, que es la pieza que destrabará las otras candidaturas, para diputados locales, federales y alcaldías.

Los tiempos del autoritarismo quedaron atrás y entramos de lleno a una cosa que se podría llamar, en términos marxistas, ultrademocratismo, aunque muy lejos de lo que el genial dirigente bolchevique Vladimir Ilich Ulianov hubiera querido decir, porque en este caso se habla de la dispersión de corrientes internas, con la pérdida de las ideologías, cada una de las cuales reclama su cuota de poder. Conmigo todo, sin mí nada, parece ser la nueva consigna en el PRD, sustituye a la de Democracia ya, patria para todos, que idearon los fundadores de ese partido, la mayoría de los cuales ahora están fuera, desde Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, además de Ifigenia Martínez y Andrés Manuel López Obrador, en el plano nacional, hasta Félix Salgado, Saúl López Sollano, Ranferi Hernández Acevedo y Alberto López Rosas, en el plano local.

En el PRI apenas se había pasado de ver a Manuel Añorve Baños como favorito, que estuvo a punto de ser designado el pasado 24 de enero, a no ser por la intervención del senador René Juárez Cisneros, (que al parecer le agarró odio al ex alcalde desde aquella ocasión en que siendo gobernador interino Ángel Aguirre, lo enfrentó en una interna en la que finalmente, ayudado por la alquimia, el lajeño Juárez Cisneros se alzó con la victoria, sólo para entregar, seis años después, la gubernatura a la oposición) que logró hacer creer que Añorve, estando arriba en las encuestas, sería un candidato vulnerable y con ello retrasar la designación, elevando la expectativa del diputado local Héctor Astudillo Flores, afectado en su momento tanto por él como por la otra corriente fuerte, el figueroismo, pero que ahora se enfilaba como el hombre del consenso.

Algo falló en el PRI, que de pronto el senador empezó a hablar de posponer otra vez la designación y de un candidato externo, como si él fuera el factótum de la definición, ahora perfilando el nombre del rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, siendo que el académico ni siquiera la ha buscado y ha dicho que sólo dejaría a su amada alma mater si los partidos se unieran y aceptaran trabajar juntos por Guerrero.

En el PRD en tanto, se dio un cisma provocado desde Guerrero, por el empuje del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, que parece empecinado en llevar al poder a su leal amigo el senador Sofío Ramírez Hernández y que al ver que no pudo repuntar en las encuestas, optó por empujar la selección al terreno donde él tiene todo el control; el consejo electivo estatal, donde a partir de que con su propia corriente logró obtener casi un cuarto de asientos, pudo “convencer” al dirigente de Grupo Guerrero, David Jiménez Rumbo (por cierto sincerado en su amistad infantil con el temible capo Servando Gómez, La Tuta), que tiene casi otro cuarto y, extrañamente, al hombre más sensato del PRD estatal, de mayor formación política, con mayor visión, que sin duda hubiera sido un buen gobernador de izquierda, Sebastián de la Rosa Peláez, de la Coduc, con el otro casi cuarto, lo que hace el porcentaje necesario para declarar que hay “unidad” y dejar fuera a la que va a arriba en las encuestas, Beatriz Mojica Morga, y que representaba un expediente limpio y la oportunidad de mostrar que en el PRD no hay machismo y que las mujeres también pueden.

Los hechos de este lunes dicen que Sofío Ramírez se fortaleció, que Mojica Morga se ve débil, cuando un día antes era la favorita; que Astudillo quedó sin cartuchos frente al crecimiento de la posibilidad de que el abanderado priista sea un rector, pero nada está escrito. Falta la operación política de Miguel Osorio Chong, que respalda a Mario Moreno, la de Emilio Chuayfett que apoya a Cuauhtémoc Salgado, la de Carlos Navarrete, que apoya a Mojica y, la de Luis Videgaray que apoya al senador Armando Ríos Piter. Hay tiempo aún, para que ajusten cuentas internas, se digan y desdigan y se pongan de acuerdo.

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