BAJO FUEGO
José Antonio
Rivera Rosales
El abatimiento de un helicóptero de la Fuerza
Aérea Mexicana (FAM), en Jalisco el día
primero de mayo, ofrece una lectura al menos perturbadora porque preludia la
aparición de un nuevo fenómeno delincuencial: la narco insurgencia, antecedente
de una probable escalada de terrorismo.
El día primero de mayo los mandos de las
Fuerzas Armadas -Ejército, Fuerza Aérea y Armada de México- se llevaron una
tremenda sorpresa al percatarse de que un poderoso helicóptero de transporte de
tropas, el Eurocopter EC-725, fue abatido por pistoleros del Cártel Jalisco
Nueva Generación (CJNG).
Los hechos últimos ocurridos en Michoacán la
mañana del viernes 22 parecen confirmar el augurio, a partir de un cruento
enfrentamiento tras el cual las Fuerzas Federales abatieron a 42 sicarios
del CJNG.
Con presencia en varios estados del Pacífico
Sur -desde Nayarit hasta Guerrero-, el CJNG demostró sus alcances desde los
primeros días de abril pasado, cuando mediante una emboscada aniquiló a 15 policías
estatales de Jalisco, además de que se le imputan asesinatos selectivos contra servidores
públicos y mandos policiacos en aquel estado.
En Guerrero, desde 2012 por lo menos se le
conocen acciones de penetración a través de la frontera con Michoacán, donde
comenzó a exterminar células de la banda delincuencial Caballeros Templarios, a quienes arrebató el control de Zihuatanejo,
puerto que utilizó para fincar una cabeza de playa que le permitiera afianzar
sus operaciones en Guerrero.
De hecho, antes que chocar con quienes
tradicionalmente mantienen operaciones de trasiego de drogas y control de un
nuevo territorio -con excepción de Los
Templarios- los líderes del CJNG han optado por establecer algún tipo de
alianza que les permita allanar el camino sin necesidad de violencia. De este
modo ha permeado en diferentes áreas geográficas, especialmente en la región de
la Tierra Caliente, compartida por Michoacán y Guerrero, además de la Costa
Grande.
Tan ha sido palpable su presencia en la
región de Costa Grande, que informes confiables ubican en un predio aledaño a
Zihuatanejo la filmación de un video, dado a conocer en 2013, por vía del cual
el CJNG muestra una fuerza de más de 40 hombres armados con fusilería y
lanzagranadas, listos para combatir a sus enemigos Los Templarios. De hecho, esas mismas versiones ubican una probable
alianza entre el CJNG y las formaciones delincuenciales locales afianzadas en
la Costa Grande y el centro del estado.
Así, a través del corredor costero, la
influencia del jefe de ese cártel, Nemesio Oseguera, se ha extendido
paulatinamente hacia Oaxaca, al sur, considerada como una gran zona de
aterrizaje de los envíos de cocaína procedentes de Sudamérica.
Pero ese crecimiento vertiginoso alcanzó un
hito con el abatimiento del Eurocopter ECV-725, más conocido como Cougar, una formidable máquina de guerra
que sin embargo fue precipitada a tierra probablemente por un misil RPG-7 (granada
propulsada por cohete) lanzado por los sicarios al servicio del cártel.
Es este incidente el que obliga a una
lectura cuyos pormenores resultan, como se dijo antes, por lo menos perturbadores.
El Eurocopter EC-725 es una de las naves de
transporte y maniobra más modernas de la FAM, que posee una docena de estos
aparatos al menos desde 2011. En el segundo semestre de 2012, la Armada de
México recibió el primer Eurocopter EC-725 de nueva generación, conocido como Supercougar, y se esperaba que en 2013 o
2014 recibiera al menos un par de unidades más de estos aparatos que muestran
capacidades asombrosas.
El Cougar
EC-725, la nave abatida por los narcotraficantes, tiene una velocidad de
crucero de 262 kilómetros por hora y una autonomía de vuelo de cuatro horas,
suficientes para abastecer de refuerzos y suministros, ida y vuelta, a personal
en tierra que lo necesite -por estar en medio de un conflicto armado, por
ejemplo-.
Dentro de su equipamiento la aeronave
derribada cuenta con adaptación para operaciones con visión nocturna, mapa digital
móvil, doble equipo de navegación -lo que permite a un solo hombre operarla sin
problemas- y equipo GPS, además de otros aditamentos que la convierten en una
de las naves de guerra más eficientes en el mundo.
Está equipada con un lanzacohete de 2.75
pulgadas, con 19 bocas de expulsión, además de una ametralladora calibre
0.50 y dos ametralladoras de fuego
rápido de 7.62 milímetros, situadas a sus costados.
Reportes de prensa permiten inferir que el Cougar, que estaba acompañado por otras
aeronaves de apoyo, no fue sorprendido por el disparo del RPG, sino que cayó
peleando contra sus enemigos en tierra que, ni dudarlo, demostraron contar con
una enorme capacidad de fuego.
Según esos reportes, habitantes rurales de
la región dijeron haber escuchado estruendos y explosiones. Eso sólo puede
significar que el personal del Cougar
se enfrascó en un intercambio de fuego en el que finalmente salió perdiendo
cuando su rotor de cola fue alcanzado por el disparo del cohete. Los estruendos
y explosiones citados por testigos lejanos del choque parecen referir el fuego
de las ametralladoras y, con bastante seguridad, del lanzacohete del
helicóptero. Finalmente la aeronave cayó con la consecuente pérdida de vidas
humanas de personal de Fuerzas Especiales y una agente de la Policía Federal.
Algunas fuentes han referido que los jefes
del CJNG cuentan al menos con dos líneas de seguridad, una de las cuales la
constituyen exmilitares norteamericanos que alquilan sus servicios como
mercenarios. No es nada remota la versión. El impacto al Cougar logró finalmente su cometido: derribarlo. Pero eso sólo lo
puede lograr personal entrenado, particularmente en escenarios de guerra
irregular.
El nuevo choque armado del viernes anterior,
esta vez en Michoacán, permite suponer que se trata de una continuación del
enfrentamiento del día primero de mayo, cuando las unidades de tierra
estuvieron impedidas de operar por los 30 bloqueos carreteros orquestados por
el CJNG, lo que seguramente era un escenario ya previsto con antelación. Es decir,
todo estaba planeado.
Aunque carecen de formación y principios
políticos, o precisamente por ello, los embates del CJNG y sus extensiones en
otros estados están claramente definidos como una suerte de guerra de
resistencia contra el gobierno, con todo lo que ello implica. El CJNG podría
lanzarse entonces, como al parecer ya lo está haciendo, en una resistencia
armada financiada por las drogas, algo que con bastante razón podría definirse
como narco insurgencia.
Con todo respeto a las distancias, un
proceso parecido ocurrió en Colombia con Pablo Escobar, que del tráfico de
drogas pasó a considerarse como un perseguido político y, en el ínter, desató
una oleada de terrorismo que sumió en la confusión y la zozobra a un amplio
sector de la comunidad colombiana.
De un primer choque armado en el que
demostraron poder de fuego, la narco insurgencia protagonizada por los sicarios
del CJNG podría estar tentada de pasar a las acciones de terror. Un caso
parecido, que no ha mostrado su rostro final, es el de Los Templarios, que periódicamente entrenaban a grupos de sujetos
en el manejo de armas y tácticas militares en las serranías de Michoacán, lo
que eventualmente fue frenado por el gobierno federal con la captura de
Servando Martínez La Tuta, en febrero
de este año.
Sin embargo, queda la interrogante: ¿Dónde
fueron a dar el más de un millar de hombres entrenados militarmente por La Tuta? Lo más probable es que sean
cooptados por otro cártel que necesita precisamente combatientes, como el CJNG
o, peor aún, que decidan actuar por su cuenta.
En todo caso, ante un escenario como el que
se atisba, las Fuerzas Armadas tendrán que modificar sus criterios y planes de
operaciones para enfrentar una delincuencia organizada cada vez más atrevida,
preparada y con un amplio poder de fuego.
Desde luego, a partir de la fecha, ninguna
aeronave -ni de la Fuerza Aérea, Armada, Sedena o PGR- podrá navegar con
seguridad.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?