TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores
La resolución de ayer, de la Primera Sala Unitaria del
Tribunal Electoral del Estado (TEE) que invalida la elección del Ayuntamiento
de Tixtla y revocó la constancia de mayoría que el Consejo Distrital 24 otorgó
al priista Saúl Nava Astudillo, como alcalde electo que deja además sin efecto
la integración de la planilla electa de síndicos y regidores, trae nuevamente a
la mesa del análisis los causales de nulidad de las elecciones y la aplicación
de las normas bajo circunstancias fuera de la normalidad.
Llama incluso a analizar el perfil de quienes se ponen al
frente de los organismos electorales, tanto de aquellos que organizan y llevan
a cabo los procesos electorales como de los que califican y validan, si debe
ser cien por ciento de juristas, estrictos aplicadores de la norma o juristas,
pero con vocación política, que puedan tener cierta flexibilidad mental para
analizar las circunstancias. Y es que la aplicación de la ley no es sólo un
algoritmo, o una secuencia matemática de tanto más tanto es igual a tanto, sino
que pasa por procesos vivos donde se ponen en riesgo la estabilidad y la paz
social de las sociedades y regiones y donde dos más dos no siempre serían igual
a cuatro, sino a tres o cinco.
Desde antes de llevarse a cabo el proceso electoral del
pasado 7 de junio, los politólogos que teníamos bajo observación su desarrollo
alertábamos de las condiciones en las cuales esto se tenía que realizar,
algunos hasta temíamos que no pudieran llevarse a buen término y, en el caso
concreto de Tixtla, veíamos muy cerca el asunto del dolor de los padres y
compañeros de los estudiantes de Ayotzinapa que habían sido desaparecidos unos
meses atrás y por o cuales se mantenía una tenaz y radicalizada lucha por la
presentación, por lo cual se podía concebir como la hoguera de la caldera, por
lo cual se tenía que ver con especial atención.
Las cosas estaban muy radicalizadas y hasta en riesgo de
confrontación física entre los propios pobladores, por lo cual desde ese
entonces se hablaba de que sería muy poco probable que se lograra instalar el
cien por ciento de las casillas y que lo mejor era no realizar ahí la elección
y que los partidos se pusieran de acuerdo para una planilla común o un concejo
municipal se hiciera cargo de los destinos del lugar, ya que además se
desconfiaba de las autoridades edilicias.
Al final, el proceso se llevó a cabo, las pasiones se
desbordaron, se quemaron urnas, otras no se instalaron y ciudadanos enfrentaron
a quienes no querían que se llevara a cabo el proceso, pero al final de
cuentas, se tuvo que anular. El gasto de la elección ahí resultó infructuoso,
pues de acuerdo con la autoridad electoral que determinó la nulidad, se rebasó
el 20 por ciento de casillas donde no se instalaron o hubo anomalías. Ahora, se
deberá llegar al acuerdo, en el congreso de nombrar un consejo municipal, como
se proponía antes de las elecciones.
Sin embargo no se puede decir simplemente “se los dije”,
pues en realidad lo que se hizo fue seguir el camino legal, que aunque fue más
largo y se llegó al mismo punto, es lo legal; aunque ahora debiéramos analizar
también que es muy probable que si se hace una nueva elección las cosas vuelvan
a ocurrir igual.
El asunto es que se siembra, con ese resolutivo, la incertidumbre
en torno a los otros trece municipios impugnados, entre ellos Acapulco y
Zihuatanejo, donde es el PRI quien impugna y, de la propia elección de
gobernador, donde se tendrá que emitir una resolución la próxima semana y,
señaladamente, la elección de diputado local en Tixtla, donde ganó la
perredista Ericka Alcaraz, pues no se entendería cómo anulas sólo las casillas
de la elección de ayuntamiento, si las urnas se pusieron juntas, por ser una
elección concurrente y es poco verosímil que sólo haya afectado a una de las
cinco elecciones que se llevaron a cabo.
Por lo pronto, sentémonos pues pacientemente a esperar que
los plazos se cumplan y nos digan cómo van a quedar las impugnaciones de Taxco,
Zumpango, Acapulco, Ciudad Altamirano, Cutzamala, Olinalá, San Marcos, Tlapa,
Ayutla, , Teloloapan, Copala y Metlatónoc.
Zihuatanejo, Iguala,
Chilpancingo, Ometepec y San Marcos.
***Responsable del BLOG: Julio Zenón Flores. Periodista, escritor, marketer digital y maestrante en ciencia política. Premio estatal de periodismo y premio estatal de periodismo legislativo. www.facebook.com/juliozflores
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