TRASFONDO
La candidatura del senador Armando Ríos Piter ha dado lugar
a especulaciones como la que menciona que podría convertirse en un candidato de
unidad entre el PRI y el PRD, lo que parece, a primera vista, como un
disparate, dada la cultura rupestre del 99 por ciento de los políticos de
Guerrero.
La versión, sin embargo, como todas las falacias, se reviste
de ciertos rasgos de veracidad para hacerla creíble. Se menciona por ejemplo el
hecho, real, de que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto,
indiscutible jefe tricolor en el país, mandó una señal “clarísima” a favor de
Ríos Pïter, en su visita a Chilpancingo donde presentó la enorme bolsa de
recursos para la entidad a ejercerse en el 2014, lo que algunos priistas se
habrían creído a pie juntillas. Otra premisa de la falacia es el discurso de
David Jiménez Rumbo, el jefe de la tribu conocida como Grupo Guerrero, que
llamó a los priistas a arroparlo (a Ríos Piter, precandidato del GG y NI y NM)
para que no se queden fuera del poder como han estado hasta ahora.
Un antecedente para esta candidatura de unidad se
encontraría en la lograda históricamente a favor de Javier Saldaña Almazán, el
actual rector de la UAGro, quien no solamente obtuvo la candidatura de unidad a
la rectoría, sino que además, la ha mantenido, como se puede ver en la mayoría
de sus eventos públicos a donde lo acompañan los jefes de la tribus
universitarias.
Un argumento contundente para una histórica candidatura de
unidad PRI-PRD a la gubernatura de Guerrero, es el peligro en que se encuentra
en este momento la gobernabilidad del estado, señalada meticulosamente por la
Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que menciona en su informe que las
policías ciudadanas y autodefensas están en el 64 por ciento del territorio
estatal, lo que hace colegir, que en ese mismo espacio territorial el Estado,
representando por el gobernador Ángel Aguirre, en realidad no gobierna y ha
tenido que financiar a esas fuerzas irregulares para intentar dar dosis de
seguridad. El informe de la CNDH, con todo y que es grave, no abarca el otro
fenómeno, el del crimen organizado, que impide gobernar a Aguirre en otro tanto
de regiones y municipios como Tierra Caliente, Costa Grande y el propio Acapulco.
En este último argumento, las fuerzas políticas, PRI y PRD,
estarían dando un paso para garantizar los intereses de la clase política de
Guerrero, pues las fuerzas irregulares y el crimen organizado, también podrían,
por sus propios medios, impulsar a su o sus propios candidatos y hacerlos ganar
o recurrir a otros métodos para desplazar a la clase política, en los hechos,
del poder.
En este contexto, se podría decir que hay candidato, hay
antecedentes y hay argumentos para un candidato de unidad a la gubernatura de
Guerrero; sin embargo, hay otras variables y fuerzas que tiran hacia otro lado,
en particular la cultura sectaria y la subcultura del narco, que no congenian
con ello.
En el otro escenario es donde Armando Ríos Piter, no podrá
ser candidato ni del PRD ni del PRI y donde se abre la posibilidad de que sea
candidato por Morena y MC y PT, en el escenario en el cual los intereses
creados de los partidos y sus jefes y caciques (del PRD y del PRI) impidan la
unidad o la candidatura por alguno de esos dos partidos, donde jugará un papel
importante la relación Walton-Ríos Piter.
Pero de eso hablaremos en otro artículo. ¿Por qué Luis
Walton podría convertirse en el principal impulsor de la candidatura del
Jaguar, en las fuerzas de izquierda no domesticadas? ¿Y por qué esa candidatura
podría ser bien vista hasta por Peña Nieto y por Andrés Manuel López Obrador?
Ese es el tema del próximo artículo. zenon712000@yahoo.com.mx
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