Francisco Javier Flores V.
La pelea por la dirigencia estatal del Partido de la
Revolución Democrática (PRD) que se escenificará el ya próximo 2014, será
encarnizada, con el riesgo de que las principales corrientes que hacen vida al
interior de dicho instituto político se disputen no solamente la presidencia,
sino los demás cargos de dirección, en una guerra sin dar ni pedir cuartel.
Lo anterior, debido a los jugosos sueldos que perciben
cada uno de los que integran las carteras, mismos que –con base en los datos
obtenidos por este diario- son de los más elevados de toda la república,
superando incluso a los comités de los estados del norte y al mismo Distrito
Federal y el Estado de México, no obstante figurar Guerrero entre los estados
más pobres del país.
En el portal de Transparencia del PRD, dentro de la
página web del Instituto Federal Electoral y en apego al Reglamento en Materia
de Transparencia y Acceso a la Información Pública, aparece el tabulador estatal
de remuneraciones de los órganos de dirección y demás funcionarios partidistas.
Ahí, consta que el presidente del Comité Ejecutivo Estatal, Carlos Reyes
Torres, percibe un sueldo neto de 38 mil pesos mensuales, mientras que el
secretario general, Evodio Velázquez Aguirre, se lleva 28 mil 500 pesos.
De ahí hacia abajo, todos los que ostentan carteras de
secretarios perciben 19 mil pesos cada uno, incluyendo al presidente de la mesa
directiva del Consejo Estatal perredista, Ilich Augusto Lozano Herrera. En
total, 14 personajes cobran esa cantidad, a pesar de que en el mismo documento
señala que ”en general, los cargos estatales y municipales son honoríficos”.
De esta manera, tan sólo en sueldos para su comité el PRD
eroga 332 mil 500 pesos cada mes, casi cuatro millones de pesos al año.
Estas cantidades contrastan drásticamente con comités
ejecutivos perredistas de otros estados, como el caso de Hidalgo, en donde su
presidente gana 6 mil 500 pesos, su secretario general 5 mil y el resto de los
titulares de las demás carteras 3 mil 936 pesos. O el de Nayarit, donde el
presidente gana 9 mil pesos, el secretario 8 y el resto 3 mil pesos cada uno.
Destaca el caso de Sinaloa, en donde solamente tienen
sueldo el presidente el secretario
general; el primero con 20 mil 502.36 pesos y el segundo con 17 mil 170.37; el
resto del comité tiene calidad de honorífico.
En Tlaxcala, en cambio, ocurre un caso extraño, pues
ganan todos parejo 5 mil pesos, incluidos el presidente y el secretario
general, a excepción de dos secretarios, quienes aparecen con 7 mil 500 pesos
cada uno.
El CEE de Guerrero solamente es superado por su similar
de Veracruz, en donde los dirigentes también se despachan con la cuchara grande
al ganar el presidente 50 mil pesos y el secretario general 35 mil pesos; no
obstante, los integrantes de las demás carteras del comité de nuestro estado,
que ganan 19 mil cada uno, superan a sus homólogos del estado jarocho, pues
aquellos ganan 15 mil pesos.
Con sueldos un poco más abajo que los guerrerenses
aparecen el Distrito Federal, con la particularidad de que ahí tanto el
presidente como el secretario general ganan lo mismo, 33 mil 146 pesos,
mientras que el resto del comité 23 mil 674.80 pesos, y sólo algunas carteras
reciben 17 mil 500 pesos, aunque cabe mencionar que este comité lo integran 30
personas.
A su vez, en el Estado de México, el presidente gana 15
mil 646.55 pesos y del secretario general hacia abajo ganan sueldos de entre
14, 12 y 9 mil pesos.
Destaca también el estado de Nuevo León, que pese a ser
uno de los más ricos del país, su presidente del CEE gana 15 mil pesos, el
secretario general 12 mil y el resto de las carteras 10 mil, algo también más
democrático.
Y el que de ejemplo de su condición de atraso es Chiapas,
donde el presidente gana 7 mil 500 pesos, el secretario general 7 mil y el
resto 6 mil 500 pesos.
Una ofensa
Esta situación fue calificada por dirigentes sociales
como una burla para su base militante, compuesta en su mayoría por gente de
escasos recursos. Es la opinión del presidente de la organización política
Partido Democrático Revolucionario, Romelio Contreras Sánchez, quien calificó
como “un insulto, algo que no va acorde con un partido que se dice
“democrático”, pues sus dirigentes a leguas se ve que buscan el cargo para
vivir como riquillos”.
Por esta razón, abundó, puede observarse que quienes
encabezan al partido del Sol Azteca en Guerrero se conducen en carros de lujo,
viven en fastuosas mansiones y comen en los mejores restaurantes, mientras que
la base militante a luchas alcanza una torta o un taco en los mítines y ni
siquiera tiene para comprar una paca de lamina para arreglar sus casas en las
épocas de lluvia”.
Lamentó que el PRD “haya equivocado el camino y ahora
sólo busque intereses personales y de grupo; se han olvidado de la lucha y del
apoyo al pueblo, a la gente más necesitada, que paradójicamente es la que les
da los votos en las elecciones”.
Lo que viene
Las elecciones para renovar el comité ejecutivo estatal
son el próximo año, y abiertamente ya han manifestado su intención de contender
por la presidencia y la mayoría de las demás carteras el Grupo Guerrero, con
David Jiménez Rumbo a la cabeza –quien quiere ser el presidente, valga decirlo-
con el apoyo de Nueva Mayoría de Evodio Velázquez Aguirre y el Grupo Jaguar, de
Armando Ríos Piter.
En la esquina contraria se encuentra la alianza que han
tejido la Unidad de Izquierda Guerrerense, del coordinador del Copladeg, Víctor
Aguirre Alcaide, e Izquierda Progresista de Guerrero, que encabeza el diputado
Angel Aguirre Herrera (hijo del gobernador Angel Aguirre Rivero) y Nueva
Izquierda que encabeza Sebastián de la Rosa Peláez. Este grupo estaría
impulsando a Víctor Aguirre por la presidencia. Será la batalla por el poder,
pero también por el dinero.
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