
JULIO ZENON FLORES
Un hecho innegable es que las expectativas de Andrés Manuel López Obrador de que la mitad de los perredistas saldrían corriendo atrás de él cuando abandonó ese partido y se vino a fundar el proyecto de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no se han cumplido.
Los principales cuadros perredistas siguen siendo perredistas o de los otros partidos que le han prestado sus siglas a López Obrador para lanzar a sus candidatos, por lo cual, cuando Andrés Manuel busca candidatos y mira su bolsa propia se da cuenta que no tiene de dónde agarrar y cree, piensa, que aún cuando él se deslindó de los partiditos como Movimiento Ciudadano (MC) y Partido del Trabajo (PT), éstos le siguen perteneciendo y por ello, pretende que puede agarrar a cualquiera de esos partidos y ponerlo de candidato en el suyo propio.
Eso, que es una actitud de mesianismo no de liderazgo, le llevó a venir a Acapulco a decir que Luis Walton (militante de MC) o Lázaro Mazón (del PRD), podrían ser sus candidatos, sin caer en la cuenta de que por ser la primera vez que Morena participará en elecciones en el 2015, debe llevar CANDIDATOS PROPIOS, no prestados, ni en alianza, pues debe obtener al menos el 3 por ciento de la votación válida total para conservar el registro como partido y tener acceso de ese modo las prerrogativas y demás prestaciones que reciben los partidos en la democracia mexicana.
En estricto sentido, ni Walton ni Mazón podrían ser candidatos de Morena, a menos que se retiraran de sus respectivos partidos políticos y eso no es un asunto tan sencillo.
Por el lado de Walton implicaría dejar MC, una franquicia que él está explotando convenientemente y que le puede seguir dando mucho más de lo que le puede dar una candidatura a gobernador en la cual no tendría asegurado el triunfo, pues tendría que ganarle al candidato del PRD, que bien pudiera ser Armando Ríos Piter o Sofío Ramírez o el propio Lázaro Mazón, así como al del PRI, en la persona de Mario Moreno, Manuel Añorve, Cuauhtémoc Salgado o hasta, porqué no, Claudia Ruiz Massieu, e inclusive superar una posible dispersión del voto antipri, si es que otros personajes independientes registran su candidatura sin partido, como Bruno Plácido o Javier Saldaña.
El caso del perredista Lázaro Mazón es similar al de Walton; no es de Morena y para ser su candidato tendría que dejar el PRD, partido que, por su parte, también está en posibilidades de hacerlo su candidato, una vez que AMLO lo puso en la palestra.
La ambición personal puede llevar a Walton o a Mazón a renunciar a sus partidos para contender por Morena, pero ¿Creen acaso que ese partido en construcción les garantice mayor votación que sus propios partidos que están más consolidados? Yo no lo creo, por lo cual me parece que Morena tiene que ir buscando a otros candidatos e irse preparando para convertirse en un partido más de la chiquillería…ya más adelante, en las elecciones posteriores al 2015, podrá hacer las alianzas que quiera, pero en el 2015, no puede, aunque quiera. Así que tranquilos como camilos. No se calienten granizos.
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