TRASFONDO
Por Julio
Zenón Flores
Como ha ocurrido en otros
procesos electorales esta vez la elección de gobernador de Guerrero, el primer
domingo de junio del 2015, se va a definir entre el PRI y el PRD, luego de que
el PAN no supo aprovechar los 12 años en el poder presidencial para ganar
siquiera algunos punto porcentuales más en esta entidad, pese al uso clientelar
abusivo de programas federales y, de que el partido Movimiento Ciudadano no
diera el salto en el crecimiento, que se pensó podría tener al conquistar la
presidencia municipal de Acapulco, sin duda la más importante de las 81; en
tanto que Morena carece de figuras de renombre para postular.
En el PRI según todos los
estudios, los aspirantes locales que aparecen mejor posicionados son el
diputado local Héctor Astudillo Flores y el diputado federal Manuel Añorve
Baños, además de que cuentan con una carta fresca en la figura de la secretaria
de Turismo federal, Claudia Ruiz Massieu.
El PRD por su parte sigue
dependiendo del senador Armando Ríos Piter, que proviene del grupo salinista de
Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard, quienes sin embargo le retiraron su
apoyo.
Como están las cosas en el
estado, prácticamente incendiado por la desaparición de 43 normalistas de
Ayotzinapa y con el combate frontal contra uno de los diez grupos criminales
que controlan Guerrero, es poco probable que el presidente Enrique Peña
Nieto se deshiciera de una funcionaria que ha hecho bien su tarea y que le da
al gobierno federal una cuota de género, por lo cual es probable que el PRI se
decantara por Manuel Añorve, que le lleva unos diez puntos de ventaja a
Astudillo y que forma parte de la burbuja de San Lázaro, con el visto bueno de
Los Pinos.
En el PRD, el problema de Ríos Piter
es que su actuación personal le ha llevado a ir perdiendo apoyo de los grupos
internos. Primero perdió el de Ebrard, luego el del grupo de Aguirre, que ahora
lo ven como traidor y con el estigma de haber sido porrista del defenestrado
alcalde Iguala José Luis Abarca y habiendo perdido los apoyos de NI y del Grupo
Guerrero, ahora no se ve por dónde, salvo mediante una imposición nacional
(como ha ocurrido con Zeferino Torreblanca y con Ángel Aguirre), pueda llega a
la candidatura.
En ese caso el PRD tendrá que
buscar entre sus aliados. El que se ve más cercano es el alcalde Luis Walton,
de Movimiento Ciudadano, quien ya tiene prácticamente lista su solicitud de
licencia para dejar la alcaldía de Acapulco y convertirse en candidato
común PRD-MC, mientras que el Morena tendrá forzosamente que ir solo, muy
probablemente con Rubén Cayetano, como candidato.
Sin embargo, hemos insistido en
que para las condiciones de Guerrero lo mejor sería cancelar las elecciones o
que todos los partidos coincidieran en un mismo candidato, que representara el
compromiso de todos para recuperar la gobernabilidad y combatir al crimen
organizado para devolver la paz al estado, condición sine qua non para el
desarrollo de esta sufrida entidad.
En esta última hipótesis, se
vería bien que tanto Añorve como Walton declinaran a favor del actual rector de
la UAGro, Javier Saldaña Almazán.
Danos tu opinión al correo
zenon71@hotmail.com
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