TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores
Acapulco está siendo el Waterloo de más de un partido
político. Se refrenda con lo que está pasando en esta coyuntura electoral al Partido
Movimiento Ciudadano, que pese a tener una buena campaña en redes sociales y a
lo revolucionario que es éste medio para la propaganda, además de que está
desaprovechado por los otros partidos (se dice que solo Luis Walton invirtió
más de cinco millones de pesos en una plataforma digital), no ha logrado un
crecimiento considerable que lo lleve a competir con seriedad por la
gubernatura del estado.
Cargando el pesado fardo de un desastroso ejercicio
gubernamental en Acapulco, el de Movimiento Ciudadano parece un barco anclado o
algo cercano a un ejército que pierde en Waterloo su batalla definitiva y no ha
podido romper el indeseable bipartidismo del PRI y el PRD.
En las campañas municipales está teniendo un impacto
definitivo, mandando al cuarto lugar al aspirante a la ocupar el palacio del
parque Papagayo, por parte de ese partido, el maestro Víctor Manuel Jorrín
Lózano, con apenas 6 por ciento de intención de voto, según la última encuesta
realizado por Blanco y Asociados, empresa que por el contrario pone en un empate
técnico a los abanderados del PAN, Zeferino Torreblanca Galindo y el del PRI,
Marco Antonio Terán Porcayo, con 19 y 20 por ciento de preferencias
respectivamente, muy lejos ambos de los 44 puntos en que se rankea al
perredista Evodio Velázquez.
El evidente castigo que los electores dieron en su momento a
Manuel Añorve Baños, quien perdió la elección frente a su primo Ángel Aguirre
Rivero, se está repitiendo y deja fuera de la competencia a MC tanto por la
gubernatura como por la alcaldía más importante de la entidad.
En el caso concreto de Acapulco, el impacto positivo de ese
escenario es el hecho de que tres fuerzas pelearán por suceder a MC en el
gobierno municipal. El PRD, por su larga confrontación interna entre Ángel
Aguirre Herrera y el ahora candidato Evodio Velázquez Aguirre, que le permitió
posicionar a éste último, es el enemigo a vencer, pero, aunque aún lejos, el
posicionamiento de Torreblanca y de Terán, sin haber hecho campaña aún, les da
un margen de crecimiento que los puede acercar a la disputa real de la
presidencia municipal.
En estos casos siempre resulta más difícil mantenerse en la
cima, máxime cuando se ha tocado el techo de los 44 puntos de preferencia, que
subir, cuando se está a medio camino, por lo cual cobra sustento el refrán de
que caballo que alcanza gana y Evodio no la tendrá nada fácil, al final de las
campañas.
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