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El PRD Guerrero y el recuento

TRASFONDO

Por Julio Zenón Flores

El resultado de la elección de Guerrero dejó muy mal parado al PRD en términos de posiciones de representación popular, dolido, fracturado y con un serio ajuste de cuentas interno, sin embargo, en términos políticos lo deja como un partido demócrata que, teniendo el poder en la entidad permitió una elección libre, dio paso a la alternancia, lo cual debiera ser una normalidad en un país democrático.
La dirigencia nacional, encabezada por Carlos Navarrete Ruiz, regresó a los principios de la izquierda y apostó por lanzar una candidatura de una persona con formación política, con sólida militancia de izquierda, que garantizara un gobierno conforme a los principios del PRD, y que además reivindicara la igualdad de género, apostó por Beatriz Mojica Morga y por no imponer una elección de estado, dar ejemplo de cómo debe actuar un partido en el poder, dando al ciudadano el de poder de refrendar al partido en el gobierno o bien cambiarlo.
Esta elección regresa al PRD a la senda del respeto a los principios, cumplió su palabra de aplicación del protocolo de legalidad y ética, cerrando el paso a políticos ambiciosos que sólo usan el partido para acceder a posiciones de poder y luego se olvidan de los valores de la izquierda, impidiendo también el acceso a cargos de representación popular a gente sobre la cual pesaran dudas sobre la honorabilidad de sus relaciones con grupos criminales.
Esto en un análisis frío se llama perder la elección pero ganar el partido, justamente lo contrario de hace cuatro años, cuando ganaron la elección, con Ángel Aguirre Rivero, pero perdieron el partido, que fue invadido por vivales y gente muy mala reputación que terminó haciendo un terrible daño al partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas en 1989 y le pintó un rostro a ese organismo político que no corresponden con su idiosincrasia real, con alcaldes vinculados al crimen organizado, un gobierno frívolo, sin respeto a los luchadores sociales, que desaparece estudiantes y además, de una corrupción rampante. Eso, que no es el PRD, lo hicieron parecer, quienes hace cuatro años ganaron la elección pero perdieron la identidad partidaria y eso, fue lo que Navarrete Ruiz, se negó a mantener, aún a costa de perder la elección, en términos llanos, de perder el poder, para tener la opción, a partir de ahora, de reconstruir, refundar, hacer renacer, al verdadero PRD en Guerrero, ligado a las mejores causas populares.
El costo es enorme, sin duda; perder el poder es un alto costo, y con ello, la migración de miles de recientes afiliados, que se van a buscar al nuevo gobierno, o bien, que regresan al redil, al seno de su verdadera alma mater, al PRI o a otros partidos.
Viéndolo en términos positivos, esta derrota electoral dejará al PRD con los que realmente son perredistas, se irán los oportunistas, pero se fortalecerá el partido y, ni duda cabe, ese partido volverá al gobierno, porque en Guerrero la población es de izquierda, aunque ahora les haya castigado sus excesos y sus errores.
El PRD, sólido, ya sin oportunistas, queda como oposición y una oposición fuerte, con 16 diputados locales, con un coordinador, hábil, si es que como se espera nombre a Sebastián de la Rosa Peláez, que le dará una dura lucha al PRI, tanto en el poder legislativo como en la calle.




***Responsable del BLOG: Julio Zenón Flores. Periodista, escritor, marketer digital y maestrante en ciencia política. Premio estatal de periodismo y premio estatal de periodismo legislativo. www.facebook.com/juliozflores

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1 Comentarios

  1. oye no que el Zorry se habia ido al pri o fue puro chisme

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