TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores
La elección del 7 de junio dio al PRI la oportunidad de
repetir, como en los viejos y buenos tiempos para ese partido, el carro
completo. Eso da la garantía al gobernador electo, Héctor Astudillo Flores, de
planear un gobierno con gobernabilidad, aunque suene a reiteración.
Es sabido que un gobernador que no tiene el control del
congreso que le acompaña, es alguien que tiene grandes problemas para gobernar,
pues muchas de las medidas que tiene que aplicar se atoran en las comisiones,
donde se mandan a la congeladora, y peor aún, si en el congreso queda al frente
de la fracción mayoritaria un enemigo del gobernador y que tenga cierta
experiencia legislativa, al mandatario estatal le pueden hacer la vida de
cuadritos.
En el caso de Astudillo Flores tuvo la fortuna de que su
partido ganara con una cómoda de ventaja de 85 mil votos y se quedara con la
mitad absoluta del congreso local, 23 de un total de 46, de los cuales 18
fueron obtenidos en los distritos de mayoría relativa (MR) y cinco más le
fueron adjudicados por el principio de representación proporcional.
Esos 23 diputados bien dirigidos y con una adecuada política
de alianzas, darán al gobernador tranquilidad y vialidad y agilidad a las
necesidades legislativas para cumplir los ejes básicos de la campaña de
Astudillo: Orden y paz.
En ese sentido ya las fuerzas internas se comenzaron a mover
para acordar al que sería el próximo coordinador de la fracción priista y con
ello el presidente del poder legislativo.
De acuerdo a la experiencia, el coordinador tendría que
tenga experiencia legislativa y administrativa en la materia, alguien que tenga
cercanía con el gobernador electo, que le garantice lealtad institucional y
trabajo de equipo, para que se trabaje en función de los intereses partidarios,
aprovechando que recuperaron Guerrero tras 10 años de sequía.
Alguien que sepa cómo lidiar con una oposición que no se
avizora mansita, es decir, que tendrá lo suyo y buscará desde el congreso minar
la fuerza del PRI, con miras a futuras competencias electorales. Es el caso por
ejemplo del aguerrido Ricardo Mejía Berdeja, que aunque carece de una fracción,
se basta a sí mismo para dar batalla y hacer notar la presencia de Movimiento Ciudadano;
otro caso es el de Sebastián de la Rosa, uno de los más experimentados
perredistas que con toda seguridad
coordinará a los 16 legisladores del partido del sol azteca. Lidiar con la
oposición, para el coordinador del congreso, es allanarle el camino al
gobernador y a la gobernabilidad.
¿Quién se apunta para eso desde el PRI?
Los primeros nombres que surgen son el de Cuauhtémoc Salgado
Romero, presidente del partido y ex precandidato a la gubernatura, que tuvo el
gesto de declinar, reconocer y trabajar, aunque no al máximo, por el actual
gobernador electo; otro es el de Héctor Vicario Castrejón, con probada
experiencia en el manejo legislativo, dos veces coordinador de la fracción y
que se ajusta perfecto a la coyuntura en la cual no hay tiempo para meter a
aprendices, porque en esos 10 minutos se puede perder la iniciativa en el
congreso. Con el respaldo del poderoso clan Figueroa, pero donde aparece como
un liderazgo emergente, una vez que la cabeza de ese grupo ha entrado ya en una
edad avanzada al rondar los 80 años y que su hijo, el junior Figueroa Smutny,
no ha dado muestras de tener madera de político y parece ser más un chivo en
cristalería, por lo cual difícilmente heredará el liderazgo, lo que fortalece a
Vicario en el interior del PRI. Otro nombre que surge es el del joven Samuel
Reséndiz Peñaloza, uno de los diputados de mayoría que ganó con mayor
contundencia su distrito, el 08 de Acapulco, con una buena experiencia
administrativa, aunque su gran limitante sería la falta de experiencia legislativa,
al igual que Salgado Romero.
Otro problema de Salgado sería que tiene dos jefes, antes que el gobernador electo: Rubén Figueroa y Emilio Chiayffet, sin contar que él mismo tiene sus propios planes.
Estamos obligados también a mencionar al menos a una mujer para ocupar esa coordinación: Pilar Vadillo Ruiz, quien ha hecho un excelente papel como secretaria general del PRI, aunque tampoco ha tenido la oportunidad de adquirir experiencia en el control legislativo
Si tuviéramos que dar una opinión, en los argumentos queda
clara. Al PRI le conviene más que sea Vicario su próximo coordinador
legislativo, aunque tanto por equilibrio de fuerzas internas, como por por la necesaria preparación de nuevo cuadros para el relevo generacional, sería conveniente que llevara como segundo de a bordo, al joven Samuel Resendiz o a la ganadora del cuarto distrito local. Pero es sólo una humilde opinión.
www.facebook.com/juliozflores***Responsable del BLOG: Julio Zenón Flores. Periodista, escritor, marketer digital y maestrante en ciencia política. Premio estatal de periodismo y premio estatal de periodismo legislativo. www.facebook.com/juliozflores
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