TRASFONDO
Julio Zenón Flores
Los acapulqueños no han visto normalizarse el servicio de
agua potable desde hace décadas; menos de la mitad de los hogares han contado
con el servicio diariamente, el resto la ha recibido por tandeo, unos cada
tercer día, otros cada semana y otros rara vez.
Pero en pocas ocasiones el organismo operador CAPAMA ha
entrado en una crisis tan profunda como la que vive actualmente, la cual inició
en rigor desde que el chilapeño Raúl González Villalba, dejó la dirección
general, luego de que se le había calificado como uno de los mejores organismos
a nivel nacional.
La crisis a la que entró fue consecuencia de su politización
y de su saqueo tremendo, por aquellos directores de la época de la abundancia,
que construyeron torres habitacionales, colegios particulares y casas grandes y
chicas y, además, hasta le cambiaron de nombre entonces y le dieron la facultad
de hacer obras como bacheos y pavimentaciones, además de su obligación de dotar
de agua a los acapulqueños.
Para rescatarla de la politización se ideó la obligación de
que su director general deba ser un profesionista que tenga que ver con el
sector, sea ingeniero en cualquiera de sus ramas o arquitecto, pero eso no ha
bastado. La crisis en el 2005 obligó a que llegara la Conagua, con José Luis
Luege Tamargo a la cabeza, a quitarla de manos de una tribu depredadora que
hasta campaña electoral hizo, aumentó la burocracia en 400 personas y dejó de
clorar el vital líquido y de tratar las aguas residuales que se vertían crudas
al mar.
Se creyó que los profesionistas de la Conagua lo harían
mejor, pero eso no pudo reflejarse en la realidad. Los profesionistas locales
reclamaban su oportunidad de conducir el organismo y lo consiguieron, con Juan
Antonio Ramírez Valle, pero tampoco se vio una mejoría.
Vinieron entonces otros de fuera, se marcharon sin arreglar
las cosas, aunque sin duda hicieron su mejor esfuerzo y llegó otro personaje
local, con más de 20 años de conocer el organismo, el arquitecto Javier Chona,
al que tampoco le funcionaron bien las cosas, no obstante que puso todo su
empeño y su conocimiento que no es poco y que aplicó severas medidas de control
administrativo, apoyado por Mario Camargo.
La semana pasada la CFE terminó cortando la energía
eléctrica de los bombeos del Papagayo I y Papagayo II, dejando al 80 por ciento
de la población sin agua, como una muestra de las más groseras de que las cosas
en CAPAMA no se han arreglado, pese a que en teoría la federación y el estado
le han invertido miles de millones de pesos y le dotaron de mil litros por
segundo más de agua en bloque a partir de la puesta en operación del sistema
Chapultepec.
El asunto es que el saqueo de que fue víctima durante
decenios no se resuelve con que pongan a un buen director, pero si se agrava si
ponen a uno malo y peor si tienes a un alcalde poco sensible, como Luis Walton,
que nunca ayudó a la CAPAMA y por el contrario, ordenó que se le hicieran obras
particulares en sus casas y hoteles y se puso del lado de la CFE impulsándola a
cortar el fluido eléctrico, pese a que eso atenta contra la salud de una ciudad
completa.
Hoy, viene una nueva administración y lo que se sabe de
quienes se harán cargo de la paramunicipal no permite albergar esperanzas de
que las cosas mejoren. Si de verdad se entrega su administración a Rubén
Figueroa Smutny a través de Ib Joseph Zetina y su gente, las cosas empeorarán,
por el simple hecho de que difícilmente obtendrán apoyo del gobierno del
estado, pues la traición de ese personaje al ahora gobernador, Héctor Astudillo
Flores, no es algo que se olvide fácilmente. Y no hay que olvidar que los
recursos federales llegan a través del estado y la gestoría misma se hace con
el aval del gobernó estatal, de modo que si las cosas de por sí están
difíciles, eso sería una mala noticia para los acapulqueños que sabemos que se
tiene que hacer algo y a fondo, para ya sanear ese organismo y darle a los
ciudadanos la certeza de que no se quedarán sin servicio tantos días, como
ocurrió esta semana.
El presidente municipal está en su derecho de nombrar a
quien considere adecuado, incluido a alguno de sus aliados, pero la CAPAMA es
la parte más sensible y difícil de Acapulco y ha sido el Talón de Aquiles de
los últimos cuatro alcaldes. Cabe hacer una reflexión profunda al respecto y
realizar una verdadera reingeniería en el organismo.
Véanos en TV de lunes a viernes a las 9:00 PM en el canal 151 de Cablemas (IZZI) en Acapulco. Completamente en vivo y con teléfono abierto en el estudio.
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