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“Debería de sentirse halagada de que a su edad todavía despierte pasiones”

"Debería de sentirse halagada de que
a su edad todavía despierte pasiones"

Valiente relato de una mujer que denuncia haber sido violada por su yerno, un conocido escritor

Francisco Javier Flores V.

Violación. Denuncia valiente.
Hace aproximadamente siete años el intento fue infructuoso.
- Usted me gusta_ le confesó en una furtiva visita que le hizo en su casa.
Ella por supuesto se indignó.
"Lo puse en su lugar, le dije que para mí era sólo mi yerno y el padre de mi nieta, nada más. El me dijo que debería sentirme halagada de que a mi edad todavía despertara pasiones, y yo le contesté que sí, pero no con él, y lo corrí", cuenta la dama de 67 años.
El pasado 5 de enero las cosas fueron diferentes. Jeremías llegó una vez más –como reiteradamente lo había estado haciendo los días previos- al domicilio de doña Glafira, su suegra, quien lo recibió no sin cierta reserva. De hecho, siempre que él llegaba –cuenta a reporteros que acudieron a la rueda de prensa que ofreció la mañana de este miércoles- procuraba dejar la puerta abierta, sobre todo porque curiosamente esas visitas eran cuando ella se encontraba sola.
Esta vez, el esposo de su hija Citlali, laureado escritor y propietario del portal de noticias Bajo Palabra editado en Acapulco, le ofreció una bebida que de inmediato la hizo sentirse mareada. Entonces "me dijo que me iba a dar un masaje y observé que cerró la ventana y la puerta. Me dijo que me cargaría en sus piernas, le dije que no, y es lo último que recuerdo. Mi hijo me encontró (horas después) dormida en el sillón, pensó que estaba mal y me llevó a tomarme la presión".
Poco a poco la señora fue haciendo memoria. "Me acordé de la bebida y vi que tenía una lesión en la pierna". También cuenta que sintió malestar en sus partes íntimas, como si estuviera rosada, de ahí que decidió ir al ginecólogo a que la revisaran. "Me tomó días creer que él me hubiera hecho daño", relata en un documento médico.
El 11 de enero, añade, decidió interponer la demanda penal pues a pesar del parentesco, consideró que no era posible que tras lo que le hizo se anduviera paseando campante por las calles. Una vez iniciada la carpeta de investigación, el médico legista dictaminó, tras una revisión exhaustiva, "que sí había sido violada".
La señora pide a las autoridades que se haga justicia. "Yo lo que quiero es que agarren a ese sujeto, que le hagan pagar porque es una aberración lo que hizo conmigo, es algo que no tiene calificativo", dice al presentarse valientemente ante los medios de comunicación.
Además de la exigencia de justicia, la agraviada expresa su temor por una serie de llamadas telefónicas que ha recibido con claro afán de intimidarla.
Pero también, porque asegura que el propio Jeremías le ha advertido a su esposa Citlali que si su mamá insiste en demandarlo se va a vengar con toda su familia. "Temo por mi vida y la de mis hijos, ya que esta persona es muy agresiva y se dice ser influyente", expresa.
Actualmente, la señora Glafira recibe apoyo sicológico por parte del DIF municipal, a donde asiste a terapias para poder sobrellevar su situación. También dice que recibe apoyo de la Secretaría de la Mujer y de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos.
La angustiada mujer confía en que las autoridades de la fiscalía actúen con diligencia y prontitud "para que este hecho no se quede impune. A la fecha los días pasan y esta persona sigue libre; aclaro que es periodista y puede hacer uso de sus influencias", advierte.
Jeremías es autor de una columna que escribe de manera esporádica bajo el título de "Apuntes de un viejo lépero".

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