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Acapulco, en la vorágine prelectoral

Una semana muy movida tuvo Acapulco, dejando asomar ya, sin duda, los afanes de las fuerzas que esperan hacerse del poder político en la ciudad en la elección ya no tan lejana del 2018.

Lo ocurrido apunta a que una buena parte de los actores políticos creen que el actual alcalde Evodio Velázquez Aguirre pretende buscar la reelección y, dado que lleva a cabo acciones que le han dado proyección nacional y a la suerte (parece que un político es como un portero, mucho depende de la suerte) le ha favorecido con eventos y acciones positivas para el puerto, que aunque no hayan sido gestionados u operados por el joven edil, le ayudan, pues a mejor sensación de la ciudadanía en su hábitat, mejor opinión de su gobierno y por ende mejor posicionamiento de Evodio.

La creencia de que Evodio no solo quiere sino que tiene condiciones para reelegirse en 2018, ocasiona que sus enemigos, y algunos que se dicen sus amigos, se le lancen a la yugular a tratar de bajarlo y al mismo tiempo a buscar los apoyos necesarios para estar en condiciones de disputarle la alcaldía. Esto es válido tanto para los de su propio partido, como para los de las otras fuerzas políticas.

Desde dentro, se ha destapado ya el ex secretario de Desarrollo Social (Sedesol) Víctor Aguirre Alcaide, quien no se puede negar que tenga posibilidades, sobre todo porque parece contar con el apoyo del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, cuya fortuna y estructura creada para su fallecido hijo, en el puerto, es muy importante; otro que al parecer se autodestapó, con la estratagema usada por José Francisco Ruiz Massieu de victimizarse y atribuir a los enemigos la mención en medios (aunque en medios restringidos, es decir con mensaje solo dirigido a la clase política), es el Secretario Técnico de la presidencia, Arturo Martínez Núñez, que tampoco está manco, sobre todo si se toma en cuenta que tendría el respaldo de su tío Cesar Núñez Ramos, coordinador estatal de Morena y, por supuesto, de la fuerza del propio alcalde acapulqueño, Nueva Mayoría.

Ambos nombres, Victor Aguirre y Arturo Núñez, se suman a las intenciones del diputado federal David Jiménez Rumbo, del grupo Nuevo Guerrero, y del síndico Ilich Lozano Herrera, de CODUC, que tienen una importante presencia en Acapulco.

En el PRI, por su parte, el presidente de ese partido en el municipio, Fermín Alvarado Arroyo, se ha lanzado con todo para golpear al edil y posicionarse. No pierde la esperanza de que esta vez sí se le haga la candidatura a la alcaldía o de menos, le den otra vez dos regidurías. En el mismo camino va la diputada federal Julieta Fernández de Añorve, a quien vimos muy bailadora este fin de semana en un evento festivo tricolor, donde coincidió con su competidor y colega Ricardo Taja Ramírez.

Como se sabe, en Morena, que aunque carece de estructura no hay duda que tendrá muchos votos en Acapulco gracias a la atracción que ejerce Andrés Manuel López Obrador, el cirujano plástico Javier Solorio Almazán ya se siente candidato, aunque un doctor de nombre Inocente Ariza, anda tratando de disputarle.

Otros personajes se mueven también tratando de colocarse: tal es el caso del empresario de seguridad Joaquín Badillo, así como del economista Javier Morlet y del propio doctor Alejandro Terán Porcayo.

Todos ellos saben que atacando a Evodio se posicionan (con excepción de Arturo Martínez, que depende del apoyo del primer edil y que se juega todo para desplazar al equipo antes cercano que lo llevó a la alcaldía) de ahí que temas como el de los motociclistas que llenaron las calles de Acapulco este fin de semana, o el viaje a Colombia, para tratar temas de seguridad, o incluso la recepción a los representantes de una iglesia controvertida (La Luz del Mundo), se conviertan en temas para golpearlo.

El alcalde parece no haber considerado aún que su apoyo a Arturo Martínez le está alejando de su equipo natural de NM, y que eso pude llevar a que éstos contraigan compromisos con otros aspirantes, ya que da la impresión de que el propio alcalde está impulsando a Martínez Núñez, en caso de que él no pueda, dado el momento, ir por la reelección, lo cual no le gusta para nada a su equipo que sabe que no tendría nada garantizado con el zeferinista-jaguarista; parece no darse cuenta también que mientras más retrase su definición sobre si va o no por la reelección, la incertidumbre le pude llevar a perder apoyos que se irían a otra parten y no se ha dotado, aún, de un equipo de contención, que le permita ir operando políticamente en casos como el de Rubén Figueroa Smutny, depositando casi todas sus canicas en una sola persona, que lleva y trae a todos lados, ante el disgusto de su equipo.

Todo se ha conjugado para colocarlo en el centro de múltiples ataques, tanto directos como indirectos, sin embargo, el alcalde ha dado muestras de saber salir airoso de situaciones dificiles, además de ser un político con suerte, así que no hay duda. Saldrá bien librado.




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