Erasmo Riveramelo
Si ahorita le
pregunto a cualquiera de mis amigos de los medios de comunicación o del ámbito político ¿quien creen que va a ser el próximo alcalde de Acapulco?, la mayoría opinarían que
sería Luis Walton.
Y es que la alianza
del Partido Movimiento Ciudadano, que encabeza a nivel nacional el empresario
gasolinero, con el PRD, el PT y las huestes aguirristas sin partido o
enquistadas aún en el PRI al que traicionaron y seguirán traicionando, parece
invencible.
Cualquiera pensaría
que el candidato del PRI para suceder a Manuel Añorve en el palacio del parque
Papagayo está destinado a la derrota y, si las cosas siguieran como van,
tendrían razón, a no ser… por un factor que creían desterrado o muerto, que el
propio gobierno de Ángel Aguirre fue construyendo a golpe de cincel, por medio
de funcionarios y contralores y auditores ávidos de venganza y que hoy se les
revierte como un fantasma que les puede cambiar todo el panorama.
El factor Zeferino
Torreblanca Galindo. Si, el ex gobernador vilipendiado por el aguirrismo;
visto por la actual administración como el sparring, para echarle todas las
culpas de lo que no se puede hacer, o al menos de las demoras en el cumplimiento
de las promesas de campaña, mismo que ahora anuncia su regreso…por la puerta azul.
El ex gobernador ha
anunciado su regreso a la política guerrerense, para devolver golpe por golpe
al aguirrismo y a los perredistas ingratos que han hecho trizas su imagen.
De entrada anuncia
una conferencia de prensa para el martes 29 de noviembre a las 6 de la tarde en
el hotel Crowne Plaza, de la cual www.trasfondoinformativo.com
informo oportunamente, donde unos dicen que responderá a las acusaciones de que
ha sido objeto y otros advierten que dará a conocer graves irregularidades en
el manejo financiero del actual gobierno estatal guerrerense.
En segundo lugar
mandó el mensaje de que podría postularse como candidato al senado por el PAN y
deja entrever también que ¿Por qué no? Podría buscar nuevamente la alcaldía de
Acapulco.
El impacto del
regreso de Zeferino es a todas luces negativo para las fuerzas que rodean al
aguirrismo y para Luis Walton, que ya sueñan con las dos senadurías de mayoría
y con la presidencia municipal de Acapulco respectivamente y les abre la puerta
a la derrota.
Es claro que si
Zeferino se registra como candidato blanquiazul, tendrá altas probabilidades de ganar y
arrastrará hacia arriba al PAN, que de haber perdido el registro por una mala
estrategia electoral en la pasada elección estatal, pasarían a pelear de tú a
tú, como una de las tres primeras fuerzas electorales del estado, desplazando de
inmediato a Movimiento Ciudadano al cuarto lugar.
Veamos: Como sea y
pese a los rencores que dejó como gobernador en algunas gentes que se sintieron
decepcionadas de su actuar, es inegable que muchos lo consideran como el mejor
alcalde no priista que ha tenido el puerto de Acapulco y guardan buenos
recuerdos de él, de tal modo que si se postula a alcalde gana, o al menos hace
perder al nada simpático y con fama de prepotente, Luis Walton Aburto y con
ello, además, le quita los votos a la alianza PRD-PT-MC para hacerles perder
los senadores de mayoría.
En ese tenor, la
presencia de Zeferino en la política local parece destinada a hacer perder a
Walton y a los perredistas y a hacer ganar al PAN o bien…al PRI, que de rebote
y ante la división que se provocaría del voto antipriista, podría -si el PAN no
crece lo suficiente- conservar Acapulco y llevar al senado nada menos que a
René Juárez y a Manuel Añorve.
Derivado de este
nuevo escenario, el PRI no debe ver las candidaturas al senado y la alcaldía de
Acapulco como perdidas, y por ello debe postular a su mejor hombre o mujer. ¿No
creen?
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