Maestrías “irreales”
El 33% de la matrícula universitaria
la cubren las 1,500 instituciones privadas en México y de éstas sólo el 9.3%
garantizan una formación académica sólida y cuentan con el reconocimiento
oficial de estudios. El resto son las universidades de “respuesta a la demanda”
que aparecen por el enorme potencial de mercado en el centro y sur del país,
refiere Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista.
“Menos del 10% de las universidades privadas del país tienen
certificado sus planes y programas de estudio, acreditan la preparación de sus
profesores para impartir cátedra, tienen instalaciones adecuadas y asignaturas
actualizadas”, refiere Manrique.
El rector comenta que aunque es
necesario presentar los planes de estudio que impartirán, y que en el caso de
la licenciatura deben cumplir con un programa de aprendizaje mínimo de 2, 400
horas, de 300 en el caso de las maestrías y de 600 en los doctorados “se opta
por conocimientos básicos, imprácticos y desactualizados”.
Manrique dice que se incrementan las universidades de respuesta a la demanda o “patito” medianas
y pequeñas en la zona metropolitana del Valle de México, centro y sur del país
a un ritmo de 4.5% anual.
“Las universidades son un negocio muy
rentable, basta ofrecer colegiaturas bajas e invertir en publicidad. El mercado
no compara planes de estudio ni analiza a la planta docente. Esto es más evidente en las maestrías, donde
se detecta un ascendente síndrome de irrealidad”.
Explica: “sí, se ofrecen materias que
no responden a las condiciones actuales de mercado. En Derecho, por ejemplo, se
ofrecen maestrías de amparo con planes que no se han modificado al ritmo de los
cambios constitucionales. El lenguaje que emplean está anquilosado, y olvidan que ahora se
trata de derechos humanos”.
Para el Rector, “es inadmisible que
los planes de estudio en Derecho se sostengan en un sistema inquisitorios y no
acusatorio, que se dediquen materias para integrar averiguaciones previas y
olvidan por completo el enfocar los conceptos de la carpeta de
investigaciones”.
Manrique comenta que en las 105 carreras, 34 especializaciones y 40 programas de posgrado con mayor demanda en México “existe un
notable atraso, pero en Derecho es factible evidenciarlo de manera más
contundente con el nuevo código de procedimientos penales. Debe analizarse
cuidadosamente cada una de las
reformas que incidan en nuestro campo de competencia para generar programas de
estudio más reales y comprometidos con las nuevas expectativas sociales”.
Finalmente, Manrique ejemplificó la
actualización continua con los planes de estudio mediante la visión que tiene el nuevo sistema
acusatorio sobre el antiguo sistema inquisitivo:
Concepto
|
Inquisitivo
|
Acusatorio
|
Publicidad
|
Secreto
|
Público
|
Juridicción
|
De oficio
|
Previa acusación, medios alternativos
|
Prueba
|
De oficio y regulada
|
De parte y libre
|
Método de verificación
|
Pruebas tasadas o morales
|
Contradicción y libre apreciación
|
Roles
|
Confundidos
|
Diferenciados
|
Actitud del juez
|
Activa, comprometida con el objetivo del juicio
|
Pasiva, dirime la razón de las partes
|
Delegación de funciones
|
Si, durante casi todo el proceso
|
Imposible
|
Inmediación
|
No
|
Si
|
Jurado popular
|
Imposible
|
Posible en determinadas circunstancias
|
Contexto político
|
Autoritario
|
Demócrata
|
El Estado y la Ley
|
Fines en sí mismos
|
Medios para garantizar derechos humanos
|
Las ideas
|
Pensamiento único
|
Pluralismo
|
La verdad
|
Irrefutable y absoluta
Permanente
|
Relativa
Provisoria
|
Visión del delito
|
Infracción, castigo
|
Conflicto, lesión
|
Finalidad del sistema penal
|
Reforma moral
|
Paz social
|
Cinco
claves para identificar a las universidades “patito”
1.
Las pseudo universidades son instituciones altamente
especializadas: no ofrecen programas que incluyan un amplio marco de temas,
sino que se concentran en campos precisos dirigidos por el mercado, y tienen la
habilidad de poder desplazar su atención dependiendo de la demanda de los
estudiantes.
2.
Si la demanda disminuye en un área, rápidamente es
sustituida por otra.
3.
Los instructores no cuentan con libertad académica en el
sentido tradicional del término, ya que éstos son contratados para enseñar un
contenido específico y no se les permite dedicarse a nada más.
4.
Las pseudo universidades no tienen ningún interés en la
investigación. De hecho, la investigación podría distraer la misión de la
institución para obtener ganancias.
5.
En el sentido más amplio, estas instituciones no tienen
ningún compromiso con el interés público, o con la idea de servir a la
sociedad. Las verdaderas universidades han enfatizado el ser vicio como una
responsabilidad clave.
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