TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores Salgado
La confirmación de que uno de los restos óseos, hallados en
Cocula y enviado a Austria para su identificación por medios científicos,
corresponde a Alexander Mora Venancio, uno de los jóvenes normalistas
desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, no va a
desmovilizar a los familiares; ni siquiera el aviso de la PGR de que ya hay más
resultados de las investigaciones, en donde asegura que faltan por detener 27
personas, 16 policías y 11 delincuentes, además de los 80 detenidos que ya
tienen en su poder.
Diciembre es un mes clave, en los cálculos gubernamentales
así como en los estrategas del movimiento, cuyos alcances ya están mucho más
allá de la justicia para los estudiantes de Ayotzinapa.
Unos le apuestan a la desmovilización, dado que el
contingente principal está formado por maestros de la CETEG, los cuales antes
del 15 de este mes tendrán en la bolsa sus respectivos aguinaldos y estarán
pensando en sus vacaciones y celebraciones familiares decembrinas, por encima
de sus convicciones revolucionarias, lo que, se supone, lleva a la
desmovilización, e incluso hay quien afirma que ya el plantón de Chilpancingo
ha disminuido considerablemente, por aquellos que ya cobraron esa prestación.
Esa situación, prevén
algunos analistas oficiales, hará que el movimiento popular se pusiera en pausa
hasta enero, pero que al regresar en enero ya habría sujetos en precampaña, al
menos quienes aspiran a ser candidatos a gobernador, ya que de acuerdo a los
plazos del Instituto Nacional Electoral (INE)
el 21 de diciembre, es decir dentro de dos semanas, empieza a correr el
plazo de 57 días para las precampañas a gobernador. Eso, calculan, haría que al
regresar los maestros a clases, muchos de ellos ya estarían ocupados atrás de
sus líderes que buscarían abanderar a sus partidos, lo que menguaría el
potencial de quienes luchan por los desaparecidos.
Aunado a ello, el 22 de enero debe dar comienzo la
precampaña de quienes aspiran a ser candidatos a diputados, lo que metería,
teóricamente, a la clase política y a los propios medios de comunicación, a la
dinámica electoral, perdiendo interés en el asunto de Ayotzinapa.
En ese cálculo gubernamental y de los estrategas partidarios,
no habría nada que impidiera la realización normal de las elecciones el primer
domingo de junio.
En ese escenario, los partidos irían normalmente a la
elección en las condiciones en que quedaron después de lo ocurrido en Iguala.
El PRI con posibilidades de ganar la gubernatura con cualquiera de los tres
precandidatos: Héctor Astudillo, Mario Moreno o Manuel Añorve; el PRD en
posibilidades de ganar Acapulco con Evodio Velázquez y el PRI de recuperar
Iguala y volver a ganar Chilpancingo.
Pero hay otro escenario, uno en el cual la lucha se
mantenga, ahora por la justicia del asesinado y con mayor presión para hallar
con vida a los restantes 42 e impida la realización de precampañas en los
plazos establecidos, junto al empuje de la CRAC por establecer concejos
populares en 41 municipios, principalmente en la zona Centro, Montaña y Costa
Chica de Guerrero.
Este otro escenario conduciría o bien a la desaparición de
poderes en Guerrero, que de facto ya se dio pues todo se está decidiendo en la
Federación, o bien, a posponer algunos meses las elecciones, lo que daría
oportunidad a nuevos actores políticos a incursionar en este proceso y cambiar
los resultados.
Por ejemplo, más tiempo daría al partido del Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena) la posibilidad de incorporar como candidatos a
personajes ciudadanos en los municipios de influencia comunitaria y a
perredistas destacados, no manchados por el caso Iguala, en zonas urbanas,
cohesionados por un candidato a gobernador, que si bien ya no puede ser el
perredista Lázaro Mazón Alonso, si pudiera ser otro perredista vitoreado en el
zócalo de Acapulco, en presencia de Andrés Manuel López Obrador: el ex alcalde
y aguerrido ex candidato a gobernador, Félix Salgado Macedonio, que le podría
llevar al triunfo en su primera participación electoral en la entidad, frente a
un Luis Walton, candidato de Movimiento Ciudadano del PT y una parte del PRD,
Armando Ríos Piter, por el PRD y a un PRI, que en ese escenario no podría, al
menos no debería, llevar a ninguno de los tres mencionados arriba, sino a uno
de extracción ciudadana.
Mándenos su opinión a: zenon71@hotmail.com
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