La Delegación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) dejará sin vivienda a una humilde familia en los linderos del encauzamiento del Río Huacapa, a la altura de la colonia El Amate, en esta capital.
A casi tres años de los fenómenos naturales "Ingrid" y "Manuel", la señora Berenice Ávila Niño, igual que varias familias, fue damnificada porque las torrenciales lluvias destruyeron su vivienda; sin embargo, esa familia fue excluida del padrón, lo que la pone en riesgo de que se quede en la calle.
Sobre esta situación, la Delegación de la Sedatu y el Ayuntamiento de Chilpancingo mutuamente se echan la bolita y no se ponen de acuerdo en el número de viviendas damnificadas que han sido marcadas para demolerse.
La humilde mujer sostuvo que está en la incertidumbre porque fue notificada por la Sedatu en el sentido de que estaba habitando en una zona de alto riesgo, igual que otros damnificados; sin embargo, aclaró aún no ha sido considerada para que sea beneficiaría de un terreno o alguna vivienda.
Explicó que con antelación ella fue incluida en el censo que realizó el Ayuntamiento de Chilpancingo, instancia que cotejaría el padrón con la Sedatu. Pero ahora resulta que no será beneficiada con terreno ni vivienda, y lo peor de todo es que será desalojada de donde vive en la ribera del Río Huacapa, a la altura de la colonia El Amate.
José Manuel Armenta Tello, delegado de la Sedatu, anunció que los asentamientos humanos afectados por los fenómenos naturales Ingrid y Manuel, que" no fueron censados e incluidos en los padrones de la dependencia, no serán apoyados con recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden)", debido a las propias reglas de operación.
Otra habitante de un terreno sobre la margen del Huacapa, Berenice Ávila Niño, de la calle Laurel, expresó que lamentablemente no cuenta con el censo realizado por el Ayuntamiento, y agregó que el director del Instituto de Vivienda Municipal, Rodolfo Ruiz, la reconoce como damnificada, y acusó que este funcionario es un tipo prepotente que ya ordenó que su vivienda sea demolida.
La humilde señora cuestionó que al dejarla fuera del padrón, seguramente fue un acto de mala fe por líderes de ese asentamiento humano, los que beneficiaron a personas que ni siquiera fueron afectadas. (www.agenciairza.com)
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