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HOTELES COMO BARCELÓ, DEPREDAN LAS COSTAS

NVESTIGACIONES MÉXICO PIERDE POR HOTELEROS VORACES Por: Marco Antonio Martínez Fecha: julio 26, 2011 - 00:07 | Los desarrollos turísticos que se construyen bajo el modelo de negocio de hoteleros españoles “no dejan trabajo ni derrama económica a las regiones donde se establecen. Se usan a veces una o dos veces al año. Se reparten en la costa, modifican el uso de suelo, carecen de sentido práctico, social, económico y sólo favorecen a grupos particulares”, asegura la doctora Patricia Muñoz Sevilla, directora del Centro Interdisciplinario de Investigación y Estudios en Medio Ambiente y Desarrollo (CIIEMAD) del Instituto Politécnico Nacional. La académica, reconocida el año pasado por el gobierno francés con la insignia “Caballero de la Orden de las Palmas Académicas”, explica cómo se produce este modelo, del cual Cancún es un ejemplo. “Se encuentra un recoveco a la ley para autorizar condominios de uso privado, cuyo costo llega a ser de un millón de dólares. Pocos mexicanos los compran. Es fundamentalmente para extranjeros”, explica. La tierra prometida México se ha convertido en la tierra prometida para hoteleros españoles. En noviembre de 2006, la revista Savia publicó en un Informe Especial que México por su potencialidad turística, el apoyo gubernamental a las inversiones extranjeras y la alta rentabilidad que tiene por habitación ha atraído el interés de constructoras y grupos turísticos españoles. La publicación mencionaba que grupos como la cadena Oasis, NH Hoteles, Sol Meliá, Barceló y Riu, entre otras, pusieron su vista a México y ya tenían hoteles o planeaban tenerlos. En ese entonces, Savia decía que los grupos españoles proyectaban la construcción de cinco mil plazas hoteleras, con una inversión cercana a los 350 millones de euros, una cifra que ronda los 6 mil millones de pesos. Una de las razones para mirar a México era la alta rentabilidad, cuatro o cinco veces más alta que la de España. Mientras que en el país europeo este factor es de un 3%, en México llega a ser de 12 a 15 por ciento. Una muestra del apoyo gubernamental a grupos españoles ocurrió el 12 de septiembre de 2010, cuando inversionistas de los grupos turísticos Barceló, Aldesa, OHL y NH Hoteles se reunieron con la directora del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Adriana Pérez Quesnel. La funcionaria les presentó la campaña “Nuevas oportunidades de inversión”, lanzada por Fonatur, la cual consiste en dar condiciones de crédito preferenciales para la adquisición de 414 lotes ubicados en los Centros Integralmente Planeados de Cancún, Los Cabos, Ixtapa, Loreto, Huatulco y Nayarit. De acuerdo con la información proporcionada por Fonatur, se podía acceder a los CIP’s con enganches desde el 10% y pagos del resto con un financiamiento hasta de ocho años a tasas “altamente atractivas”. En esa reunión Pérez Quesnel se congratuló por el interés de los inversionistas por los CIP’s. La Directora General de Fonatur entonces pronosticó: “Estimamos muy pronto ver consolidadas nuevas inversiones españolas”. “Los CIP’s de Fonatur tienen altos estándares de calidad en la conservación y mantenimiento de los desarrollos, lo que ha generado que Cancún sea el primer destino turístico del país y uno de los más visitados a nivel internacional”, añadió. Empero, los grandes desarrollos turísticos ya son vistos como peligrosos y causantes de contaminación para las costas. La Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte en la página 29 de su publicación “El mosaico de América del Norte, panorama de los problemas ambientales más relevantes”, en su capítulo Océanos y Costas, se refiere al tema. “Actividades como el desarrollo de puertos, la urbanización, la creación de centros turísticos, el crecimiento de la mancha urbana, la piscicultura y la industrialización pueden destruir bosques costeros, humedales, arrecifes de coral y otros hábitats”, alertaba. En cuanto al modelo español, Greenpeace cita el “Informe sobre el impacto de la urbanización extensiva de España en los derechos individuales de los ciudadanos europeos, el medio ambiente y la aplicación del Derecho comunitario, A6-0082/2009, Parlamento Europeo, 20 de febrero de 2009”. “Las islas y zonas costeras mediterráneas de España han sufrido una destrucción masiva en la última década, ya que el cemento y el hormigón han saturado esas regiones de tal forma que ha afectado no sólo al frágil medio ambiente costero, (…) sino también a la actividad social y cultural de muchas zonas, lo que constituye una pérdida trágica e irreparable de su identidad y legado culturales, así como de su integridad medioambiental, y todo ello principalmente por la avaricia y la conducta especulativa de algunas autoridades locales y miembros del sector de la construcción que han conseguido sacar beneficios masivos de esas actividades, la mayor parte de los cuales se han exportado”. El caso Cabo Pulmo Uno de los ejemplos de empresas españolas interesadas en construir en México un conjunto turístico de gran nivel es Hansa Baja Investments. La empresa tiene contemplado levantar hoteles cerca de la reserva de Cabo Pulmo, municipio de Los Cabos, al sur de Baja California. Se trata de una playa en un entorno desértico. El proyecto ha sido bautizado como Cabo Cortés. Cercano a Cabo Pulmo, que es el único arrecife del Golfo de California o Mar de Cortés, la diversidad biológica que ahí se encuentra es considerada una de las más altas en la costa mexicana, de acuerdo con información de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). La zona fue declarada Parque Nacional en 2000 y Patrimonio Mundial Natural en julio de 2010. Cabo Cortés está proyectado cerca del parque. Ha recibido atención debido a la movilización de activistas de organizaciones como Greenpeace y el Centro Mexicano de Desarrollo Ambiental, así como de organizaciones regionales quienes consideran que el desarrollo como está planteado por Hansa dañaría a la zona. La extensión de las tierras que compró la empresa española es de 3 mil 800 hectáreas, 38 kilómetros cuadrados, una superficie más grande que la de la delegación Cuauhtémoc, la cual mide 32 kilómetros cuadrados. De esa extensión, mil 300 hectáreas serán para construcción y el resto para conservación, dice el director de Hansa en México, Jesús Guilabert. El costo de las tierras fue de 230 millones de dólares, equivalente a dos mil 706 millones de pesos. El proyecto de Cabo Cortés es promovido en su página de internet como “un resort de alto nivel”. “Ofrece brindar la máxima experiencia vacacional y a unos cuantos afortunados”, es uno de los esloganes de la empresa Hansa. El lugar tendrá su Jetport para recibir a pequeños aviones privados. A ello se sumarán sus campos de golf y su propia marina para recibir 490 embarcaciones. La primera fase del proyecto está planeada a 10 años e incluye dos mil 500 viviendas, un campo de golf y una marina. “Va dirigido a turismo de Canadá y Estados Unidos. Habrá hoteles con residencia y club vacacional”, describe Guilabert. Suena atractivo y tentador para el que pueda pagar. Pero el costo para la naturaleza será altísimo, sostienen los opositores al proyecto. Para la directora de Comunicaciones de la organización ambientalista Costa Salvaje, Fay Crevoshay, un proyecto así mataría el arrecife, a pesar de que la empresa dice que estará a distancia de donde se encuentra la maravilla natural. La organización para la que trabaja Crevoshay se ha convertido, junto con Greenpeace y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental en opositores al proyecto. La activista teme que con la construcción de la marina se muevan sedimentos y se revuelva la tierra y afecte al arrecife, a pesar de que está a varios kilómetros de distancia. Por su parte Alejandro Olivera, de Greenpeace México dice que la Conanp se oponía al proyecto, así como la Dirección de Políticas Ambientales de la Semarnat, pero la Dirección General de Impacto Ambiental apoyó el proyecto de Hansa y por eso logró que fuera aprobada su Medición de Impacto Ambiental (MIA) del conjunto hotelero, aunque no la de la marina. “No está autorizada, ya que no se cuenta con la información más detallada, científica, para conocer el impacto que tendría en la zona”, tal como explicó la dependencia el 14 de marzo de este año. Pero era la misma dependencia la que en 2008 había autorizado la MIA y en agosto de 2010 decidió, ante las presiones, modificar “el resolutivo del proyecto Cabo Cortés, a fin de no causar afectaciones a la zona arrecifal Cabo Pulmo”. Hasta hoy la Secretaría del Medio Ambiente no había respondido a una petición de entrevista al respecto. Jesús Guilabert recuerda que desde 2008 había autorización mediante un permiso condicionado, entonces empezaron a cumplir con todas las condicionantes que les había puesto la autoridad, excepto uno, un convenio con la Conanp para formar un fideicomiso de un millón de pesos, durante 49 años, para destinarlos al área natural con boyas y poner suficiente vigilancia. Si bien la Conanp no se ha pronunciado, el ejecutivo hotelero resalta su propuesta en contraste con lo que se ha destinado a la reserva en los últimos 15 años, 2 millones 700 mil pesos. A pesar de que su Modificación de Impacto Ambiental ya había sido aceptada, y de que han contado con la asesoría de la consultora del ex subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Raúl Arriaga, Hansa aún no puede empezar por la falta de firma del fideicomiso y porque repitió a la MIA. Plantea que lo que ocurra en la zona aledaña al desarrollo turístico es algo que a ellos no corresponde regular, sino las autoridades municipales y del estado. Respecto a las dudas sobre la marina, asegura que no dañará al arrecife, debido a la distancia de 17 kilómetros entre ambos puntos. En cuanto al propio arrecife, otra vez se deslinda. “Quien debe controlar eso no somos nosotros, es la Conanp y las cuestiones marítimas es la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. En cuanto a buceadores, es la Conanp la que debe determinar cuántos autoriza, no es responsabilidad nuestra cuántos van a entrar a los arrecifes”, comenta. “Y aun así proponemos ese convenio para que protejan”, acota. Reconoce que la oposición para Cabo Pulmo es inesperada, en Cancún donde tienen el desarrollo Novo Cancún no la sufrieron. Desestima algunas de las acusaciones de los opositores, dice que la empresa no tiene deudas como ha dicho Greenpeace y en su proyecto de Nuevo Cártago, en España, aledaño a un humedal, ellos no dañaron el ecosistema, sino una antigua minera. Dejar el proyecto no está dentro de sus planes, asegura. “No, para nada, confiamos mucho (en México). En Cancún tenemos invertidos más de 150 millones de dólares. Tenemos compromiso muy fuerte. Lo que la empresa quiere es que quede claro que ha cumplido. Tenemos cuatro años defendiendo el proyecto y lo que no se vale es que desacredite a la empresa como a autoridades, y que quien intente desacreditar no aporte”. Olivera, de Greenpeace, asegura que en Baja California no hacen falta más desarrollos hoteleros, ya que no han llegado a cubrir la capacidad de ocupación hotelera, entonces se pregunta para qué más habitaciones, por qué lo quieren hacer cerca de la reserva, donde se encuentra el arrecife, donde los acuíferos están sobreexplotados. “Es frágil para la magnitud del proyecto y no corresponde a desarrollo congruente de la zona”, dice en entrevista. Paraíso Litibú En febrero del año pasado, el presidente Felipe Calderón inauguró la puesta en marcha de una salinizadora y una planta de agua residuales en el CIP de Capomo, en el municipio nayarita de Bahía de Banderas. El jefe del Ejecutivo dijo que ahí el gobierno federal había invertido 750 millones de pesos, sumados a los 5 mil millones de pesos de la iniciativa privada. La infraestructura era el punto de partida para atraer “mayores y mejores inversiones para desarrollo hotelero y condominal”, dijo en esa ocasión el entonces secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo. Se trataba de 3 mil 200 cuartos con una previsión de 750 mil turistas anuales para 2025, de los cuales se estima 60% serán extranjeros y 40% nacionales. De acuerdo con Savia, la inmobiliaria gallega Fadesa estaba interesada en invertir en Capomo, con el proyecto Paraíso Litibú, en una superficie de 170 hectáreas divididas en 21 parcelas. Fadesa se hizo con cuatro, tras un pago de 27 millones de euros, o lo que es lo mismo 456 millones de pesos. La empresa promovía en su página de internet así a Paraíso Litibú. “Gran complejo turístico-residencial frente a una playa virgen de dos kilómetros. La totalidad del complejo, cuya primera fase ha sido bautizada como Paraíso Litibú, comprende la construcción de dos hoteles de lujo de 640 plazas, alrededor de 320 viviendas tipo apartamentos, campo de golf diseñado por Greg Norman y dos beach clubs”. En un apartado llamado Estado del proyecto, se lee “En tramitación de licencias”. Otra empresa interesada en invertir en Litibú era Iberostar, también española. Las principales acusaciones contra las empresas son por haber dejado obras interrumpidas en el caso de Iberostar, o de no haber iniciado, en el caso de Fadesa. “Iberostar en el Poligono Litibú del CIP Riviera Nayarit de Fonatur, (con) obras abandonadas desde hace casi tres años. Fadesa ni siquiera empezó”, según dijo a Sin embargo.mx, Magdalena Horst Steinmeyer, de la asociación civil Alcosta. Fonatur presumía en febrero del año pasado que el desarrollo se encontraba 100% urbanizado y tres de cada 10 desarrolladores privados ya habían comenzado su construcción. Pero Hort Steinmeyer apenas estuvo ahí el 26 de junio y las obras seguían igual, dice. Escuinapa, corazón de agua dulce en peligro Otro sitio natural en riesgo está ubicado en Escuinapa, Sinaloa, donde está proyectado el CIP Teacapán. Adriana Pérez Quesnel se reunió con los principales hoteleros españoles, quienes se mostraron muy interesados por el proyecto a desarrollarse con una inversión pública de 924 millones de dólares equivalente a 10 mil millones 872 mil millones de pesos, con la intención de captar una inversión privada de 13 mil 203 millones de dólares, equivalente a 155 mil millones de pesos. El desarrollo turístico, programado para construirse en 25 años, tiene una superficie de 2 mil 381 hectáreas, similar a la de la delegación Iztacalco, en el Distrito Federal. Cuenta con 12 kilómetros de playa y se estima para 2025 una población de 500 mil personas, con la creación de 150 mil empleos totales y la capacidad para recibir a más de 3 millones de turistas nacionales y extranjeros por año. La capacidad de este CIP es de 44 mil 200 cuartos, de los cuales 33 mil 200 serán de alojamiento y vivienda vacacional. Fonatur describe así lo que se encontrará en el desarrollo. “Un enorme potencial que va a estar a la altura de los mejores del país y del mundo con una infraestructura de servicios turísticos de gran calidad y variedad, siempre en apego a las más estrictas normas ambientales”. Sandra Guido, directora de la Asociación Civil Conselva, lo ve diferente. Considera que el proyecto CIP es un riesgo para el acuífero que provee de agua dulce a la zona de Escuinapa. Dice que donde está el predio para hacer la marina el terreno es arenoso y abajo hay un acuífero el cual es una reserva de agua dulce. La marina implicaría escarbar y el agua salada se mezclaría con la dulce. Es algo que la gente de ahí sabe, de ahí extraen agua para el riego. “Es importante, es como un corazón y da agua a los manglares, en época más seca del año la única agua es la de los manglares, si ese acuífero no está y no bombea su propia agua te crea condiciones de hipersalinidad. No hay organismo que la aguante. Es vital para la pesca ribereña, aporta agua y los agricultores tienen cultivos y su fuente de irrigación son los jagüeyes y de ahí riegan. Si Fonatur hace esa marina toda el agua dulce sale se sustituye por agua salada y no va a subsistir acuífero y habrá pérdida de empleos y de actividad agrícola importante”, prevé Guido. Aunque el proyecto tardará, la activista sabe que afectará la zona. La bióloga teme que de la infraestructura construida por Fonatur una gran parte se venda para que otros instalen hoteles y desarrollos inmobiliarias. Dice que se han acercado hoteleros españoles como Riu. Fue uno de los CIP por los que mostraron interés empresarios turísticos durante su reunión con la directora de Fonatur, Adriana Pérez Quesnel, en septiembre pasado. Guido explica lo que a su parecer es el modus operandi de los hoteleros. “Esperan que Fonatur arregle y acomode primero para que ellos puedan llegar y a comprar y construir”, dice Guido. Se desmorona el castillo de arena Patricia Muñoz Sevilla describe las fases del camino para que un desarrollo turístico colapse, y pone como ejemplo Cancún. Al inicio era exuberante, casi virgen. Se transforma en sitio turístico para ricos. Sufre un colapso por cuestiones naturales. En el caso del destino turístico de Quintana Roo fue por el huracán Gilberto que destruyó hoteles y restaurantes. Entonces la única manera de reactivar fue a través de atraer turismo masivo, por medio del Todo incluido. En esa modalidad la derrama económica es para el hotel, pero el deterioro es para el lugar original, protegido, natural, que recibe turismo masivamente. La última fase es el colapso del sitio turístico. Cancún no está muy lejos, con sus problemas de drenaje, basura y falta de agua. La académica recuerda que actualmente México carece de ley de costas y plan de manejo costero, aunque éste ya se elabora y confía esté listo antes de acabar el sexenio actual. Ella misma participa en su elaboración. Respecto a la esquizofrenia de las autoridades, consistente en que algunas apoyan, otras se oponen, Muñoz Sevilla observa que es porque falta coordinación entre ellas. A veces la Semarnat dice que no, pero Fonatur sí, o Comunicaciones o Transportes, o las autoridades municipales o estatales impulsan estos desarrollos, como ocurrió en Tulum, proyecto impulsado por el municipio y puesto en reversa por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. La académica dice que las instituciones de educación pública generan información para tomar decisiones políticas en sustento y llevarlas a buen término, pero son ignoradas. “No nos escuchan. No sabemos cómo conectarnos con ese sector tomador de decisiones. No todo es desarrollo económico. Pero lo ambiental y lo social quedan en segundo o tercer plano”, lamenta. ------------------------------------------ PARTICIPA EN www.trasfondoinformativo.blogspot.com ESTAMOS COMPROMETIDOS CON LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN. NINGÚN COMENTARIO U OPINIÓN SERÁ CENSURADO ENESETE ESPACIO XXXXXXXXXXXXXX Súscríbete gratuitamente a www.trasfondoinformativo.blogspot.com, de manera gratuita y recibe varias veces al día la información oportuna de los hechos más relevantes, directo en tu correo electrónico. Venos los jueves a las 10.00 PM en canal 6 de Cablemas Acapulco o en www.justin.tv/trasfondoinformativo. SE PERMITE REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL, CITANDO LA FUENTE.

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1 Comentarios

  1. Estoy totalmente de acuerdo, es hora de poner fin a estos proyectos de empresarios voraces. Pasó algo parecido el año anterior con un alojamiento en Punta del Este, obviamente quedó impune.

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