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La reforma laboral y competitividad.

Por: Esteban Valdeolivar.

Los aspectos más torales de la reforma propuesta por el presidente Calderón como iniciativa preferente buscan mejorar las condiciones de trabajo conforme a los principios de decencia, dignidad y no discriminación dictados por la OIT, asegurar respeto a los derechos del trabajador y aumentar la productividad, todo lo cual es aceptado por empresarios y trabajadores. De igual manera, la iniciativa menciona la subcontratación para evitar que se use para esquivar el reparto de utilidades u obligaciones con el Seguro Social. Se introducen nuevas figuras como contratos de prueba, de capacitación, la contratación por horas o el “tele-trabajo” realizado en domicilio. Estas disposiciones “vanguardistas” deben favorecer al trabajador en términos de salarios, prestaciones y antigüedad.

Es notorio que las discusiones más arduas en el Congreso son sobre la vida y administración de los sindicatos cuyos intereses están tan identificados históricamente con los del PRI y los partidos de izquierda. Es el tema político, y no el socio-económico, donde chocaron las posiciones en los debates en la Cámara de Diputados con el resultado de que los artículos que aludían a transparencia, rendición cuentas y democracia interna de los sindicatos quedaron eliminados en la minuta que se envió al Senado.

En la Cámara alta se llegaron a inesperados acuerdos entre senadores del PAN, PRD, PRI y partidos aliados para reponer el que los sindicatos deben garantizar a sus miembros “legalidad, transparencia, certeza, gratuidad, inmediatez, equidad, imparcialidad, respeto a la libertad, la autonomía y democracia sindical”.

El que los senadores del PRI decidieran corregir la oposición de sus colegas diputados, posiblemente se debió a acuerdos con el equipo del Presidente electo, explicables quizá por las numerosas sesiones sostenidas con el presidente Calderón. La iniciativa, con dichos temas ya repuestos, regresó a la Cámara de Diputados para su discusión y eventual aprobación. El diputado Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la diputación priista intenta salvar el honor declarando: “Nos tomaremos el tiempo que sea necesario, días o semanas, hasta que tengamos una buena reforma”. Concede que se le entregará al Presidente electo una reforma laboral terminada.

El que el Presidente electo pasara de esta manera su primera prueba sexenal, no le quitará a Calderón el doble mérito de promotor de las originales “iniciativas preferentes”. A su impulso para la reforma laboral se añade el de haber logrado la aprobación a la Ley Federal de Contabilidad Gubernamental para vigilar las finanzas estatales y detener que los dineros que reciben de la Federación dejen de ser impunemente desviados.

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