Conspiraciones
Por
Jorge Romero Rendón
El berrinche criminal del alcalde con licencia de Chilapa, Sergio Dolores Flores convirtió su mitin de
acarreados del martes en las oficinas del PRI estatal en una epidemia que
intoxicó gravemente a 660 niños, ancianos, madres de familia y trabajadores del
ayuntamiento, que solo logró atenderse a tiempo con un masivo envío de
médicos y medicamentos operado por el propio secretario de Salud estatal, Lázaro Mazón Alonso que salvó la crisis.
Ya desde ayer le contamos del pataleo
de Dolores, que traicionó su palabra de respetar los resultados de las
encuestas aplicadas por encargo de la dirigencia estatal priista, y se
lanzó a tratar de torcer a su favor la designación del candidato del PRI a
diputado federal por el Distrito 06.
De ahí que Dolores quiso hacer una “demostración de fuerza” llevando a cientos de trabajadores
del ayuntamiento de Chilapa y gente de algunas comunidades cercanas a esa ciudad,
para presionar a su registro como
aspirante a una candidatura que no le toca, pues la decisión de la
precandidatura recayó en el ganador de
las encuestas, el diputado local con licencia, Héctor Vicario Castrejón.
Y en el intento provocó el desaguisado:
primero un caos vial al sur de esta ciudad por el amontonamiento de gente y
de más de 200 camionetas Urvan del servicio público. No le importó. Luego ordenó repartir comida putrefacta,
que varias horas después generaron la intoxicación masiva de 660 personas,
varias de gravedad, que tuvieron que ser atendidas durante toda la
madrugada.
Lázaro
Mazón salvó a Chilapa de una tragedia…
Una vez que se supo de la gravedad de los pacientes, el secretario de Salud, Lázaro Mazón ordenó
el traslado de médicos, enfermeras, especialistas en epidemiología y en
enfermedades gastrointestinales, montando un operativo de atención en el
hospital de Chilapa, el auditorio municipal y en otros nosocomios, donde se
revisó a todos los enfermos, se les aplicaron medicamentos e incluso se
recogieron muestras que fueron enviadas al Laboratorio Estatal de Acapulco para
conocer el tipo de virus que atacó a los acarreados por Dolores, quien no acertó a ayudar a nadie y no dio la cara por la
gente que lo acompañó a su mitin forzado. Sobre todo porque de no haber habido atención médica oportuna
pudo haber fallecido gran cantidad de enfermos.
Inclusive ayer mismo, unas quince
brigadas de la SSa recorrieron diversas comunidades aledañas a Chilapa con
el fin de detectar a más enfermos y brindarle atención médica a quienes no
pudieron trasladarse la noche anterior a la cabecera municipal.
Hay que reconocer que ese
esfuerzo masivo, bien organizado, gratuito y eficiente fue operado directamente
por Mazón Alonso, quien no se retiró del lugar en toda la noche. El titular
de la SSa había solicitado permiso sin goce de sueldo para asistir a la gira
del precandidato del PRD a la presidencia de la república, Andrés Manuel López Obrador, pero dejó la actividad política para
atender en persona la emergencia.
Lo que nos deja dos ejemplos muy claros: uno de cómo se logra atender oportunamente a la población cuando hay voluntad política y vocación de
servicio; y dos, de cómo la ambición
personal de poder y la estupidez que destila en los berrinches de políticos de
rancho puede llevar a una tragedia que afortunadamente fue impedida a
tiempo.
A ver quién vuelve a dejarse
llevar en los próximos acarreos que todavía quiere hacer Sergio Dolores en
busca de nuevos puestos para chantajear al PRI…
Ahora dice un nuevo dicho local:
“Ay Dolores, por tu placer, mil dolores”.
Maestros
de Ayotzinapa provocan nuevo conflicto…
Por mero capricho, porque quieren
imponer ahora ellos al nuevo director de la Normal Rural de Ayotzinapa –al mismo que provocó el conflicto desde
noviembre pasado-, los maestros de ese plantel se han negado a reanudar clases,
creando un nuevo conflicto interno
que podría revertirse contra ellos, tanto por las sanciones que se les deben aplicar, como porque de hecho le abren
las puertas a nuevas movilizaciones de alumnos que nada más quieren pretexto
para salir a las calles.
Los maestros ayotzinapos han visto la tempestad y no se hincan. Si ya
ocurrió un paro de tres meses, si la muerte de dos alumnos fue el saldo que
llevó a una crisis de gobernabilidad al estado, y si está el riesgo cierto de
que se pierda el año escolar, los docentes le están dando la razón a los
desórdenes de sus alumnos por una mera
pugna de poder, por intereses personales. Porque tanto alumnos como
maestros piensan equivocadamente que pueden imponer a un director a modo,
cuando esa es solo facultad legal de la
SEG.
El tema del nombramiento del director –origen del paro de alumnos y
ahora de maestros- fue resuelto de una manera diplomática y justa a iniciativa
de la secretaria de Educación, Silvia
Romero Suárez, quien designó de manera temporal a Humberto Santos –un
académico respetado de la Universidad Pedagógica Nacional- como coordinador Académico de Transición, para
operar el regreso a clases y aplicar nuevas medidas académicas internas de
emergencia para salvar el año escolar.
La designación es temporal y no implica que Santos pudiera llegar a
ser director efectivo, ya que el
nombramiento del director se ha mantenido en la congeladora para evitar mayores
conflictos, y llevarlo a cabo en el mediano plazo con el consenso general.
Sin embargo, el “director” nombrado el año pasado y los ignorantes
docentes de Ayotzinapa se dicen afectados y llevan dos días de paro activo
–están en el plantel pero no dan
clases-.
Como se ve, la inteligencia y la
voluntad de reanudar el trabajo que importa, el académico, están ausentes
de la escuela más conflictiva de Guerrero y de México. Y ustedes se preguntarán: mientras el problema se vuelve a
agravar ¿Dónde ha estado el
subsecretario de Educación Media Superior y Superior, Marcial Rodríguez
Saldaña? Pues de gira, en busca de una candidatura a lo que sea por el PRD.
¿Tendrán que hacer su chamba otra vez la secretaria Romero y el gobernador Angel Aguirre?
Correo electrónico: rendon59@gmail.com
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