Un
nutrido grupo de militares irrumpió y ocupó ilegalmente una
pequeña propiedad durante por lo menos dos días
consecutivos, de donde se llevaron cuatro perros de raza
fina así como menaje de casa, denunció el agraviado Obed
Nogueda Valente.
La
propiedad, denominada Rancho San Juditas, estaba
momentáneamente desocupada debido a que sus moradores habían
salido fuera de la ciudad a comprar implementos de trabajo,
pero al llegar fueron informados por algunos vecinos de la
irrupción de los militares, agregó Nogueda Valente, quien
adelantó que este próximo
lunes presentaría queja formal ante la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En
entrevista, el denunciante dijo que tiene poco tiempo de
haber comprado un pequeño rancho de dos hectáreas denominado
San Juditas, donde destinó una hectárea para sembrar maíz en
tanto el resto lo utiliza para cría de ganado caprino y aves
de corral, especialmente guajolote tipo americano.
Nogueda
Valente explicó que por razones de trabajo debió trasladarse
a la ciudad de México para adquirir algunos implementos
destinados a la producción en el citado rancho, pero
cuando regresó se llevó la desagradable sorpresa de que el
portal metálico de acceso a su terreno fue forzado y en el
interior encontró en completo desorden el menaje de casa.
Al
indagar con los vecinos, el agraviado dijo haber sido
informado de que una partida de militares, que se
trasladaban en vehículos tipo pick up así como otra partida
que arribó caminando a su terreno, irrumpieron en su
propiedad ocupándola como cuartel durante dos días.
Cuando
se retiraron, los militares se llevaron a cuatro perros de
su propiedad que son utilizados para vigilancia: tres
animales de raza pastor alemán belga tipo malinés, así como
un perro de raza pitbull tipo americano.
El
denunciante explicó que los perros de raza pastor alemán
belga son muy cotizados para vigilancia y búsqueda, razón
por la cual dijo creer que los militares se los llevaron
para utilizarlos en labores de esa naturaleza, “sólo que no
me los pidieron, se los llevaron en mi ausencia, se los
robaron”.
Agregó
que el personal militar se introdujo dentro de su casa -una
cabaña rústica situada en lo alto de una ladera- de donde se
llevaron variados utensilios, útiles sólo para labores de
rancho.
El
agraviado dijo haber sido informado por vecinos de que el
miércoles arribaron a su propiedad tres camionetas tipo pick
up repletas de soldados, mientras que otra partida arribó al
lugar caminando a través de las veredas, estacionándose en
su propiedad durante dos días consecutivos.
Empero
reconoció que no existió saqueo indiscriminado porque, en lo
que respecta al ganado caprino y las aves de corral, las
encontró sin daño alguno, pero el peón que trabaja en su
rancho dijo que al ver llegar a los militares se retiró del
lugar para evitarse problemas.
No
obstante, Nogueda Valente se dijo indignado de que el
personal militar haya irrumpido ilegalmente en su propiedad
y la hayan utilizado como campamento sin su permiso, además
del robo de los cuatro canes de raza fina.
Desde
diciembre pasado, las autoridades federales anunciaron que
el Operativo Guerrero Seguro modificaría su estrategia de
operaciones en contra de la delincuencia, por lo cual a
partir de esa fecha quedaría el Ejército al mando del OGS.
Ello se
tradujo en un patrullaje más intenso por parte de las tropas
de la Novena Región Militar, cuyas unidades incursionan a
pie o en vehículo en gran parte del municipio, sean zonas
urbanas o rurales, lo que ha generado críticas crecientes
por abusos del personal militar en contra de civiles.
El
agraviado informó que este lunes presentará querella formal
por allanamiento de morada y robo en contra de los militares
que resulten responsables, queja que se turnará directamente
ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por
tratarse de una institución federal.
El
Rancho San Juditas se encuentra localizado en el tramo
carretero El Treinta-Dos Arroyos, en terrenos aledaños a la
comunidad de Sabanillas, dentro del municipio de Acapulco.
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