EVITE EL INSOMNIO, MAL HUMOR, TRASTORNOS DE CONDUCTA CON HÁBITOS SALUDABLES ANTES DE DORMIR
- Desde temprana edad se recomienda seguirlos para evitar los llamados trastornos del sueño
- Son 14 sencillos pasos para tener un “buen sueño”
Para
tener una adecuada vida productiva durante el día, tanto en lo laboral
como en lo personal, es necesario que una persona adulta duerma de cinco
a ocho horas, mientras que un niño de edad escolar requiere entre seis y
nueve horas para reponer la energía necesaria para su organismo.
De
acuerdo a médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la
Delegación Guerrero, las horas de sueño son necesarias para estabilizar
y mantener el equilibrio del cuerpo y de cada una de sus funciones,
aunado a que el organismo ingresa a una etapa de tranquilidad que
garantiza el descanso y la reposición de energía para el día siguiente.
El director del Hospital General Regional (HGR) No. 1 Vicente Guerrero,
Alejandro Robert Uribe comentó que es de vital importancia el respeto a
las horas de sueño, ya que de acuerdo a estudios, las personas pasamos
la tercera parte de nuestras vidas durmiendo.
Destacó que cuando una persona duerme mal, regularmente tiene
alguna inestabilidad orgánica, funcional o emocional, la cual se
manifiesta a través de distintos síntomas y padecimientos denominados trastornos del sueño.
En
el IMSS Guerrero se tiene diagnosticado que hasta 50 por ciento de la
población adulta mayor es vulnerable a padecer este trastorno, por lo
que los buenos hábitos para evitarlo o controlarlo deben aplicarse desde
temprana edad.
Para
tal efecto, el Seguro Social recomienda 14 hábitos de higiene para
lograr un “buen sueño”: cenar temprano; evitar por la noche el café o té
negro y los refrescos de cola; evitar el chocolate por la tarde-noche;
evitar la grasa en las comidas y cenas; caminar de 15 a 30 minutos si
cenaste en forma abundante.
Así
también, mantener una hora estipulada para ir a dormir; dormir con ropa
cómoda y holgada; evitar dormirte con la radio, televisión o el celular
encendidos; tener una habitación más cómoda, es decir, dormir sin ruido
ni luz; tener una cama cómoda con un colchón firme, con sábanas frescas
y de fibra natural; evitar la siesta durante la tarde; evitar el
ejercicio en la noche; ejercitarse durante el día, evitando la vida
sedentaria; evitar el tabaco, alcohol y el sobrepeso.
Es
posible que de no llevar buenos hábitos se presenten los trastornos del
sueño como son: roncopatía (ronquido) y la apnea (dificultad para
respirar) son los signos más comunes de éstos y pueden ser causados por
hipertensión, sobrepeso y obesidad, entre otros. El estrés también
altera el patrón del sueño y puede producir insomnio o somnolencia.
Otros
signos de los trastornos del sueño son: movimiento de las piernas
mientras duermes, amanecer con la boca seca, sensación de flemas en la
garganta (orofaringe), cansancio o fatiga. cambios de humor o
agresividad. dolor de cabeza (cefalea). baja productividad intelectual,
laboral y sexual.
En
el ámbito laboral, los trastornos del dormir pueden afectar nuestro
desempeño. Tenemos baja concentración, alteraciones de la memoria,
cambios de carácter, mal humor y agresividad. Esto repercute en la
productividad y puede generar problemas de convivencia, llamadas de
atención, cambio de funciones o actividad.
Ante
la sospecha de un trastorno del sueño, lo ideal es no auto-medicarse y
acudir con un médico, quien nos canalizará con un especialista.
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