¿Félix Salgado será candidato de Morena en 2027?

*Por Julio Zenón Flores*

La política en Guerrero no se mide en encuestas sino en pulsaciones del poder. Y hoy, todo aquel que pretenda contender por la gubernatura en 2027 lo sabe: la pregunta que deben resolver antes de cualquier estrategia es una sola y contundente: ¿Félix Salgado Macedonio será o no el candidato de Morena?

No se trata de una interrogante banal ni de un ejercicio de futurología política. Se trata de la línea divisoria que separa a quienes podrán competir con posibilidades reales de victoria de aquellos que quedarán atrapados en el terreno de los simulacros. Porque si Félix dice que sí, se acaba la discusión. Su sola postulación reordena el tablero, barre con los cálculos intermedios y convierte la contienda interna en un mero trámite. Y si dice que no, entonces sí: empieza la guerra de los otros, la del segundo nivel.

Muchos lo dan por descartado, incluso muerto políticamente. Pero como en la tauromaquia que tanto lo representa, el toro puede parecer derribado y sin embargo, dar la última embestida. El felixismo no es una fuerza de coyuntura; es un bloque construido a lo largo de décadas, que entreteje poder simbólico, territorial y operativo. Y como tal, debe analizarse desde dos perspectivas: la táctica, que reacciona a los momentos; y la estratégica, que no solo interpreta la realidad, sino que busca alterarla.

### ¿Sigue en la ruta?

Los hechos recientes sugieren que sí. Pese a los lineamientos antinepotismo que impulsa la presidenta Claudia Sheinbaum, el “Toro” mantiene intacto su músculo político y, de ser necesario, parece dispuesto a tensar la cuerda, incluso si eso lo enfrenta con Palacio Nacional. Tiene, al menos, seis poderosos argumentos a su favor:

1. **Amistades clave:** Su vínculo con los López, tanto el expresidente Andrés Manuel como su hijo “Andy”, secretario de Organización de Morena, le garantiza una puerta privilegiada al corazón del poder morenista.

2. **Control estatal:** Evelyn Salgado, su hija, no necesita pronunciarse para favorecerlo. Su sola presencia como gobernadora activa la memoria colectiva del felixismo. A eso se suma el respaldo de una mayoría legislativa y el aval judicial que representa Ricardo Salinas.

3. **Aliados estratégicos:** Desde Javier Saldaña, rector de la UAGro, hasta Manuel Añorve, senador priista, pasando por operadores del PVEM, su red no es solo guerrerense, sino nacional.

4. **Capital político:** Es, sin discusión, el aspirante más conocido y con mayor trabajo territorial. Su activismo no ha cesado. Sigue tocando tierra, organizando eventos, posicionando discurso.

5. **Control de partido:** Posee dos tercios del Consejo Estatal de Morena. La reciente amenaza de destituir a Jacinto González Varona, presidente estatal del partido, fue una muestra de su poder real.

6. **Legalidad:** La Constitución lo ampara. Ningún reglamento puede impedirle competir si decide hacerlo. Y si algo ha demostrado, es que sabe pelear cada centímetro de ese derecho.

### ¿Y el freno presidencial?

El único tope real a su ambición se llama Claudia Sheinbaum. La presidenta ha sido clara en su postura ética: no a las candidaturas de familiares en línea directa. Pero su margen de maniobra no es absoluto. Está mediado por la autoridad moral de López Obrador —quien nunca ha roto del todo con Félix— y por la necesidad de mantener cohesión interna en Morena.

La maniobra contra Jacinto González fue también una advertencia hacia Sheinbaum: en Guerrero, el liderazgo real no está en la presidencia formal del partido. La destitución, aunque contenida por el momento, podría concretarse tras la elección judicial del 1 de junio, como gesto de reafirmación territorial.

### La cuerda tensa

Desde esta lectura, Salgado Macedonio mantendrá la tensión hasta el límite. Presionará, exhibirá fuerza, moverá fichas. Pero probablemente no rompa. En política, la ruptura no solo desgasta, también aísla. Y el “Toro” sabe que para seguir siendo actor central necesita estar dentro del juego.

El desenlace más probable es un pacto. Félix cedería la candidatura, pero impondría condiciones. La más importante: definir él mismo, junto con Sheinbaum, a su sucesor o sucesora. El felixismo no cederá sin asegurarse la herencia política.

### El reto de los otros

Para los demás aspirantes —los Saldaña, Mojica, Esthela Damián y compañía— el escenario es tan claro como exigente: deben construir una candidatura no “permitida” por el felixismo, sino una que lo desafíe sin romperlo. Ser la opción de Morena sin ser el enemigo del “Toro”. Una alquimia compleja, casi imposible, pero no impensable.

Deben ganar territorio, ganar encuestas, ganar narrativa. Y, sobre todo, deben convencer a Claudia Sheinbaum de que no solo pueden gobernar Guerrero, sino contener el reflujo del felixismo sin desencadenar una guerra interna.

### Conclusión

Félix Salgado no está fuera. Está dentro, y en el centro. No será el candidato si así lo decide, pero tampoco será un espectador. Su figura será clave en el diseño del 2027. Por eso, más que preguntarse si va o no, habría que entender que incluso si no va, *él elegirá quién va*.

Y eso, en política, es lo mismo que ganar.

xxx Editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, especializado en periodismo político www.facebook.com/trasfondoinformativo, Youtube@JulioZenonFlores, Twitter@trasfondoin, e mal: zenon71@hotmail, Whatsapp 7441054888